Myriam Bregman, abogada del PTS y el CeProDH, explica la complicidad de Jorge Bergoglio con la dictadura, como parte del accionar general de las jerarquías eclesiásticas asociadas a los militares genocidas. Bregman pidió la declaración de Bergoglio en noviembre de 2010, quien declaró como testigo en el juicio por la Causa ESMA II, donde ella patrocinó a Patricia Walsh, hija del periodista desaparecido Rodolfo Walsh, y al colectivo Justicia YA!

- ¿Qué opinás de la desmentida que hizo el Vaticano la semana pasada de las acusaciones que pesan sobre la complicidad de Bergoglio con la dictadura, aduciendo una campaña de la “izquierda anticlerical”?

Es cierto que Bergoglio no tiene una causa abierta en Argentina y que sólo fue citado a declarar como testigo, no como imputado. Esa es una deuda del conjunto de la lucha de estos años por el juicio y castigo a todos los culpables de la dictadura cívico-militar: que se analicen de una vez por todas las responsabilidades civiles en serio. No basta con personas aisladas, como el caso de Blaquier de Ledesma, en Jujuy, donde recién se está avanzando. En el caso de la Iglesia, el conjunto de la jerarquía eclesiástica de entonces debería ser investigado por su rol fundamental en la dictadura.

Ellos dicen que Bergoglio fue citado sólo como testigo para no discutir de fondo por qué fue citado. Cuando se cita a alguien como testigo se supone que conoce los hechos. Y ahí ya no necesitamos irnos a la dictadura, podemos hablar del presente. Bergoglio en 2010, siendo el representante máximo de la Iglesia argentina, con todos los archivos de la Iglesia a su disposición (él mismo lo confirmó cuando le pregunté si de él dependía que tal o cual archivo se abriera o no) hizo uso de todos sus privilegios para contestar y dar la cara lo menos posible. Las responsabilidades del pasado se actualizan a la luz de la actitud que el actual Papa tuvo en ese momento para con las víctimas y sus familiares, cuando ni siquiera se molestó en ir a Tribunales.

- En la audiencia de 2010 él te respondió que sabía de la existencia de bebés apropiados desde hacía pocos años. Pero el caso de la hija de Elena de la Cuadra él lo sabía desde 1977.

Sí. Esa pregunta se la hice porque presencié el brillante testimonio de Estela de la Cuadra, la hermana de Elena, en el juicio contra el cura Von Wernich en 2007. Y porque además atamos cabos después de años de escuchar a tantos sobrevivientes y familiares. Estela cuenta que cuando su familia le relató a Bergoglio en el ‘77 que se habían enterado que Elena había tenido una beba en cautiverio y que se la habían dado a otra familia él los derivó, “vayan a hablar con Fulano”, y nunca más los atendió. Muchos años después vemos que a Bergoglio no se le mueve nada cuando se le pregunta, incluso llega a decir que entonces ni siquiera sabía del robo de bebés.

A eso se suma su responsabilidad actual, ya que no entregó uno solo de los archivos a los que dijo tener acceso. Y todo se complementa con lo propio de lo que se lo interrogó en la causa ESMA, sobre las desapariciones de Jalics y Yorio.

-Vos también participaste en 2007 del juicio al ex capellán de la Bonaerense ,Von Wernich, donde queda al desnudo el nivel de complicidad de la Iglesia con la dictadura

Aquel juicio fue el primero que sacó a la luz el verdadero rol institucional de la Iglesia. Los años de impunidad y las leyes de Obediencia Debida y Punto Final habían actuado para los militares pero también para los empresarios y la Iglesia, borrando directamente el rol que tuvieron en la dictadura. Cuando se reabrieron las causas, en 2003/2004, después de Etchecolatz y del “Turco” Julián le tocó sentarse en el banquillo a Von Wernich. Un cura en los centros clandestinos de detención, mucho más que un mero apoyo ideológico o que darle la comunión a Videla. Era una participación directa, utilizando la figura de cura para tratar de sacar información, torturar y actuar como un represor más.

- El sábado pasado la empresa Ledesma, responsable de “La noche del apagón”, publicó una solicitada saludando la elección de “nuestro Santo Padre Francisco”. ¿Qué reflexión te merece?

Además de esa solicitada, dos días antes en Córdoba, en medio del juicio por la causa La Perla, algunos represores aparecieron con un distintivo papal en la solapa. Son ejemplos de que estos personajes se sienten identificados con la representación que Bergoglio puede llevar como Papa a nivel mundial. Pero nosotros vamos a seguir denunciando, con las pruebas concretas que son irrefutables y no son sólo lo que “creemos”, como dicen desde el Vaticano.

- Este 24 de marzo, con esta nueva situación, ¿qué carácter adquiere la convocatoria del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia?

Desde el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos creemos que cada año debemos repensar la jornada de aniversario del golpe genocida, más incluso ahora que es un feriado impuesto desde el propio Estado. Además de marchar recordando a los compañeros desaparecidos debemos pensarlo como una verdadera jornada de lucha donde se reactualizan año a año las peleas que tenemos contra la impunidad y la represión. Los últimos hechos ocurridos, desde la represión de Macri con heridos de bala de plomo en la Sala Alberdi hasta las nuevas pruebas aparecidas sobre el Proyecto X, pasando obviamente por el rol de la jerarquía de la Iglesia en la dictadura, tienen que ser también parte de las banderas con las que marchemos. Ligando el homenaje a los 30.000 desaparecidos con las denuncias actuales lograremos que no sea una marcha más, sino que sea una movilización que dialoga con el conjunto de la sociedad que mira qué es lo que nosotros estamos denunciando. Así lo venimos haciendo y por eso la marcha se torna cada vez más masiva.