El mismo gobierno que denuncia el espionaje de la Armada contra la Ministra Garré, envió a los espías de la SIDE a Santa Cruz a perseguir a los petroleros y al pueblo de Las Heras. El mismo gobierno que decreta feriado nacional el 24 de marzo, mantiene 300 gendarmes en el norte de su provincia que entran en los pozos petroleros para impedir las huelgas, y bajo su amparo la policía y grupos especiales allanaron domicilios y encarcelaron a 18 luchadores obreros y populares, entre ellos delegados petroleros.

La clase trabajadora está en deuda con los petroleros y el pueblo de Las Heras. Si fuera por las conversaciones de Moyano y la CGT con la Ministra Miceli ni siquiera se habría logrado una tibia medida como la suba del “mínimo no imponible”. Fue gracias a Las Heras que medio millón de trabajadores fueron liberados del impuesto al salario. Pero, en cambio, los petroleros están presos de un régimen represivo sin obtener sus demandas. Ellos quieren terminar con la precarización laboral que sufren bajo el convenio de UOCRA y tener mejores condiciones de trabajo, como los petroleros. Este es otro gran reclamo nacional. ¿No se necesita terminar con la situación del 45,5% de los trabajadores argentinos que está en negro según las propias cifras oficiales? ¿No es por luchar contra la precarización laboral que la juventud de Francia está conmocionando Europa y exige la huelga general a los sindicatos?
Kirchner militarizó Las Heras para defender a las petroleras que como Repsol obtienen 4.390 pesos de ganancias por minuto en el norte de Santa Cruz. Y para todo el país, preparan una ley para limitar el derecho a huelga. Bajo este gobierno y en esta democracia para ricos, los grandes empresarios que en el 76 fueron los principales instigadores del golpe militar, preservan intacto su dominio de clase.

El presidente reconoció que hubo “apremios ilegales” -es decir, torturas- por parte de la policía en Las Heras, pero que fueron “excesos”. Declaró esto recién cuando el hecho salió a la luz, a pesar del escandaloso cerco informativo, gracias a los familiares de los detenidos, los organismos de derechos humanos no oficialistas y todos los que estuvimos desde el inicio junto a Las Heras. Pero estos no son “excesos” sino el accionar permanente de la policía brava de Santa Cruz, ya denunciada por torturas a los desocupados años anteriores, y una consecuencia directa de la política presidencial de intervenir la provincia y de las órdenes de la justicia. Tanto es así que la “nueva” Corte Suprema que Kirchner vendió como “progresista”, con jueces puestos por él como Zafaroni o Argibay, rechazó un habeas corpus presentado por abogados de organismos defensores de los derechos humanos contra esas detenciones.

Democracia para ricos

El gobierno prepara una ley o decreto para anular los indultos de Menem, que significará cargar contra militares genocidas ya fuera de actividad. Pero la continuidad con lo hecho por Menem está en el rol asignado al ejército ya desde los años ’90 dedicado a las misiones imperialistas de la ONU, como la que actualmente cumplen en Haití de la mano de EE.UU., mientras que de la represión interna se encargan las policías y la Gendarmería Nacional.
Kirchner quiere mostrar que, a 30 años del golpe, los militares se subordinan al poder político y a las “reglas de juego de la democracia”. Pero esa no es su obra sino producto de la debacle del “partido militar” después de la caída de la dictadura y la derrota de Malvinas. La denuncia contra el espionaje de la Armada no quiere decir que este gobierno disuelva todos los organismos de espionaje como reclamamos. Por el contrario, el presupuesto de la SIDE ha aumentado, sólo que es Kirchner y el Ejecutivo quienes lo centralizan. La verdadera cuestión es que, bajo el régimen de la democracia para ricos, se mantiene lo esencial de los objetivos económico-sociales del golpe del ’76: la dominación del país por el imperialismo y los grupos económicos concentrados, para lo cual “la banda de hombres armados” que es el Estado, necesitó aplastar el ascenso de la clase trabajadora y el pueblo.

Las proclamas de Kirchner contra la oligarquía ganadera alrededor de los precios de la carne, oculta que es este gobierno el primero que los benefició con su “modelo” de “dólar alto”, un “neoliberalismo de 3 a 1” que favorece a los grupos agroexportadores, los salarios bajos y más de un tercio de la población en la pobreza. La rescisión del contrato con la francesa Suez por el servicio de agua, lejos de mostrar “soberanía”, es una decisión que la empresa ya había tomado en setiembre del año pasado porque para ellos el negocio no es ya rentable. Ahora, el Ministro De Vido abrirá el negocio para las obras de infraestructura (que Suez no realizó) a sus amigos de la “patria contratista” (subsidios estatales mediante) como Benito Roggio y otros popes de la Cámara de la Construcción, y luego, ya nuevamente rentable para “los inversores”, volverán a reprivatizarla. Y allí donde las privatizadas siguen dando enormes ganancias, como las telefónicas, Kirchner no sólo ha continuado si no que profundizó lo hecho por Menem: Telefónica y Telecom pasaron del status de concesionarios a propietarios de toda la red de comunicaciones. Para no hablar de las “relaciones carnales” del presidente con Repsol y las petroleras desde el menemismo cuando fue firme impulsor de la privatización de YPF en su provincia. Claro que como Kirchner, desde que era gobernador ya pensaba en “la gente”, aseguró para la caja recaudadora del Estado una fuerte comisión (y es de suponer que también para la burocracia del Estado) en concepto de ventas de acciones de YPF y regalías petroleras. Kirchner defiende haber girado los fondos de esa recaudación al exterior en los ’90, lo que sin duda dio dividendos al Deutsche Bank y al Credit Suisse que le guardó unos 550 millones de dólares. Recientemente, el ahora ex gobernador Acevedo había anunciado que una parte de esos fondos, unos 400 millones, fueron “repatriados” y están ahora en el Banco de Santa Cruz. “Según una norma provincial de agosto pasado, el dinero que se traiga tendrá carácter ‘extrapresupuestario’, lo que confiere mucha más libertad a la gobernación para disponer de él” , dijo Página/12. Este fue un “ingrediente” de las internas de camarillas que se expresó entre Acevedo y el “cajero” De Vido.

