El camino hacía la Conferencia de CNA
Entre el apoyo al gobierno represor y el creciente descontento y lucha obrera
14/12/2012
A mediadios de Diciembre se realizara en Manguang la conferencia del CNA, partido que gobierna Sudáfrica, que deberá elegir sus nuevas autoridades. La conferencia se da en el marco del creciente descontento de las masas y un enorme proceso de lucha y organización del proletariado minero que con huelgas y movilizaciones han sacudido el país en los últimos meses, y han comenzado un proceso de ruptura con el CNA.
Durante los últimos años se viene desarrollando un proceso de movilización y huelgas en el movimiento obrero sudafricano. A las importantes y combativas acciones de los trabajadores de la construcción en los años previos se suman ahora las huelgas en sectores centrales de la economía como la minería o en los últimos meses en las grandes granjas productoras de vid son una muestra del descontento obrero y popular en un país en el que la caída del apartheid no produjo cambios en las relaciones entre las clases. Por el contrario, la situación social de las grandes masas pobres incluso ha empeorado respecto de la época del apartheid, con el aumento de la pobreza, la desocupación (que afecta duramente a los jóvenes) y las malas condiciones de vida. Sudáfrica sigue siendo un país dominado por las grandes empresas imperialistas, una minoría blanca a la que se ha sumado una elite negra asociada a los blancos y al capital imperialista.
El surgimiento del descontento obrero y popular se da en el marco de la tendencia en declive de la economía sudafricana. La crisis mundial ha impactado en uno de sus principales sectores, la caída en los precios de los productos mineros y la menor demanda de los países compradores de estos productos (una parte de los países de la zona Euro) esta llevando el déficit comercial a niveles muy altos [1]. La respuesta a esto es un intento de incrementar la explotación obrera por parte de las empresas imperialistas y la aplicación de planes neo liberales que viene garantizando el actual gobierno de J. Zuma y el CNA como se vio en la represión a los mineros de Marikana que culminó con la muerte de 34 mineros producto de la acción policial. El CNA que era el representante de grandes sectores de la población negra y que con Mandela a la cabeza aparecía como el garante para terminar con el régimen del apartheid, pronto se asoció a la burguesía blanca y al imperialismo y es hoy el que vienen aplicando las medidas que benefician a los capitalistas.
El camino hacía Manguang y las contradicciones en el CNA
Tras 18 años, luego de garantizar que la salida del Apartheid no pusiera en riesgo al capitalismo sudafricano, la “la triple Alianza” entre el CNA, la COSATU (central sindical sudafricana) y el PC que gobierna el país está crujiendo. La respuesta del gobierno a los reclamos obreros y populares tiene como máxima expresión la masacre contra los mineros en Marikana y la aplicación de leyes del apartheid contra los manifestantes. Como expresa el burócrata de la COSATU Z. Vavi “Un cóctel de problemas socio-económicos ha creado bombas de tiempo, algunos de los cuales están comenzando a explotar en las olas de huelgas espontáneas entre la mina y los trabajadores del campo, ahora se está extendiendo a otros sectores, y continúan las protestas de la comunidad” [2] es lo que rodea la conferencia del CNA. Al parecer esta “triple alianza” no se ha percatado de estos problemas, Vavi se refiere a esto al decir que si la Conferencia prioriza las peleas de facciones, en lugar de dar una respuesta a la situación, se “podría convertirse en el lugar donde [3].
Los llamados de alerta por parte de dirigentes de la burocracia sindical y parlamentarios responden a que, mientras el camino a la conferencia del CNA se encuentra plagado de disputas internas por espacios de poder (disputas que han incluido el enfrentamiento armado entre fracciones), ni el gobierno de J. Zuma ni la dirección del CNA logran dar respuesta al descontento que está llevando a que sectores del movimiento obrero rompan con las direcciones de los sindicatos ligados a la COSATU como se vio en las huelgas mineras y el reagrupamiento de importantes sectores alrededor del AMCU como ya describimos en otras notas [4] o en la incapacidad de la dirección de la COSATU para “controlar” la lucha de los trabajadores rurales en la zona de Western Cape en pleno periodo de recolección.
