Arabia Saudita
La monarquía saudita teme que lleguen las protestas
03/03/2011
A casi un mes de la caída de Hosni Mubarak en Egipto, siguen extendiéndose las protestas en el mundo árabe. Si el régimen de Mubarak representaba un aliado clave para Estados Unidos en el Norte de África, Arabia Saudita lo es en la península arábiga. Con movilizaciones en sus vecinos Yemen y Bahrein, el imperialismo y la monarquía saudí temen que estallen las protestas al interior del reino.
La monarquía de Abdullah viene actuando de forma preventiva, aumentando el gasto social y anunciando la creación de empleos y viviendas. La monarquía saudí, de origen sunita, busca especialmente evitar que lleguen las protestas desde su vecino Bahréin, donde su población mayoritariamente chiita (70%) mantiene las movilizaciones desde el 14 de febrero y exige mayores libertades y mejores condiciones de vida. En Bahréin, luego de la represión de las marchas contra el régimen de Al- Khalifa, 100.000 marcharon el 22/2 y el régimen, en pos de atenuar las protestas, liberó a más de 300 presos políticos para acelerar una negociación con los partidos de oposición.
Si bien en Arabia Saudita los chiitas son minoría, son mayoritarios entre los trabajadores de la estratégica zona petrolera del Este del país, lindante con la pequeña isla de Bahrein. El temor a que el polvorín de Bahrein se extienda a Arabia Saudita hizo que los bonos de este país se desplomen hasta su nivel más bajo desde 2008, lo que ha generado mucha preocupación por tratarse del exportador de petróleo más grande del mundo (Financial Times, 2/3/2011). Muestra de este ánimo es la protesta de trabajadores de la construcción (muchos de ellos extranjeros) por las malas condiciones laborales, los bajos salarios y las arbitrariedades patronales.
A pesar de las medidas preventivas de la monarquía saudí, la detención del clérigo chiita, Tawfiq al-Amir, puede generar revuelo entre la comunidad chiita del país. Un organismo de derechos humanos denunció la detención del clérigo después de haber pronunciado un sermón el viernes 25/2 donde había exigido la conformación de una monarquía parlamentaria. Además de la preocupación que representa para la monarquía la inestabilidad en la región donde se concentra la minoría chiita, el régimen teme que esto active también las demandas que vienen haciendo sectores sunitas que piden reformas políticas. A esto se suman los problema de la monarquía en para resolver la sucesión en el poder.
Por ahora, solo se conoce una convocatoria menor para el 11/3 por reformas democráticas (convocada aparentemente por sectores sunitas).