Venezuela
Frente al embargo de los activos de PDVSA por la Exxon Móbil
12/02/2008
Frente al embargo de los activos de PDVSA por la corporación imperialista Exxon Móbil
1. La acción emprendida por la corporación petrolera Exxon Mobil, abriendo acciones judiciales en las cortes de Estados Unidos, Reino Unido y Holanda, que decidieron el congelamiento de 12.300 millones de dólares tanto en cuentas bancarias como en activos de PDVSA en el exterior, no es más que una agresión imperialista a la soberanía de nuestros pueblos y a su legítimo derecho a disponer libremente de sus recursos naturales energéticos. El gobierno de los Estados Unidos ha salido en la defensa de los intereses de esta camarilla de explotadores imperialistas, bajo el cinismo descarado de que deben “respetarse los intereses” de las corporaciones petroleras, que no son más que los intereses al libre saqueo de las riquezas naturales de nuestro país. Pero más descarado aún, es el coro de voces oriundas de la oposición de derecha y sus “expertos” petroleros, que con un cinismo perverso, prácticamente actúan como voceros directos de los intereses de las grandes corporaciones imperialitas petroleras.
2. La transnacional Exxon Mobil no sólo es la principal petrolera del mundo y la compañía que más financiamiento otorgó para la campaña electoral de Bush, sino además es una empresa de gran influencia en la toma de decisiones en materia de política exterior de Estados Unidos. Al llevar ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a las Inversiones (CIADI), entidad que está bajo el mando directo del propio Banco Mundial, la Exxon y sus similares corporaciones imperialistas dejan claro que, ni los más tímidos intentos de regatearle sus robos descarados, serán permitidos. No cabe duda de que se trata de una acción intimidatoria de claro corte imperialista, orquestada entre tribunales internacionales en acuerdo con organismos financieros y de los gobiernos imperialistas. Los magnates de las corporaciones petroleras no son capitalistas corrientes. Habiéndose apoderado de las mayores riquezas naturales de nuestros países, sostenidos por sus billones y apoyados por las fuerzas militares y diplomáticas de sus centros imperialistas, hacen lo posible por establecer y someter a bien parecer a los pueblos en función de su rapacidad. Este episodio forma parte de la continua historia de agresiones de las corporaciones petroleras imperialistas contra los países semicoloniales productores de petróleo, y busca intimidar y condicionar el elemental derecho que tiene Venezuela, y el conjunto de las naciones oprimidas por el imperialismo, a ejercer el control de sus recursos naturales y estratégicos, derecho que defendemos en forma incondicional.
3. Frente a esta situación, la respuesta del gobierno de Chávez a través del ministro de Energía y Petróleo, y Presidente de PDSA, Rafael Ramírez, no es más que leguleya, y es la consecuencia del reconocimiento del derecho de las corporaciones imperialistas al arbitraje internacional impuesto en la década de los 90 para dirimir litigios sobre el destino de nuestros recursos naturales. ¿Y de qué clase de ley y jurisprudencia internacional estamos hablando? Nada más y nada menos, de la que arbitra defendiendo los intereses de los países imperialistas y que toma todas las medidas de carácter neocolonial en contra de la soberanía de los pueblos. Pero también es consecuencia de las tímidas medidas llevadas a cabo por el gobierno de Chávez, que tras la falacia de una “nacionalización” del sector petrolero de la Faja del Orinoco, lo que en verdad ha hecho no es más que convertir en socios del negocio petrolero, a las grandes corporaciones del petróleo, vía el establecimiento de las empresas mixtas, incluso pagando a nivel de las acciones de mercado los activos a las transnacionales para alcanzar la mayoría accionaria. Para muestra un botón: en el mismo momento que la Exxon tomaba estas medidas, el gobierno acordaba con la Total una “indemnización” de 834 millones de dólares (a ser pagados en petróleo) por la reducción de su participación accionaria de 47% a 30,3% en la exSincor, ahora PetroCedeño. ¿Es necesario pagar a estos expoliadores imperialistas cuando durante décadas y décadas han recuperado mil veces lo poco que invirtieron y que ya quintuplicaron las ganancias de sus consorcios, dejando a su paso miserias, destrucción ambiental, dependencia tecnológica y opresión política?
