El III congreso del NPA ha confirmado la decisión de los congresos locales de poner fin a la búsqueda de acuerdos electorales con las organizaciones del Front de Gauche (Frente de Izquierda).

Tribuna de la Plataforma 3 (A&R-CCR) del NPA Francia

En forma más general, el rechazo, por parte de dos tercios de los militantes, de la orientación defendida por la antigua mayoría constituye una buena noticia para todos aquellos que se pelean, desde hace años, contra una orientación polarizada por los acuerdos con los reformistas.

Sin embargo, el NPA sale de su congreso sin orientación ni dirección alternativa. Por nuestra parte buscamos por todos los medios reunir a los delegados de las plataformas 2, 3, 4 y 5 alrededor de algunos ejes de orientación mayoritarios alrededor de una declaración común de fin de congreso. Desgraciadamente, la plataforma 2 (P2) se negó a dar este paso. Con su 26% la P2 tiene así una gran responsabilidad sobre la probable profundización de la crisis de dirección en el próximo periodo, e incluso sobre el hecho de dejar a la antigua mayoría, aunque ha sido puesta en minoría, las manos libres para continuar llevando a cabo su política, especialmente a través de los portavoces y de la relación con los medios.

El 22% de los delegados del Congreso que representaban la plataforma 3, para evitar este escenario, desde vísperas del Congreso, propusimos sacar con la P2 una declaración sobre la base de una serie de puntos que ella misma había defendido en los congresos locales o en las instancias de dirección (independencia con respecto al reformismo en Francia, así como frente al gobierno de Syriza en Grecia, clarificaciones estratégicas parciales, mayor importancia a la intervención en la clase obrera, etc.) y durante el Congreso mismo aceptamos hacerle enmiendas al proyecto de declaración propuesto por ellos. Pero el rechazo de sus dirigentes a llevar hasta el final esta política y formalizar la derrota de la antigua mayoría los ha conducido a la más absurda de las paradojas.

En la medida en la que la plataforma 1 (P1) se negó a votar el proyecto de declaración de la P2 con nuestras enmiendas y las de la plataforma 5 (P5), los dirigentes de la P2 han retirado su texto. Más allá de nuestros desacuerdos con este texto, con la P5 hemos tomado la responsabilidad de someterlo a votación. Sin éxito, ya que la P2 ¡se abstuvo! Difícil de explicar a los militantes, como uno puede no votar finalmente una declaración que uno mismo ha escrito, en la que uno mismo ha integrado las enmiendas de otros y que uno mismo ha presentado al congreso. En lo que hace a la plataforma 4, estos camaradas han preferido mantener una ubicación testimonial hacia el debate del NPA, absteniéndose ellos también del voto de la declaración.

La dirección de la P1 propone apoyar al gobierno de conciliación de clases en Grecia y teoriza la existencia de “nuevos reformismos”, al ejemplo de Syriza y Podemos, que justificaría una actitud distinta de parte de los revolucionarios hacia ellos. A pesar de que esta orientación ha sido minoritaria y que se ha tomado una decisión positiva en relación a las próximas elecciones, la cuestión del rearme estratégico a partir de la experiencia del NPA y de una orientación centrada en la estructuración e intervención en la clase obrera y la juventud será decisiva para la construcción de un partido revolucionario.

Más allá de sus resultados en este Congreso, la P3 ha mostrado una coherencia y una homogeneidad crecientes, a la vez que estuvo abierta a acuerdos parciales con otras plataformas para hacer avanzar al NPA, como sobre la declaración o la campaña contra la unión nacional, votada muy ampliamente por el Congreso.

Pareciera que estos avances molestan a una parte de los miembros de otras plataformas, que han denunciado al hilo de sus intervenciones “las tendencias” y la izquierda del partido como responsables de todos los males del NPA. Estos mismos avances serán para nosotros un punto de apoyo para seguir peleando por la construcción de un NPA revolucionario, el que nuestra clase necesita.