Argentina - Editorial LVO N°539
El peronismo, las mafias policiales y la criminalización de la juventud
22/09/2013
El escándalo desatado por la narco-policía de Córdoba no es un rayo en cielo sereno. El reaccionario José De la Sota primero la defendió, pero después tuvo que soltarle la mano, haciendo renunciar al ministro de Seguridad y al jefe de la Policía cordobesa, apresando al jefe de Drogas Peligrosas y otros cómplices uniformados. Meses antes, similar revuelo se había armado en Santa Fe, donde la policía del gobierno que se dice socialista, no sólo mata pibes de los barrios pobres sino también maneja el muy rentable negocio de la droga. En todo el país la policía está al frente del gran delito, sea el narcotráfico, la trata, los desarmaderos de autos u otras “especialidades”. Al cierre de esta edición el PTS marchaba junto a organizaciones de derechos humanos y la izquierda en un nuevo aniversario de la desaparición de Jorge Julio López, el testigo contra el genocida Etchecolatz. Un caso en el que todas las sospechas recaen sobre la maldita bonaerense.
“Un hampa de uniforme”
En Página/12 Horacio Verbitsky retoma una frase de Rodolfo Walsh donde describe a la policía de la provincia de Buenos Aires como “una jauría de hombres degenerados, un hampa de uniforme, una delincuencia organizada que actúa en nombre de la ley. La secta del gatillo alegre es también la logia de los dedos en la lata” (15/9). Excelente denuncia. Lástima que quien la trae a la memoria lo hace para criticar al derechista gobernador bonaerense buscando despegar a la presidenta, cuando es ella –además de Scioli- quien impulsa la política reaccionaria de seguridad. Las parodias de “seguridad democrática” promovidas por Verbitsky, un ministro sin cartera que parece estar cayendo en desgracia, quedaron en el olvido. Gendarmería y Prefectura, convertidas por el “progresismo” K en las “fuerzas limpias de la democracia”, llevaron a la renuncia de la ministra Garré, promotora del espionaje de esos mismos gendarmes a los luchadores como lo demostró el Proyecto X, denunciado por la Comisión Interna de Kraft, organismos de DD.HH. y nuestra compañera del PTS y abogada del CeProDH, Myriam Bregman. En el barrio Zavaleta de Capital los vecinos marchan contra la Prefectura, que liberó la zona para que dos bandas “se maten entre ellas” con el resultado del asesinato del niño de 9 años, Kevin Molina. La oscilación entre el “garantismo” y el “meta bala”, derrotero de todos los gobiernos desde 1983, siempre terminó en crisis policiales, muchas veces violentas, protagonizadas por los “barones” del conurbano y sus negocios, cuando no por la misma “interna” peronista.
Sergio Massa propone “policías municipales” para darle la “seguridad” (y el manejo de fondos) a los intendentes, socios de la policía. Los radicales y sus amigos sojeros del FAP, también contemplan bajar la edad de imputabilidad, penalizando a la juventud. Todos amparan el “gran delito” policial y cargan las tintas sobre el “pequeño delito”, ése que es engendrado por la miseria y brutal desigualdad que promueve la sociedad capitalista donde unos pocos acumulan millones mientras millones no tienen donde caer muertos. Es la misma policía la que aprieta a los pibes para obligarlos a robar.
El slogan electoral del FPV fue “en la vida hay que elegir”. La designación del reaccionario Alejandro Granados al frente de la Seguridad bonaerense, la propuesta de bajar la edad de imputabilidad (disfrazada en el Congreso como “proyecto de ley penal juvenil”) y la ocupación de los barrios del Conurbano con la Gendarmería demuestran la “elección”: penalizar a la juventud y a los pobres y un manto de impunidad para las mafias policiales. Con Cristina “votás a los 16 y vas preso a los 14”.
No se trata de reformas ni de mano dura. La policía es irreformable y su participación en el crimen organizado expresa la descomposición del mismo Estado. Los que luchamos por acabar con este sistema de explotación y opresión sabemos, como dijera León Trotsky, que “todas las policías, ejecutoras de la voluntad del Estado burgués y de sus pandillas de políticos corruptos deben ser disueltas” y llamadas a ser reemplazadas por el pueblo autoorganizado y armado, única manera de hacer efectivo el poder constituyente del nuevo gobierno de los trabajadores. En el camino hacia ese objetivo estratégico, y ante la derechización de la política de seguridad, defendemos todas las garantías y libertades democráticas conquistadas por la movilización popular. Por eso marchamos contra el gatillo fácil, por el castigo a los culpables, por la aparición con vida de Jorge Julio López, contra la trata y la represión a los que luchan.
Se trata de minar el poder de fuego de estas instituciones represivas y desenmascarar su podredumbre ante la población. Los partidos patronales sólo buscan reprimir, regimentar y perseguir a la juventud. Por eso no sólo exigimos derechos políticos para los jóvenes sino el derecho a un trabajo estable y en blanco. El derecho a la educación pública y gratuita y a la recreación cultural. Esto arrancaría a nuestra juventud y al pueblo pobre de las garras mafiosas de la policía amparada por la justicia y los políticos patronales.
En SUTEBA La Matanza, a propuesta de nuestros compañeros del PTS de la Comisión Directiva se acaba de votar una campaña contra “la baja de edad de imputabilidad y la militarización de los barrios”. Un gran ejemplo que debemos extender a toda la provincia llevando esta campaña a otras organizaciones de los trabajadores y de la juventud.
La única izquierda
A poco más de un mes para las elecciones es delirante destacar como novedad que CFK, Scioli e Insaurralde aparecieron juntos en un acto en Chivilcoy. La foto marca una tregua en la crisis abierta en la coalición de gobierno tras la derrota en las PASO y es producto de una reunión, presidida por Carlos Kunkel, donde decidieron dejar sus diferencias y relanzar la campaña en la provincia. Al ascenso de Massa y la fuga de intendentes hacia el Frente Renovador (amén de la crisis de los gobernadores feudales kirchneristas por los magros resultados en todo el país), el gobierno responde girando a la derecha.
Pero no quieren dejar flancos abiertos. En su decadencia los K vuelven al doble discurso, aunque cada vez son menos creíbles. Carta Abierta y el ala “progre” del kirchnerismo dicen oponerse a la baja de la edad de imputabilidad y a Granados, mientras se entusiasman porque Cristina llamó por la TV pública a votar por izquierda al “proyecto”. La “colectora” de Pablo Ferreyra (hermano de Mariano) para la legislatura porteña sirve a tal fin. Puro cinismo cuando la misma CFK bendice el “operativo mano dura” que fortalece a la policía, esa que liberó la zona para que la patota de Pedraza matara a Mariano.
El programa del Frente de Izquierda exige la aparición con vida de Jorge Julio López y Luciano Arruga, la cárcel a sus desaparecedores y a los asesinos materiales y políticos de Carlos Fuentealba. Se pronuncia por la cárcel perpetua y común para todos los genocidas, para los responsables de los crímenes de la Triple A y los asesinos del gatillo fácil. Le dice no a la baja de la edad de imputabilidad, y que hay que echar a la Gendarmería y la policía de los barrios populares. Llama a anular la ley “antiterrorista” y el “Proyecto X” que espía e infiltra a las organizaciones populares, está por la disolución de todos los órganos de inteligencia.
Sumate a militar en la campaña para lograr una bancada en el Congreso y las legislaturas provinciales para fortalecer la lucha por defender las libertades democráticas amenazadas, los derechos de la clase obrera y la juventud y por una alternativa de los trabajadores.