Entrevista a CHRISTIAN CASTILLO

¿Qué se puede esperar del nuevo gobierno de Cristina?

Es evidente que el gobierno sale de las elecciones con mucha fortaleza táctica. Pero el voto que, entre otros sectores, recibió de una mayoría de la clase trabajadora no es un cheque en blanco. Pasado el primer impacto de los resultados electorales, el gobierno tendrá que enfrentarse con el hecho que la crisis capitalista internacional ya empezó a golpear nuevamente en el país. La gestión de los negocios capitalistas implica que se deberán tomar medidas que afectarán a uno u otro sector que hoy se ampara bajo el gobierno. Las señales de toda la campaña fueron de seducción para los diferentes sectores de la clase dominante y también de traer para el bloque de gobierno a sectores del peronismo más conservador. El pase al oficialismo del gobernador electo de Chubut que era hombre de Das Neves, de Carlos Soria y de Felipe Solá, son las primeras señales de esto. Por otra parte hay que tener en cuenta que los tironeos con Moyano no necesariamente apuntan a desplazarlo de la CGT por un burócrata con menor juego propio...

¿Cómo es eso?

Y, que Moyano actúe como garante de la contención de las demandassalariales como pregona Boudou en las reuniones con los empresarios. Garante del tan mentado pacto social para de últimas hacer lo que dice Binner: que los trabajadores no luchen por mantener su poder de compra, sino que pierdan tras la inflación y los aumentos de tarifas.

¿Cómo se prepara el PTS para esta perspectiva?

Nos preparamos para un tercer mandato donde se choquen las expectativas de los trabajadores y la juventud explotada y oprimida con la orientación política de un gobierno que es gerente de los negocios capitalistas. Nos preparamos para intervenir activamente en las luchas de los trabajadores y los explotados buscando acelerar la experiencia política de la clase obrera con este gobierno.

¿En este marco, qué significan los más de 600 mil votos al Frente de izquierda?

Implican un importante reconocimiento de una franja minoritaria pero muy significativa de los trabajadores y la juventud, tanto obrera como estudiantil. Y no hablo sólo de la campaña electoral de las primarias y las generales, sino también a la intervención activa de la izquierda que tuvimos en las principales luchas de estos años, como los diez años de gestión obrera de Zanon, la gran huelga de Kraft de 2009, la pelea de los tercerizados ferroviarios, los combates del subte, las movilizaciones por la aparición con vida de Julio López, las tomas y luchas de los estudiantes universitarios y secundarios, por sólo citar los casos más resonantes. También por haber mantenido una posición de independencia de clase frente al gobierno como frente a la oposición patronal. El apoyo recibido es muy significativo porque frente a la crisis de la oposición derechista el FIT se posicionó durante la campaña electoral como una alternativa de independencia de clase golpeando por izquierda al kirchnerismo.

Hubo varios intentos de unir a la izquierda desde el ‘83...

A diferencia de acuerdos electorales como fueron el Frente del Pueblo, 1985, o las distintas variantes de Izquierda Unida que no eran alternativas clasistas y donde uno de los principales componentes era el Partido Comunista que hoy terminó con el kirchnerismo y antes fundó el Frente Grande con Chacho álvarez, el programa de 22 puntos del FIT continúa la línea de los que suscribimos en 2007 y 2009 en los frentes que desde el PTS integramos con el MAS e Izquierda Socialista y plantea la independencia política de la clase obrera frente a las diversas variantes patronales, una serie de reivindicaciones inmediatas y transicionales, y la lucha por un “gobierno de los trabajadores y el pueblo impuesto por la movilización de los explotados y oprimidos”, “por la unidad socialista de América Latina, por el socialismo internacional”, sobre fundamentos internacionalistas y antiimperialistas, como por ejemplo denunciando la intervención de la OTAN en Libia, pero a la vez sin que esto signifique dar apoyo al reaccionario régimen de Kadaffi, como hicieron los sectores vinculados al castrismo y al chavismo.

