Huelga en el sector público
Luego del Mundial asoma la verdadera Sudáfrica
02/09/2010
El ambiente alegre que se vió en Sudáfrica durante el Mundial es cosa del pasado. La hipocresía que trataba de ocultar las paupérrimas condiciones de vida de la población en la economía más grande del continente más pobre del globo quedó expuesta por la acción de los trabajadores estatales, que han paralizado las instituciones educativas y de la salud en todo el país. Desde el 18/8 un total de 1,3 millones de trabajadores del sector público de Sudáfrica están en huelga exigiendo un aumento salarial del 8.6% y un incremento de 1.000 rands (137 dólares) en la asignación para la vivienda.
El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, del partido mayoritario CNA (Congreso Nacional Africano), que gobierna en coalición tripartita con el COSATU (Confederación de Sindicatos Sudafricano) y el SACP (Partido Comunista Sudafricano), enfrenta una oleada de huelgas que, por su magnitud, ha puesto en peligro dicha alianza.
Sudáfrica es la economía más grande del continente africano y entró en recesión en mayo de 2009 luego de una gran caída en la minería, la principal actividad económica del país. Sin embargo, y pese a la crisis, el sector de la construcción se vio beneficiado con el enorme programa de inversión gubernamental que significó el Mundial de Fútbol de 2010.
La demanda de los trabajadores ha encontrado una violenta respuesta de parte del gobierno, que ha usado todos los medios para intentar derrotarlos. El ejército desplegó tropas para mantener abiertos los hospitales y envió equipos de médicos para “brindar” servicios a la población durante el conflicto con el fin de quebrar la huelga. El ministro de Salud a su vez llamó a que se alisten voluntarios para ayudar a limpiar los hospitales y cocinar para los pacientes. Junto a esto, se ha montado una campaña contra los trabajadores de la salud acusándolos de “asesinato” y de “dejar morir a los pacientes”. Frente a tal difamación los trabajadores salieron a responder que la muerte diaria de los enfermos no es una “novedad” ni consecuencia de la huelga, ya que Sudáfrica sufre el segundo nivel más alto de personas con el HIV/SIDA en el mundo (una de cada siete personas está infectada con el virus) y posee un alto índice de mortalidad infantil.
En otra muestra de su disposición a quebrar la protesta, el gobierno consiguió una orden judicial que impide a los huelguistas que bloqueen los edificios estatales y los insta a que vuelvan a sus puestos de trabajo. Esta medida aumentó las tensiones con el gobierno y los sindicatos desafiaron la orden judicial convocando a que otros sectores se plieguen a la huelga. Durante la protesta del 23/8 convocada por la COSATU, en la cual se movilizaron miles de trabajadores, la policía desató la represión contra los trabajadores de la salud en huelga con balas de goma, camiones hidrantes y gases lacrimógenos, con el resultado de trabajadores heridos.
El 26/8 las principales ciudades de Sudáfrica, Johannesburgo y Ciudad del Cabo, vieron sus calles colmadas de trabajadores estatales que marcharon con las remeras rojas de su sindicato y carteles con la consigna “¡Exigimos salarios dignos!”.
Las recientes acusaciones de gastos lujosos de los ministros y de corrupción en las altas esferas gubernamentales ha aumentado el enojo de los manifestantes que cantaban consignas contra Zuma. Ese mismo día, el secretario general de la COSATU, Zwelinzima Vavi, en un acto ante miles de trabajadores en Johannesburgo, llamó a ampliar la ola de protestas y convocó a una huelga nacional de 24 horas para el jueves 2/9 en apoyo de los trabajadores del sector público. Según Vavi los trabajadores del sector de la minería y de diversas fábricas manufactureras ya expresaron su solidaridad con la protesta del sector estatal.
Crisis en la alianza del CNA
El CNA está en el gobierno desde el fin del régimen del apartheid en 1994, cuando Nelson Mandela asumió como presidente con abrumadora mayoría bajo el principal eslogan “Una mejor vida para todos”. Sin embargo, a pesar de esa inmensa conquista democrática que representó el derecho a voto por primera para la población negra, y luego de 16 años de gobierno del CNA, la mayoría de las masas urbanas y rurales no ha visto una mejora en sus condiciones de vida.