Los analistas que suelen comparar al kirchnerismo con el frondicismo, que gobernó entre el ’58 y el ’62, deberían incluir este rasgo común entre “el señor 10%” (como se lo llamó a Frigerio, el ladero de Frondizi) y la élite de comisionistas de las grandes multinacionales que actualmente ocupa los cargos de gobierno en la Argentina.

Nuevas instituciones en germen

Contra el lloriqueo de partidos patronales como el ARI o la UCR que centran su oposición a Kirchner en que “no funcionan las instituciones de la democracia”, lo nuevo sigue siendo el protagonismo de la acción directa y de “nuevas instituciones” de democracia de base de los trabajadores y el pueblo. La Asamblea de Gualeguaychú que debía resolver sobre el corte de la ruta contra las papeleras fue mostrada por televisión, en contraste con las componendas diplomáticas y las negociaciones secretas entre los gobiernos de Uruguay y Argentina. La destitución de Aníbal Ibarra mostró la crisis de las viejas instituciones de la democracia para ricos y sus partidos, y la efectividad de la movilización directa de los familiares de las víctimas de Cromañon. Son las asambleas docentes en Neuquén las que resuelven la lucha por el salario y la unidad con los petroleros y su corte de ruta en Rincón de los Sauces, como lo hizo el cuerpo de delegados de los petroleros de Las Heras basándose en asambleas donde participaban tanto los que pertenecían al convenio petrolero como a la UOCRA. O el cuerpo de delegados y la asamblea general del Astillero Río Santiago que resolvió que el acto de conmemoración a los desaparecidos por el aniversario del golpe se haría sin la tutela de la gestión kirchnerista ni funcionarios del gobierno.

En esos gérmenes de democracia de los trabajadores y el pueblo, y su acción directa, está el camino para superar la democracia para ricos que quieren imponer como “el único sistema posible” desde la caída de la dictadura militar. Desde La Verdad Obrera participamos de las actuales luchas de los trabajadoes por el salario y las reivindicaciones económicas alentando para que se masifiquen las asambleas de base, que se extienda la recuperación de los cuerpos de delegados y de las comisiones internas en las empresas, que se coordinen y se autodefiendan las nuevas organizaciones ante la represión del Estado. Lo hacemos en la perspectiva estratégica de retomar el camino, truncado por el golpe de Videla, de los trabajadores que en el año ’75 construyeron las Coordinadoras Interfabriles y protagonizaron la primera huelga general contra el peronismo en el poder, y de construir un gran partido de los trabajadores socialista y revolucionario que esta vez conduzca a la victoria de un gobierno de los trabajadores y el pueblo.

Lo nuevo

El crecimiento económico sostiene, todavía, las amplias expectativas de las masas con Kirchner y la unidad burguesa en torno a su gobierno. Con ayuda de la burocracia sindical de la CGT esperan contener la lucha salarial en paritarias sin la participación directa de los trabajadores, incluso podrían volver a convocar en abril al desteñido Consejo del Salario junto a la UIA para intentar limitar los aumentos en una banda de entre el 10 y el 20%. No obstante, desde La Verdad Obrera (Nro 180, del 9 de febrero) anunciamos que desde la huelga y los piquetes de Las Heras podrían surgir “luchas duras” que superaran la contención del peronismo y que había que prepararse para ello. Ese pronóstico empieza a ser realidad.

En Rincón de los Sauces de Neuquén, otra comarca del petróleo, en el marco de un paro provincial de los docentes, los trabajadores petroleros bloquean la ruta. Semanas atrás, pequeños productores de Misiones, en la localidad de San Vicente, incendiaron la Municipalidad en reclamo de subsidios escamoteados por el intendente que debió huir del lugar. En San Pedro, en Jujuy, trabajadores municipales arrojaron piedras y quemaron varias zonas del edificio municipal en reclamo de la reincorporación de despedidos.

Estos nuevos datos de la realidad preocupan a la clase dominante y en una editorial de Clarín se dice que: “la reiteración de hechos como los señalados muestra que las actitudes violentas y destructivas se han convertido en un recurso habitual en la forma de encarar los conflictos, que surge muchas veces de grupos que, como sucede con los de trabajadores o vecinos, no están orientados al ejercicio de la violencia, como podría suceder con un grupo político extremista”. (21/03). El diario reconoce que no se trata de “conspiraciones” de “infiltrados” como acostumbra señalar el gobierno, sino que la violencia surge como una legítima necesidad de la propia lucha de “trabajadores y vecinos”.

La intentona de Kirchner fue aplastar la lucha de Las Heras para dar un ejemplo disciplinador a todo el país (lucha que todavía esta en curso) pero debió cambiar de táctica por la crisis que le abrió la renuncia de Acevedo y enviar allí a Hebe de Bonafini para intentar cerrar la enorme distancia entre los hechos y el discurso oficial cuando se cumplen 30 años del golpe. Más allá de la actual fortaleza gubernamental, la relación de fuerzas más general abierta desde diciembre de 2001 se expresa en forma recurrente.