Medio Oriente
Fuera las tropas de la ONU del Líbano
31/08/2006 La Verdad Obrera N° 202
Durante la última semana comenzó a implementarse uno de los aspectos centrales de la resolución 1701 de Naciones Unidas, referida al envío de tropas a la “zona de seguridad” en el sur del Líbano. La resolución, impulsada por Francia y Estados Unidos, hecha a la medida del Estado sionista, busca crear una fuerza para cubrir las espaldas a Israel, tras su fracaso militar. Las nuevas tropas de la ONU reforzarán a los 15.000 soldados del ejército del Líbano y al contingente de la UNIFIL (siglas en inglés de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano) presente desde 1978. Francia, Italia y el Estado Español aportarán los contingentes más importantes mientras que otros más pequeños serán enviados por Alemania, Grecia y Finlandia. Por si faltaran razones para probar que la resolución es escandalosamente pro-sionista, el Estado de Israel es quien define en última instancia quién participa o no de la fuerza internacional, vetando virtualmente a aquellos países que considera hostiles. Así lo muestran sus declaraciones contra Malasia e Indonesia (países de mayoría musulmana) que ofrecieron tropas, con los que Israel no tiene relaciones diplomáticas.
De esta manera, Chirac, Rodríguez Zapatero y Prodi se amoldan a las necesidades políticas y de seguridad de EE.UU., haciendo el trabajo sucio, ya que el ejército norteamericano está muy comprometido en la ocupación imperialista de Irak y Afganistán.
La semana pasada, el anuncio de Francia de que enviaría sólo 200 efectivos, generó preocupación en las filas imperialistas ya que es el país que liderará la fuerza internacional hasta febrero de 2007. Inmediatamente el presidente Chirac dejó en claro que no estaba cuestionando la presencia de tropas sino que “hubiera sido irresponsable tomar una decisión que pusiera en riesgo la vida de los soldados franceses” (Washington Post, 26/08). Una vez aclarado por Kofi Annan que las tropas podrán hacer uso de la fuerza en determinadas circunstancias, Francia confirmó el envío de 2.000 soldados.
Rodríguez Zapatero, que se prestigió con el retiro de las tropas españolas de Irak, y que durante las negociaciones se mostró como “mediador”, pidiendo repetidas veces un cese del fuego, no pensó dos veces antes de engrosar las fuerzas imperialistas con 1.000 soldados.
El gobierno de Prodi en Italia ya venía actuando como soporte del imperialismo yanqui en la primera ronda de negociaciones. En la fallida conferencia de Roma, su ministro de Relaciones Exteriores, Massimo D’Alema, había apoyado la moción de la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, de crear un “nuevo Medio Oriente”. Este gobierno que se proclama de centroizquierda y criticó (aunque no tomó ninguna medida) al ex presidente Berlusconi por comprometer a Italia en la invasión a Irak, anunció que enviaría el contingente más grande al Líbano, con hasta 3.000 soldados (mientras se suma junto a España a la intervención de Afganistán). Párrafo aparte merece el escandaloso silencio ante esta medida de Rifondizane Comunista, que demuestra así su total integración al gobierno de Prodi, y su paso con armas y bagaje al campo del social imperialismo. Rifondazione Comunista ya tuvo una actitud bochornosa durante el anterior gobierno de Prodi, negándose a retirarle apoyo parlamentario cuando éste enviaba tropas a detener el levantamiento de Albania de 1997 (cuya derrota permitió que avanzara la restauración capitalista).
La fuerza internacional de la ONU no es más que la legitimación de la intervención del imperialismo en Medio Oriente. Los que se aprestan a ocupar el sur del Líbano demuestran que cuando se trata de garantizar el orden reaccionario en la región no existen diferencias sustanciales entre ellos. Más que nunca es necesario pelear por el retiro de todas las tropas imperialistas, con o sin respaldo de la ONU, de todo Medio Oriente. Los estudiantes, jóvenes y trabajadores que se movilizaron contra la ocupación de Irak, y los que volvieron a manifestarse contra el ataque sionista al pueblo libanés y palestino, pueden jugar un rol activo oponiéndose a sus propios gobiernos para impedir el envío de tropas.
Fuera las tropas imperialistas de Irak, Afganistán, Líbano y todo Medio Oriente.