Los años del CNA a la cabeza del gobierno para favorecer al imperialismo y la burguesía blanca, permitieron que surja un sector minoritario de la población negra (que incluye a los propios burócratas sindicales que se convirtieron en socios menores de las grandes multinacionales mediante el control de las empresas tercerizadas, como ocurre en el sector minero) que se benefició con el fin del régimen del Apartheid, pero para la mayoría negra (80% de la población) las condiciones sociales fueron las mismas lo que aceleró la experiencia pasado el momento de confianza luego de la conquista de los derechos civiles y hasta de un gobierno negro, pero no resolvió ninguno de los problemas democráticos profundos, estructurales ni sociales más acuciantes. El resultado fue que el imperialismo y sus monopolios sigan con sus grandes negocios, explotando a los trabajadores negros y expoliando los recursos naturales. Los guetos siguen existiendo en tanto barrios muy precarios casi sin agua ni luz eléctrica, sin gas ni cloacas eficientes. La pobreza incluso aumentó con respecto a décadas anteriores, afectando a más de la mitad de la población, lo mismo que la desocupación. Este “Apartheid social y económico”, es producto de que se ha mantenido intacta la estructura capitalista semicolonial del país, e incluso del desarrollo de una pequeña y nueva élite y burguesía negra que avanzó en una mayor entrega al capital internacional.
El surgimiento de sectores opositores dentro del mismo CNA encabezados por una parte de la burocracia sindical y dirigentes del PC buscan ubicarse preventivamente como una alternativa si el gobierno de J. Zuma y el sector del partido que lo apoya no logran dar respuesta, así lo muestra Vavi cuando plantea que lo central que debe discutir la conferencia de la CNA es “responder a la pregunta central de hoy: ¿qué se debe hacer y cómo puede la «segunda fase de la transición", como la han llamado, convertirse en una realidad?”.
Si esto no llegara a alcanzar, figuras como el ex dirigente de la Juventud del CNA J. Malema (que repudió la masacre de Marikana) directamente se posicionan como oposición pública a la actual política del gobierno. Malema ha encabezado actos con distintos sectores que se vienen enfrentando al gobierno como la AMCU y busca recuperar su posición en la dirección de la Juventud del CNA una disputa que puede costar el fraccionamiento de esta organización.
Y luego de Manguang...
Lo que está claro es que la conferencia del CNA y los resultados que ella tenga no lograrán resolver en lo inmediato la explosiva situación que vive Sudáfrica. Los reclamos obreros y de los sectores pobres de la población negra seguirán enfrentando la brutal represión policial, la persecución y el amedrentamiento por parte de las instituciones del estado. Las patronales de las empresas imperialistas o “nacionales” no están dispuestos a cumplir con las demandas de los trabajadores, el mayor ejemplo es la industria minera donde las principales empresas luego de tener que dar el aumento salarial que reclamaban los obreros, ya declararon que tendrán que recortar personal para mantener la rentabilidad ante la caída de los precios internacionales. Por su parte el gobierno del CNA con J. Zuma a la cabeza parece no querer cambiar su política, luego de la represión a los obreros mineros no dudo en acusar de “desestabilizadores” a los reclamos de los trabajadores y continuar con la persecución y la represión en este caso sobre la vanguardia de la lucha, esto es posible gracias a la complicidad de la burocracia sindical de la COSATU que se negó a llamar a una huelga contra las medidas represivas del gobierno.
Aunque no podemos medir los tiempos inmediatos, la crisis internacional que comienza a golpear la economía de Sudáfrica seguramente traerá más padecimientos a los trabajadores y el pueblo pobre. En sus próximos combates de clase, los trabajadores negros deberán desarrollar sus organizaciones, acabando con los burócratas sindicales devenidos en empresarios como los que dirigen la COSATU, que es garante del actual gobierno, deberá desarrollar la experiencia que le permita avanzar en el clasismo rompiendo con los partidos que llevan sus intereses detrás de la patronales imperialistas o nacionales. El desarrollo de la lucha de clases, los enfrentamientos con la represión probablemente hagan surgir una vanguardia que acelerara la experiencia y la ruptura de la CNA. En este camino la tarea de construir un partido independiente del actual CNA (y sus socios del PC) y de futuras variantes que busquen garantizar seguir manteniendo el saqueo y la explotación imperialista y sus socios nacionales, un partido capaz de dar una salida obrera a los padecimientos de millones de trabajadores y el pueblo pobre, un partido que plantee como perspectiva para resolver las demandas democráticas estructurales como la independencia del imperialismo y el reparto de la tierra entre los campesinos pobres, sólo pueden resolverse de forma íntegra y efectiva con la lucha por el poder obrero y popular.
El movimiento obrero negro ha surgido como un León que en la tranquilidad de la sabana anuncia con su rugido su presencia, esto ya estremeció a las patronales imperialista, la burguesía blanca y sus aliados.
13-12-2012