Por Fernando Rosso

Apenas comenzaron a sentirse los primeros efectos de la fuerte desaceleración económica, el gobierno nacional, los gobernadores provinciales y las patronales dejan en claro sobre quién pretenden descargar la crisis. “El mundo se nos cayó encima”, afirmó Cristina, pero la verdad es que su gobierno, junto a los empresarios pretenden tirarle el mundo, o mejor dicho la crisis capitalista, encima a la clase obrera. Las multinacionales autopartistas y automotrices comenzaron con el recorte de horas extras, las suspensiones e incluso despidos por goteo como reconoció un abogado que trabaja para las patronales (Cronista, 30/5), bajo la forma de no renovación de contratos de personal eventual, eufemismo que usan para denominar a los contratados que pasan años bajo esa condición de precariedad laboral, gracias a las leyes flexibilizadoras “menemistas”, que el kichnerismo mantuvo. La emblemática fábrica ex–Perkins, hoy Petrak en Córdoba despidió a 50 trabajadores y en la misma provincia 19 empresas solicitaron al Ministerio de Trabajo la aprobación de procedimientos preventivos de crisis, un trámite legal que les permiten suspender, ajustar y hasta despedir para “superar la crisis”. En el conurbano, empresas como Mecca Castellar se encuentra en concurso preventivo de quiebra, RBI Bosch o Indiel Prestolite están con procesos similares.
Hay una doble jugada de las multinacionales (extranjeras o con base nacional): utilizan la crisis para chantajear a los trabajadores e imponer menores aumentos salariales o para que acepten peores condiciones laborales, además de amenazar con despidos para reclamar subsidios y “ayuda” como la que el gobierno entregó durante la crisis de 2008-2009 (con planes como el REPRO o préstamos como el que obtuvo General Motors por 259 millones de pesos de parte del ANSES).
Los primeros síntomas de la crisis mundial se reflejan en el país con la “sintonía fina” de las multinacionales industriales que exportan a países que ven caer su economía (Brasil) y en las empresas que trabajan para ellas. Y también en la “tercerización del ajuste” que el gobierno traslada a las provincias.

En Buenos Aires, Scioli lleva adelante el revalúo sobre las tierras, que por más que las patronales agrarias se quejen y protesten, es insignificante en relación a la enorme renta que obtienen; mientras quieren desdoblar el pago de salarios de los docentes. En Córdoba y Santa Fé vuelven los rumores de la emisión de cuasi-monedas.
La economía saca a la luz problemas estructurales que el kirchnerismo no resolvió, simplemente porque no estaba en su naturaleza, ni en su programa resolverlos. La cuestión del dólar es solo un emergente coyuntural que desnuda aspectos sustanciales de las “paradojas del modelo”. Más allá de que logren soluciones parciales o no, en lo inmediato esta corrida manifiesta varios aspectos: la extranjerización de la economía, la falacia del desendeudamiento y el saqueo a nuestros recursos que terminó en una grave crisis energética, un componente clave en la balanza comercial que significa necesariamente salida de divisas (ver página 4). Es decir, revela el continuismo noventista de lo esencial de la estructura económica del país. El gobierno necesita hacerse de recursos en las cajas del estado nacional, para pagar los vencimientos de deuda que este año alcanzan 19 mil millones de dólares.

Por ahora tiene un hándicap porque esta crisis mundial todavía no provocó una debacle (como fue el quiebre de Lehman Brothers en 2008), posibilidad que está latente por el hundimiento europeo, con países con agudas crisis como Grecia o el Estado Español, que pueden llevar a la quiebre de Europa, con enormes repercusiones para la economía mundial. La crisis capitalista internacional, que el gobierno utiliza como amenaza para generar un efecto conservador entre los trabajadores, puede transformarse de un saque en un golpe de frente a la economía argentina que obligue al ajuste generalizado. Igualmente el kirchnerismo no puede evitar que salten a la luz las contradicciones de su propio “modelo”. Sus intervenciones pragmáticas no hacen más que acelerar la caída de la economía. Con el cepo al dólar alientan la inflación, con las trabas a las importaciones mantienen el superávit comercial a costa de aumentar la desaceleración.