Muchos han destacado la campaña militante del FIT…

Así es. Sin dudas. ¿Quién sino la izquierda puede hacer una campaña persona a persona en los lugares de trabajo y estudio? Por ejemplo difundimos millones de volantes en todo el país con una “Declaración frente a la crisis capitalista”, con un programa para que esta sea pagada por los banqueros y empresarios y no por los trabajadores. Fue una campaña que realizamos articulada con los acontecimientos de la lucha de clases que se produjeron en estos meses. Durante las primarias, donde fuimos la única fuerza en batallar contra la reforma electoral proscriptiva, difundimos un spot en los espacios gratuitos de televisión denunciando la represión del gobierno a los que luchan, que incluía los recientes asesinatos de los que luchaban por la tierra en Jujuy a manos de la policía del gobernador kirchnerista junto al crimen de Mariano Ferreyra por parte de la patota de Pedraza, el de los QOM en Formosa por Insfrán y el del Parque Indoamericano por la acción conjunta de la Policía Federal y la Metropolitana. En la campaña hacia el 23 de octubre, junto a los spots donde destacamos distintos aspectos de nuestro programa que denuncian las condiciones de explotación que sufre el pueblo trabajador, denunciamos la persecución al Pollo Sobrero por parte del gobierno, en un spot donde dos televidentes ven la noticia de la marcha por el aniversario del asesinato de Mariano y la detención del Pollo y se dicen: “Y yo que pensaba que esto solo lo hacía la derecha”, una gran denuncia a la acción represiva del kirchnerismo. No fue casual que en los últimos días de campaña el FIT se concentrara en la muy importante movilización de lucha realizada al año del mencionado crimen del joven militante caído en la lucha contra la tercerización del ferrocarril. En el mensaje que transmitimos a millones lejos de generar ilusiones en que la realidad se podía cambiar con uno o más diputados, planteamos que la obtención de diputados de izquierda tenía el fin de fortalecer la lucha en las calles por los reclamos de los trabajadores y la juventud y que nuestro desafío era construir una alternativa política de los trabajadores en todo el país. Superamos el piso proscriptivo en las primarias para la fórmula presidencial y en 10 provincias con una gran denuncia al régimen, y aprovechamos los espacios gratuitos conquistados para difundir aspectos centrales del programa del Frente en forma mucho más clara que las anteriores experiencias de 2007 y 2009. En síntesis: en momentos donde primó el conformismo social, la pasividad en la acción de masas y el gobierno ganaba espacios, hicimos una utilización de la agitación electoral para fortalecer la conciencia política independiente de la clase obrera.

¿Qué importancia tiene lo conquistado por el Frente de Izquierda?

El período que estamos viviendo a nivel internacional está signado por la crisis capitalista. ¿Esto qué significa? Que por delante nos vamos a enfrentar agrandes convulsiones políticas y sociales. La manera de ser consecuentes con el carácter histórico de la crisis que enfrentamos, más allá de los ritmos con que impacte en el país, es aprovechar estos momentos para dar pasos en función del objetivo estratégico de construcción de un fuerte partido revolucionario de la clase trabajadora, como parte de la reconstrucción de la Cuarta Internacional. Dentro de esta estrategia, el PTS viene sosteniendo desde hace años la importancia de conformar bloques electorales de las fuerzas que nos reivindicamos de la izquierda obrera y socialista para agitar un programa en común contra las distintas expresiones políticas de la burguesía. Así lo hicimos en 1995 y en 2005, 2007 y 2009, y ahora se ha sumado el PO con lo que ahora sí estamos las principales fuerzas de la izquierda obrera y socialista. Esto que para nosotros es una continuidad, en un plano superior, de aquellas experiencias, permitió concentrar en candidaturas comunes a las fuerzas que nos reivindicamos de la izquierda clasista, fortaleciendo la disputa política contra el gobierno y todas las variantes patronales. Sólo el grupo que conserva el nombre del MAS decidió condenarse a la automarginación y a la decadencia política por problemas de cargos y no integrar el FIT.

¿Qué desafíos se plantea el PTS para el Frente de Izquierda en este periodo posterior a las presidenciales?

El FIT logró la simpatía de una franja importante del pueblo trabajador, no solo de los que nos votaron sino también de quienes no lo hicieron pero nos escuchan con respeto. Desde nuestro punto de vista, este capital político tenemos que ponerlo al servicio de ver qué pasos podemos dar en común entre los integrantes del frente, y los distintos compañeros y agrupamientos que han adherido al mismo, en la construcción de corrientes clasistas para arrebatarle los cuerpos de delegados, comisiones internas y sindicatos a la burocracia sindical y de un gran partido revolucionario de la clase obrera, incluyendo la agitación por formas transicionales que lleven a este objetivo como podría ser un Partido de Trabajadores. ¿La continuidad del FIT debe limitarse a sacar declaraciones ante hechos políticos o, como creemos nosotros, debe tratar de expresarse en la intervención común en la lucha de clases y en avanzar en hacer los debates necesarios que permitan ver si hay condiciones o no para avanzar en la construcción en común de un partido revolucionario? Como le dijimos a los compañeros de la dirección del PO e Izquierda Socialista, apoyamos un acuerdo táctico de agitación política contra el gobierno y todas las variantes burguesas, pero, más allá que en los próximos dos años no habría elecciones, creemos que debemos decir con toda claridad a los cientos de miles que han votado por el FIT que la tarea que tenemos por delante es probarnos en los duros combates que se avecinan, que es el único terreno en el que podremos avanzar en forjar el partido revolucionario sin el cual no podrá concretarse el gobierno de los trabajadores que comience la construcción del socialismo, como reivindicamos las fuerzas que componemos el FIT, y al que sólo podremos llegar mediante la revolución obrera y socialista. No ignoramos que esto implica desarrollar discusiones programáticas y estratégicas sobre los acontecimientos nacionales e internacionales entre nuestras organizaciones y otros agrupamientos que han adherido o apoyado al Frente de Izquierda. Pero, mientras seguimos interviniendo en común como FIT en todo lo que acordemos, ¿por qué no realizar estas discusiones indispensables para la construcción de tal partido revolucionario de cara a toda la vanguardia que hoy se referencia con el Frente?

27-10-2011