EL PAIS - 15-11-2011
Monti no logra tranquilizar a los mercados
15/11/2011
Persisten las dudas sobre Italia; España fue el país más castigado
Por Elisabetta Piqué | LA NACION
Ni el fin de la era del desacreditado Silvio Berlusconi ni la perspectiva de un gobierno encabezado por el reconocido economista Mario Monti, un tecnócrata, pudieron devolverles ayer la calma a los mercados.
En un nuevo y alarmante giro de la dramática crisis de deuda que sacude a Europa y mantiene en vilo al mundo desde hace meses, los mercados redoblaron su presión sobre Italia -que tiene una de las deudas más grandes del mundo, equivalente al 120% del PBI- y, por miedo a un contagio, volvieron sobre España, que fue blanco de un fuerte ataque pocos días antes de las elecciones generales del domingo.
Si el viernes por un momento pareció que había vuelto la euforia a las bolsas, que saludaron con optimismo el denominado "efecto Supermario" -la salida de Berlusconi y la virtual llegada de Monti-, ayer el escepticismo volvió a ser protagonista de las nerviosas finanzas mundiales, que evidentemente desconfían tanto de los tiempos como de los obstáculos políticos con los que podría comenzar a tropezar este respetado economista.
Tal como se preveía, Monti, ex comisario de la Unión Europea, de 69 años, inició su ronda de consultas con los diversos partidos, como ocurre habitualmente cuando se producen crisis políticas. Si bien se cree que el viernes su nuevo gobierno -que debería estar formado más bien por técnicos-, podría someterse a un voto de confianza en el Parlamento, todo indica que los mercados creen que ya no hay tiempo que perder.
Si bien fue positivo el "efecto Monti" en las plazas asiáticas, en Europa, donde quedó en evidencia que algunos vetos cruzados de la complicada política italiana podrían obstaculizar la formación del gobierno de Monti, sucedió todo lo contrario.
En medio de una renovada alerta por la crisis de deuda, la bolsa de Milán cerró en rojo (-1,99%) y arrastró a las demás plazas del Viejo Continente: París perdió 1,28%; Fráncfort, 1,19%; Londres, 0,47%, y Madrid, la peor, 2,15% (ver aparte).
"Lo que ocurrió en Italia y en Grecia es positivo pero el mercado se muestra prudente mientras no exista esta voluntad marcada en todos los países de Europa, en particular en Francia y en España" de adoptar medidas para luchar contra el peso de su deuda, observó Guillaume Garabedian, de Meeschaert Gestion Privée.
"Estamos viendo que ya no es el caso de Italia... se trata de un efecto contagio masivo", comentó Soledad Pellón, analista de IG Markets.
En este marco, dos malas noticias influenciaron a los inversores: el repliegue inesperado de la producción industrial en la zona euro durante septiembre y las perspectivas de una desaceleración cada vez más fuerte en las grandes economías mundiales, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Para los italianos, lo peor fue ver que, más allá de que "Supermario" ya comenzó a negociar la formación de un nuevo Ejecutivo, el tan temido spread, el diferencial de rendimiento entre los bonos italianos y los alemanes, volvió a subir.
En este sentido, cayó como un baldazo de agua helada el resultado de una subasta de bonos a cinco años del Tesoro italiano, en la que se colocaron 3000 millones de euros en títulos con una meteórica tasa de interés del 6,29%, la más alta desde 1997.
Pero eso no fue todo. La tasa de interés del título italiano a 10 años también volvió a dispararse hasta el 6,70%, y se acercó al famoso umbral psicológico del 7% -en el cual Grecia, Irlanda Portugal necesitaron el rescate-, que cruzó peligrosamente el miércoles pasado, en algo que determinó una aceleración inaudita de la crisis política italiana.
Algo parecido pasó con el bono español, que alcanzó el 6,11%. Estas altísimas tasas de interés contrastan con la de la deuda alemana, que cayó al 1,78% por la fuerte demanda de los inversores, que evidentemente los consideran los más seguros.
De hecho, el spread subió en Italia hasta los 492 puntos básicos, frente a los 456 en los que había cerrado el viernes, mientras que el diferencial de España batió un nuevo récord desde la adopción del euro, al llegar a 432 puntos básicos, muy por encima de los 396 con los que terminó la pasada semana.
Las consultas
"Estoy seguro de que la impaciencia de los mercados será templada por la racionalidad", dijo ayer Monti, que no se mostró alarmado por la situación. "Los tiempos [de la formación del gobierno] están siendo determinados por las vías políticas y parlamentarias", dijo, en una frase con la que intentó, en todo caso, echarle la culpa de la desconfianza de los mercados a las divisiones de las fuerzas políticas en cuanto a un amplio apoyo a su gobierno de emergencia. Recordó, en efecto, la reacción positiva que había habido la semana pasada ante la perspectiva de la salida del Cavaliere y de su llegada a gobierno.
Monti habló al concluir su primera jornada de consultas después de haber recibido, anteanoche, del presidente Giorgio Napolitano el encargo de formar un nuevo gobierno.
En su primera conferencia de prensa como "primer ministro in péctore " Monti llamó la atención por su perfil bajo y su estilo sobrio y educado, en las antípodas de Berlusconi.
El Cavaliere presentó formalmente su renuncia el sábado pasado, en medio de los abucheos y silbidos de miles de personas, después de verse obligado a dar un paso al costado, acorralado por los mercados y sin mayoría absoluta en la Cámara de Diputados.
"Trabajo para transformar las dificultades en oportunidades", dijo ayer Monti, que dejó en claro que si no tiene ese amplio apoyo que necesita para sacar a Italia del abismo renunciará al difícil encargo que le fue encomendado.
Y también dejó en claro que no aceptará un mandato relámpago, corto, sino que quiere que su gobierno dure hasta mediados de 2013 (lo que debía haber durado la legislatura de Berlusconi), y no menos, como algunos partidos insinuaron.