Vía libre a la estafa e impunidad patronal

A tres meses de la masacre de Once, el gobierno decidió terminar con la concesión a TBA de los ferrocarriles Sarmiento y Mitre, para entregárselos a Metrovías y el Grupo Roggio, uno de los responsables del vaciamiento del subte, en una nueva UGOFE, junto a Ferrovías de la familia Romero. Toman esta medida a días de que el mismo De Vido despotricó contra Metrovías por el conflicto de los trabajadores del subte. Este tipo de asociación (UGOFE) ya gestiona los ferrocarriles Roca, Belgrano Sur y San Martín y fueron responsables de las tercerizaciones y del entramado criminal, junto a la burocracia de Pedraza, que terminó en el asesinato de Mariano Ferreyra (ver páginas 4 y 5)
Si la expropiación parcial de YPF demostró que la soberanía es puro discurso para una nueva entrega a las multinacionales extranjeras, la concesión del Sarmiento y el Mitre a Roggio, combina una nueva estafa con impunidad para las patronales y los funcionarios responsables del crimen de Once.

El gobierno, la burocracia y la izquierda revolucionaria

El gobierno y las patronales presentan su programa para enfrentar “el mundo que se cae encima”: a la crisis -más gradual o más acelerada-, proponen que la paguen los trabajadores. Este es el camino que están adoptando todos los gobiernos europeos; y fue el mismo que tomó Cristina con la crisis de 2009, cuando se produjeron más de 130 mil despidos, reconocidos por el Ministerio de Trabajo y sólo de empelo registrado; y el gobierno fue al rescate de multinacionales. La burocracia sindical sigue su interna. El gobierno se metió de lleno a jugar para el bando de Caló, los “gordos”, los independientes y barrionuevistas y contra Moyano. El camionero comienza a hablar en general de la pobreza, la precarización o la falta de vivienda, problemas que “descubre” recién ahora, una vez que decidieron dejarlo afuera de la coalición de gobierno; aunque no toma ninguna medida para luchar contra esta situación. Los nuevos aliados sindicales de Cristina desenmascaran aún más el ya descafeinado “relato” Nac&Pop de renovación anti-noventista. Se busca la entrega de la “nueva” YPF a multinacionales yanquis o francesas para un nuevo saqueo, el ferrocarril lo ceden a empresarios como Roggio, no menos asesino y vaciador que Cirigliano; y la CGT la ponen en manos de los dinosaurios menemistas (ver página 3). Frente a la división de la burocracia, planteamos la unidad de la vanguardia obrera combativa en una gran Asamblea Nacional Clasista, propuesta que hacemos en primer lugar a los compañeros del Frente de Izquierda. Debemos exigir un congreso de delegados de base de todo el movimiento obrero (ocupados, desocupados, precarizados) y un plan de lucha, en el marco de la pelea por recuperar nuestros sindicatos. Hay que pelear en primer lugar por no permitir suspensiones, ni despidos y ni recorte de horas. Debemos batallar por el reparto de las horas de trabajo sin disminución salarial y que la crisis la paguen los que durante todos estos años “la juntaron con pala” (CFK dixit). Hay que imponer el pase a planta permanente de todos los contratados, que son los primeros sobre a los que se intenta hacer pagar las consecuencias de la crisis. Rompamos el techo a las paritarias, como plantean los compañeros de la alimentación, por un salario mínimo igual a la canasta familiar, indexado por la inflación, exigiendo terminar con el impuesto a las ganancias, aplicado sobre el salario de los trabajadores. Por la nacionalización de los ferrocarriles y todo el transporte bajo gestión obrera y comités de usuarios populares. Nacionalización de todo el petróleo y el gas, bajo gestión obrera. Monopolio estatal del comercio exterior y expropiación de la banca especuladora, por el no pago de la deuda y la creación de una banca estatal única y bajo gestión obrera.
Con esta perspectiva y para levantar este programa anticapitalista, se reunirá en el Estadio Cubierto de Ferro, la Conferencia Nacional de Trabajadores, convocada por el PTS, el próximo 8 de Julio. Allí debatiremos también, junto a lo más destacado de la vanguardia obrera clasista a nivel nacional, los métodos y la estrategia para construir un partido de trabajadores revolucionario(Ver páginas centrales).

31-05-2012