4. Las medidas que ha venido tomando Chávez en el área de los hidrocarburos, es claro que no tienen ningún carácter socialista, pero tampoco son siquiera consecuentemente antiimperialistas. Se mantienen por completo dentro de la legalidad burguesa para permitir que los pulpos imperialistas sigan operando, mediante la constitución de las empresas mixtas. Es necesario tomar medidas serias contra las agresiones y medidas intimidatorias imperialistas, y no simples declaraciones o reconocimiento de las cortes internacionales que jamás resolverán a favor de los pueblos. Como se ha comprobado, no puede haber liberación nacional asociándose a los capitales imperialistas. Bajo estas nuevas agresiones, la expropiación sin indemnización de todos los intereses imperialistas es el único medio efectivo para salvaguardar la independencia nacional y las condiciones elementales de cualquier soberanía, de la que tanto habla Chávez pero sobre lo cual no ha tomado ninguna medida seria. Por eso enfatizamos que es necesario levantar la lucha por una verdadera nacionalización sin indemnización de todas las industrias y empresas estratégicas bajo el control y gestión obrera. Desde nuestro punto de vista creemos que las estrategias políticas de Chávez no llevan al camino de la derrota del imperialismo, pues consideramos que no hay lucha seria contra éste sino se asume la “lucha antiimperialista” como lucha por la expropiación de todos sus intereses económicos y de todos aquellos sectores capitalistas nacionales que lo sostienen.
5. Los trabajadores y las trabajadoras de los países imperialistas deben tomar como bandera la lucha contra todas estas corporaciones, y en este caso específico, contra la Exxon Mobil, contra cualquier medida de confiscaciones de bienes de PDVSA, condenando estos ataques y presiones contra Venezuela, así como levantando bien alto la lucha por la expulsión de las empresas imperialistas de nuestro país y de toda América Latina. La clase obrera y las masas populares de América Latina deben tomar en sus manos la lucha por la recuperación de los recursos naturales y estratégicos de la región, luchando por su nacionalización efectiva e integral bajo gestión de los trabajadores. Con los altos precios actuales de los recursos petroleros y de otras materias primas que se producen localmente en el mercado mundial, estos recursos serían una herramienta formidable para la integración de los distintos países latinoamericanos, tarea que durante el siglo XX se han mostrado incapaces de realizar las burguesías locales. Defendemos el derecho de nuestro país como nación oprimida a su propia autodeterminación nacional, y decimos no a todo tipo de injerencia imperialista sean del tipo que sean. ¡Fuera manos del imperialismo de Venezuela!
6.Llamamos a los trabajadores y trabajadoras, a las organizaciones obreras, a los sindicatos clasistas, en particular a los compañeros de CCURA-Petróleo, ha emprender una amplia campaña y lucha decidida por la expropiación definitiva de todas las industrias estratégicas del país bajo el control de los trabajadores. Llamamos a la más amplia y activa unidad de acción en defensa del derecho de Venezuela a disponer de sus propios recursos naturales y energéticos. Llamamos a realizar todo tipo de acciones para enfrentar a los pulpos petroleros, el imperialismo y sus agentes locales. Los socialistas revolucionarios peleamos por la expropiación sin pago y bajo control de los trabajadores de todas las empresas estratégicas, en el camino de expropiar todas las grandes empresas, la banca y las industrias estratégicas, como la de hidrocarburos, en el camino hacia un gobierno de los trabajadores que planifique el conjunto de la economía en forma racional y al servicio de las grandes mayorías obreras y populares, acabando con la expoliación imperialista de las riquezas del país.
– Defensa del derecho de nuestro país a disponer de sus recursos naturales y estratégicos. Rechazo frontal y unánime frente a cualquier agresión o medidas intimidatorias a Venezuela por parte del imperialismo.
– ¡Nacionalización efectiva e integral del petróleo bajo gestión de los trabajadores! ¡Fuera las transnacionales y el imperialismo de Venezuela y América latina!
– Por la unidad de los trabajadores y las trabajadoras, campesinos y sectores populares oprimidos en la lucha por terminar con la opresión y expoliación imperialista.