¿Suben precios? ¿Huelga de inversiones hidrocarburiferas? ¿Escasez de alimentos?

Colas de toda una noche para obtener azúcar, colas para obtener cemento, colas para el pan, colas para harina. Escasez y especulación de productos de primera necesidad, subida de precios del transporte, accesorios y en algunos casos por encima de un 30% para productos básicos de alimentos. Este es el escenario que quedó luego del fracasado intento de aplicar un feroz gasolinazo a los trabajadores y el pueblo el pasado 26 de diciembre. Fue necesaria la movilización espontanea de miles de trabajadores, cooperativistas, vecinos alteños, de las laderas de La Paz para que junto a la amenaza de bloqueos de caminos y la inminente movilización de mineros, el gobierno de Evo Morales de un paso atrás en la medida. Retiró el decretazo pero amenazó con aplicarlo en cuotas.

El fracaso de la política petrolera de Evo de asociarse con las trasnacionales

Esta situación es el resultado de una combinación peligrosa entre medidas neoliberales de nivelación de precios y resultados udepistas como son la escasez, la especulación y el encarecimiento de los productos de primera necesidad. El resultado es muy conocido ya para el pueblo trabajador: caída dramática de los salarios y de los ingresos de los artesanos, campesinos y pequeños comerciantes.

Es que el gobierno de Evo Morales y García Linera, lejos de haber cumplido con las aspiraciones democráticas y de los trabajadores alteños que protagonizaron la insurrección de octubre del 2003 hicieron todo lo contrario. No solo que le dieron mayoría parlamentaria a Carlos Mesa en el 2004 para aprobar la actual ley de hidrocarburos, sino que con la reformulación de los 44 contratos petroleros, convirtieron a las trasnacionales en socias, dejando en sus manos la producción petrolera y gasífera. Luego de 5 años de mentiras y campañas mediáticas millonarias, los trabajadores y el pueblo boliviano hoy han sentido en carne propia que nuestras reservas gasíferas y de líquidos se agotan gracias al boicot y la huelga de inversiones que realizan “nuestros socios trasnacionales”. Esta crisis energética en puertas, se la quieren hacer pagar a los trabajadores y el pueblo.

No es solo un problema de contrabando como los periodistas a sueldo del gobierno repiten. No. Es la constatación del fracaso de la “nacionalización inteligente” como la llamo García Linera. Pero nos solo es eso, sino que es la constatación que el actual gobierno prefiere hacerle pagar a los trabajadores todos los desfasajes económicos y no a los empresarios. No a los banqueros, no a las trasnacionales.

Desde la LOR-CI afirmamos que es urgente frente al encarecimiento del costo de vida, frente a los intentos de aplicar nuevos gasolinazos en cuotas como ya dijo “Qananchiri”, frente a los intentos de proteger a los empresarios afirmamos que debemos sostener un programa de acción para que esta crisis provocada por las trasnacionales socias de Morales y García Linera, la paguen los ricos. Hay que expulsar a las trasnacionales y al imperialismo, única manera de empezar a construir un país distinto al servicio de las grandes mayorías obreras, campesinas y populares.

Hay que coordinar las luchas y organizar la protesta de los de abajo para recuperar la COB Para imponer este programa, para que la crisis la paguen los ricachones, necesitamos recuperar nuestras organizaciones matrices. Las mismas hoy están en manos de dirigentes corrompidos desde el Estado. Ya no representan a sus bases de ninguna forma. Por eso el odio de muchos sectores frente al gasolinazo se manifestó apedreando y prendiéndole fuego a decenas de organizaciones sindicales hoy en manos de dirigentes completamente burocratizados. Necesitamos recuperar para los trabajadores de base estas instituciones y su infraestructura. Hay que unir a los que luchan, hay que organizar el descontento, hay que organizar las decenas de mujeres que día a día bloquean por azúcar, por harina o por agua (como en Cochabamba).

Hay que unir y organizar la protesta. Necesitamos imponer un congreso de delegados de base de la COB para adoptar un programa al servicio de los trabajadores y el pueblo, para unir a los que luchan y para imponer la consigna que ¡la crisis la paguen los ricos! No hay tiempo que perder. Los compañeros del magisterio urbano de La Paz, los mineros de Huanuni y otros sectores deben poner manos a la obra impulsando la intersindical nacional, sobre la base de delegados de base con mandato de asambleas de fábricas, escuelas, empresas y oficinas. Desde estas páginas de Palabra Obrera nos ponemos al servicio de esta urgente tarea.