Contra los 67 despidos discriminatorios
Gestamp: la enorme lucha de los trabajadores despedidos
29/05/2014
El martes bien temprano 9 de los despedidos de Gestamp ingresaron a la planta. Corrieron hasta un puente grúa. La policía no logró agarrarlos aunque lo intentó.
Cientos de policías en la zona y dentro de la fábrica, la Gendarmería de Berni desplegada en la Panamericana amenazante, caballos, perros, camiones y carros hidrantes. Todo el poder de la represión no pudo con la inteligencia de 9 obreros que supieron burlarse de ellos y subir al punto más alto donde se refugiaron de los rabiosos gerentes, guardias de seguridad, la patota y los policías. Ahí, en la altura, se asentaron los 9 valientes compañeros.
Afuera, decenas de compañeros se ubicaban en los puntos elegidos para cortar el paso de todos los camiones que quisieran ingresar o salir de la enorme planta de Escobar. Al frente de los piquetes estaba otro grupo de despedidos. Así habían dividido sus tareas entre los de adentro y los de afuera, unidos en la misma lucha. ¡Y pensar que la burocracia del SMATA había dicho en la audiencia en el Ministerio de La Plata que no había conflicto! ¡Esa gente sí que sabe decir las cosas como son, con precisión!
A las pocas horas había tres piquetes instalados y los 9 compañeros hicieron que la planta se paralizara. Esto llevó a la patronal a paralizar el resto de las plantas. El fiscal Facundo Flores, con el antecedente de haber pedido el allanamiento a un local de HIJOS, amenazó a los compañeros de iniciarles causa por coacción. No los amedrentó. En represalia se negaron a darles agua y comida. Los compañeros se mantuvieron igual. Por la tarde los piquetes se hicieron más fuertes y llegó la gran noticia de que VW había tenido que parar por la lucha de los compañeros. A la noche los despedidos consiguieron que les alcancen agua y luego muy poco para comer.
Tuvieron que caminar por las vigas poniendo en riesgo su propia vida para que el Fiscal y la empresa accedieran a darles algo. Pero la moral se mantuvo y aumentaba cuando de afuera se escuchaban los cantos y los bombos tocados por decenas de mujeres que llegaban al portón y el resto de los que fueron a dar su apoyo. Así se pasó la noche. Con frío, cubiertos con cartones pero con un orgullo enorme. Desde el miércoles temprano la policía empezó a amenazar con sacar un camión. La patota del SMATA se paseó por la zona para amenazar y dijo que iban a garantizar que salga.
Los piquetes se hicieron más duros y llegaron a ser 5 distribuidos por la planta. La policía habilitó una nueva salida rompiendo un alambrado y cortando árboles pero pronto se apostaron allí otros compañeros quemando gomas. Así la amenaza de represión quedó en nada. A la tarde la situación se hizo más tensa. Los compañeros llevaban casi un día sin tomar ni comer nada. A las 5 de la tarde llegó Elia Espen, Madre de Plaza de Mayo, acompañada por Victoria Moyano y Alejandrina Barry, nieta restituida e hija de desparecidos, junto a Cachito Fuckman de la Asocación ex Detenidos Desparecidos. Exigieron pasar y llevarles comida y agua a los despedidos. Al mismo tiempo un grupo de compañeras iniciaba una huelga de hambre en la puerta de entrada. La empresa no los dejó entrar, no los atendió. Quería quebrar a los despedidos por hambre y solo atinaron a atender a Elia Espen por teléfono. La bronca subía y se cantaba “Gestamp basura, venimos a avisarte que acabó la dictadura”.
Al rato un grupo de funcionarios del Ministerio de Trabajo provincial llegaba para intentar una negociación. Los militantes de DD.HH. les entregaron comida y agua para que se los alcancen. Dijeron que iban a hacer lo posible para que llegara a las manos de los despedidos. La empresa y el fiscal que habían dicho que había propiedad privada y eso los habilitaba a darles o no darles el alimento, debieron acceder ante el escándalo. La política aberrante de quebrar a los luchadores por hambre y sed había sufrido una derrota. El ánimo estaba mucho mejor y afuera se festejaba. Al caer la noche llega la noticia de que Ford tampoco iba a trabajar el jueves. VW determina que el jueves hay suspensiones porque no tiene insumos.
En TV salen informes de lo que se va convirtiendo en una gran batalla. El conflicto muestra lo que pasa en la industria automotriz, sale a luz que las empresas despiden a decenas de obreros cuando la crisis recién comienza pese a haber ganado millones. Pignanelli tiene que cambiar su discurso y fingir que está muy enojado porque “sus hijos” pueden ser despedidos. En Gestamp “sus hijos” luchan pese al SMATA de Pignanelli que llegó a mandarles una patota a la puerta de VW cuando querían denunciar su situación. El jueves pasado los compañeros volvieron con los obreros de Lear que también sufrieron la agresión, junto a más de 300 jóvenes y trabajadores y la patota tuvo que guardarse.
El piquete de afuera se llenó de trabajadores y estudiantes. Delegaciones importantes de Lear, Donnelley, Kraft, PepsiCo, STANI, Unilever, Siderca junto a docentes, del Rioplatense, Fate y otras fábricas se acercan. Son los compañeros que organizaron el Encuentro Sindical Combativo el sábado 24. El martes se hizo en el acampe una reunión de los integrantes del Encuentro de Zona Norte para discutir cómo apoyar la lucha. En el Encuentro se había votado como primera resolución apoyar esta lucha e ir al piquete desde el martes temprano. Y así se hizo. Clarín mostró el piquete con la bandera del Encuentro detrás de las gomas quemadas. Si tocan a uno, tocan a todos y en este caso todos somos Gestamp.
Es una lucha durísima pero se está dando con fuerza. Los despedidos que están adentro y los que resisten afuera son un orgullo para los luchadores, por eso trabajadores y estudiantes de Norte y la UBA llegan con su apoyo. Los militantes del PTS y su juventud están en primera fila como la organización política fundamental, ampliamente mayoritaria a la hora de garantizar los piquetes. Van cientos de nuestros militantes. Nuestro compañero Agustín Comas es uno de los abogados de los trabajadores.
Al cerrar esta edición la planta sigue parada, los trabajadores firmes y se hará historia cuando los dos grandes terminales automotrices que concentran 8.000 obreros paren sus máquinas gracias a esta gran lucha.
Los motivos para apoyarlos, sobran. Todo nuestro compromiso y apoyo militante está puesto al servicio de su triunfo.