Estados Unidos
Obama es el candidato del Partido Demócrata
05/06/2008
Para un análisis más profundo de la situación en Estados Unidos ver
Claves N° 3 “Estados Unidos al fin de la era Bush”
El martes 3/6, luego de haber finalizado las tres elecciones primarias que restaban, el senador Barack Obama se transformó en el candidato demócrata para la presidencia. El establishment del Partido Demócrata, desde el ex presidente Jimmy Carter y figuras asociadas a su gobierno como Zbigniew Brezinsky, hasta la mayoría de los dirigentes nacionales y locales, que componen los alrededor de 800 superdelegados, han decidido su voto por Obama. De esta forma se puso fin a una campaña por la nominación demócrata inusualmente prolongada y ha comenzado la competencia por la presidencia con el republicano John McCain.
Después de 8 años de administración republicana, con dos guerras sin concluir -Irak y Afganistán- y una recesión económica en ciernes que ya se está comiendo cientos de miles de puestos de trabajo, además de las viviendas y los gastos de consumo de muchos norteamericanos, las expectativas en que un próximo gobierno de Obama signifique un cambio progresivo son altas, especialmente en un sector importante de jóvenes y la comunidad afroamericana. También se espera un cambio de la política exterior de Bush, caracterizada por el unilateralismo y el militarismo.
Pero Obama ya ha comenzado su campaña electoral presentándose como quien puede defender mejor los intereses de Estados Unidos y sus aliados en el mundo. A pocas horas de asumir su nominación como candidato presidencial, dio un discurso ante el principal lobby de la política norteamericana, el Comité de Asuntos Públicos Norteamericano Israelí (AIPAC por su sigla en inglés), donde reafirmó su “alianza incondicional” con el Estado de Israel y condenó a Hamas como “organización terrorista”. Y sólo criticó la guerra de Irak por haber puesto en riesgo la seguridad de EE.UU. e Israel. El cambio hacia una política más multilateral, si finalmente ocurre, responde a que un sector de la clase dominante cree que es la mejor forma para recuperar el terreno perdido y recomponer la situación de EE.UU. en el mundo, deteriorada durante la presidencia de Bush.
Además, Obama recibió el apoyo financiero de las principales firmas de Wall Street, como JPMorgan Chase o Citigroup. Aunque todavía faltan cinco meses para las elecciones, parece poco probable que McCain logre superar la mala imagen de Bush y los republicanos. Si Obama llega a ser electo presidente, las expectativas e ilusiones de millones de norteamericanos “que creyeron en el cambio” tarde o temprano se verán frustradas.