Las batallas del PTS en el escenario nacional
El 19D pone a prueba qué “izquierda” tenemos que construir
14/12/2012
Los jueces que firmaron el escandaloso fallo que dejó libres a los responsables de la desaparición de Marita Verón, y los políticos patronales que los amparan (como los del PJ tucumano), no tomaron nota de que la situación del país cambió en los últimos meses. Seguramente no previeron que desatarían una enorme y masiva ola de repudio popular en todo el país. Los militantes y simpatizantes del PTS, junto a la agrupación de mujeres Pan y Rosas que siempre participó de la lucha contra el flagelo que sufren las mujeres con las redes de trata, estuvimos ahora en la primera fila de las acciones de repudio.
En el movimiento obrero, las diversas actividades que impulsamos los últimos días, convocadas por agrupaciones clasistas y Comisiones Internas donde participa el PTS son una pequeña pero sintomática demostración que algo está cambiando. En cinco actividades reflejadas en las páginas de esta edición (el Plenario de Agrupaciones de Trabajadores de la Ciudad de Buenos Aires, en la cena obrera realizada en Córdoba, en el pic-nic de fin de año de la Regional La Plata, en los actividades de fin de año de la Agrupación Bordó de Kraft y en el de la Comisión Interna de Donnelley) se reunieron más de 2000 trabajadores y trabajadoras que mostraron avidez por debatir e intercambiar ideas con las decenas de referentes obreros de los más importantes procesos antiburocráticos y de la izquierda clasista. Muchos nuevos compañeros y compañeras se destacaron en estas actividades ya sea como organizadores o interviniendo en los debates.
El parazo del 20N, pese a la política de la burocracia, fue un reconocimiento de fuerzas por parte de la clase obrera, fragmentada por la precarización impuesta en los ’90 y mantenida por los gobiernos K. Este proceso profundo se expresa también en rebeliones de fábrica, como en la autopartistas Lear donde la asamblea obrera derrotó el intento de los dirigentes de SMATA de voltear a la Comisión Interna independiente por el “delito” de haber parado el 20N y luchado luego contra el intento patronal de descontar los premios.
El descontento de amplios sectores con el gobierno nacional, sin una oposición patronal que “mueva el amperímetro”, está dando paso a un lento pero sostenido cambio en la conciencia de decenas de miles de obreros y obreras, moldeada por la ideología neoliberal del individualismo y el consumismo. Hay terreno fértil para que avancen las ideas de la izquierda clasista, a partir del estado deliberativo que atraviesa a los sectores más avanzados del movimiento obrero, la disposición a la discusión política, el surgimiento de nuevos organizadores de las agrupaciones clasistas y un sinfín de anécdotas que solo es posible mensurar si, como nuestro partido, la izquierda actúa en el seno de la clase obrera.
Por eso, en esta nueva situación que se abre camino con desigualdades y ritmos aún difíciles de prever, la orientación para que las posiciones de los sectores clasistas aprovechen la oportunidad para ser escuchadas por amplias franjas de trabajadores expresa el carácter de la “izquierda” que queremos construir. Nuestra propuesta de participar con una columna antiburocrática, antipatronal y de la izquierda de la marcha del 19D es un importante ejemplo táctico de la batalla estratégica que está planteada. Al cierre de LVO, finalmente, la mayoría de los partidos y organizaciones de izquierda, se están sumando a esta iniciativa. Pero una intervención independiente el 19D abre una extraordinaria oportunidad de levantar con audacia nuestras posiciones no sólo en la misma marcha sino (y esto es fundamental) en la base del movimiento obrero. Nos proponemos llevar a centenares de fábricas, oficinas, establecimientos, escuelas, etc., la “novedad” de que existe un sector del movimiento obrero opositor al gobierno pero no alineado ni con Moyano/Scioli, ni con Barrionuevo/De La Sota, ni con Micheli/Binner, que en la marcha formará una “cuarta columna” defendiendo la necesidad de un plan de lucha votado en asambleas, en defensa de los intereses del conjunto de los explotados y oprimidos, por la independencia política de los trabajadores.
Los cambios que comienzan a operarse a pocos días del 11° aniversario del 19 y 20 de diciembre ponen al rojo vivo la relación entre la “izquierda” y la clase obrera. Hablar de “izquierda” en general constituye una trampa, ya que puede dar lugar a la ilusión de un desarrollo de organizaciones que llevan sus ideas “desde arriba” ocupando espacios electorales y defendiendo un programa sin fuerzas materiales que lo encarnen. Este tipo de izquierda, tan de “moda” a nivel internacional (el caso paradigmático es el NPA de Francia), termina fracasando en la impotencia para enfrentar las crisis y ataques capitalistas, o adaptándose a ellos. Los que impulsan esta perspectiva no creen que la clase obrera pueda transformarse en un verdadero sujeto de emancipación. Nosotros, por el contrario, creemos que un partido de izquierda sólo será poderoso si su desarrollo “por arriba” es expresión de la conquista “por abajo” de influencia orgánica, militante, en sectores del movimiento obrero y la juventud, bregando en cada combate parcial de la lucha de clases y también en los procesos electorales para que el programa y las ideas de los revolucionarios vivan en fracciones conscientes de la clase obrera. Porque, claro está, no hay partido sin programa, pero este no es nada si solo se declama. Por eso, desde el PTS bregamos con todas nuestras fuerzas para conquistar posiciones en sectores claves de la industria y los servicios, entre los sectores más explotados y oprimidos de los jóvenes y las mujeres trabajadoras. Ese es el desafío, si de lo que se trata es de avanzar hacia la construcción de un partido revolucionario de combate que haga honor a su nombre. El mandato que asume hoy Raúl Godoy como diputado provincial del FIT en Neuquén estará al servicio de esta perspectiva.
Así como es imposible construir una izquierda de la clase obrera de espaldas a las organizaciones de masas justificando por el carácter parasitario de la burocracia, también lo es adaptándose a los procesos tal cual se dan sin combatir en su interior por nuestro programa, métodos y nuestros fines políticos, contra la direcciones burocráticas. Como lo demostramos en el paro del 20 de noviembre es posible participar de todo frente único que tonifique las fuerzas de la clase obrera y, al mismo tiempo, mostrar un camino independiente.
En los días que restan hasta la marcha del 19D, nos proponemos llegar a centenares de lugares de trabajo para dialogar con miles de trabajadores, llamando a su vez a toda Interna, delegado, corriente política o sindical independiente de las direcciones burocráticas de la CTA y las CGT, y las fuerzas del FIT, a sumarse a la columna del sindicalismo combativo y de las corrientes que impulsamos el FIT.