Según datos de las Naciones Unidas el desempleo es casi del 30% y la expectativa de vida es de 50 años para los hombres y 53 para las mujeres, y 5,5 millones de personas viven en la pobreza. En los barrios populares la situación sigue siendo desesperante para la mayoría de la población, que no cuenta con agua corriente ni suministro energético y en muchos casos tiene que compartir un baño entre una decena de familias. Estas terribles condiciones de vida fueron telón de fondo de varias protestas, la última oleada en febrero pasado. No obstante, el gobierno, preocupado por su imagen en el exterior ante la proximidad del Mundial, logró aplacar las protestas.
La central COSATU, que organiza 2 millones de trabajadores, es la principal fuerza convocante de las huelgas, y al mismo tiempo es un sostén clave del gobierno del CNA al cual apoyó en la última campaña electoral bajo la consigna “Zuma presidente”. Sin embargo, durante la huelga la COSATU ha adoptado un rol opositor, que puede hacer peligrar la estabilidad de la alianza con el CNA. Luego de la multitudinaria marcha del 26/8 algunos sectores de la industria se plegaron a la huelga, como el importante sector del neumático, aumentando la presión sobre el gobierno. La COSATU amenazó incluso con no apoyar a los candidatos del CNA en las elecciones municipales del año próximo.
Luego de dos semanas de huelga y frente a la amenaza de que el país se vea completamente paralizado con ampliación del alcance de la huelga, empezaron a emerger fisuras dentro del CNA dado que un sector cuestiona la forma en la que Zuma se ha manejado durante el conflicto. Este sector, además, viene exigiéndole la implementación de un sistema de salud nacional y medidas contra la corrupción.
Ante esta crisis, el presidente Zuma, que busca poner fin a la huelga que ocasiona una pérdida de 135 millones de dólares por día, ha ordenado a sus ministros a que el lunes 30/8 vuelvan a la mesa de negociaciones con la propuesta de un aumento salarial del 7,5% y una asignación de vivienda de 800 rands (108 dólares). Al cierre de esta edición dos de los sindicatos más importantes de los sectores de la salud y educación han rechazado la oferta salarial. Sin embargo, la dirección de la COSATU le ha dado un respiro al gobierno ya que en medio de las consultas ha levantado la huelga de solidaridad que había sido convocada para el 2/9. Esta actitud deja en claro el papel de la COSATU como sostén del gobierno de Zuma usando su influencia en la base de los trabajadores para salir a su rescate en la oleada de huelgas más importante de los últimos años.
Muchos se preguntan cuál terminará siendo el real impacto de esta oleada de huelgas sobre el vapuleado gobierno de Zuma, que fue electo en mayo de 2009 con un amplio voto popular, pero enfrenta ahora protestas sociales y el abandono de una de las fuerzas de su alianza de gobierno. Golpeado por la crisis, escándalos de corrupción, pérdida del apoyo incondicional de la COSATU y una gran desilusión de las masas, el gobierno necesita restablecer las relaciones con los sindicatos. Para eso necesita el respaldo de la COSATU en la Conferencia política nacional del CNA que tendrá lugar a mediados de septiembre.
Las huelgas y protestas recurrentes, que se extendieron durante los últimos años, muestran la impaciencia de los trabajadores y el pueblo, que no ven mejorar sus condiciones de vida.
Las movilizaciones de los trabajadores estatales, formando una alianza con los sectores empobrecidos de la ciudad y las áreas rurales que se movilizaron durante 2010, muestran el camino para enfrentar la agenda neoliberal del CNA y avanzar en la resolución de los problemas más acuciantes de los trabajadores y el pueblo pobre.
Claves
– CNA: Congreso Nacional Africano, partido político de orientación socialdemócrata afiliado a la Segunda Internacional. Fue la principal fuerza durante la resistencia al régimen racista del Apartheid y está en el gobierno desde 1994 cuando Nelson Mandela asumió como presidente.
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Apartheid:
sistema racista separatista que gobernó Sudáfrica bajo una minoría blanca desde 1948 hasta 1994. Impuso una política de separación por medio de la cual los negros y los blancos tenían que vivir en distintos barrios, viajar en diferentes autobuses y hacer distintas filas, no podían bañarse en las mismas playas y las relaciones sexuales y matrimonio entre personas negras y blancas estaban totalmente vedadas por ley.