Crisis económica europea
Rebelión estudiantil en Londres
17/12/2010
El 9/12 la ciudad de Londres volvió a vivir una agitada jornada de protestas cuando decenas de miles de jóvenes secundarios y universitarios marcharon al parlamento el día que se discutía la ley de aumento del arancel universitario, que treparía a casi 9.000 libras anuales (algo más de14.000 dólares).
Estudiantes de distintas ciudades del país se congregaron al mediodía en la sede del Sindicato de Estudiantes de la Universidad de Londres (ULU) y desde allí el multitudinario contingente de universitarios, secundarios, terciarios y docentes marchó por las calles centrales de Londres hacia el Parlamento. El gobierno y las autoridades querían impedir que los estudiantes se manifestaran en el Parliament Square –el predio frente a la casa legislativa– donde los estudiantes tenían planificado un acto de repudio a la ley en coincidencia con la discusión en el recinto. Sin embargo, antes de llegar al lugar programado para el acto los manifestantes se encontraron acordonados por miles de policías de la brigada antidisturbios, protegidos por el cuerpo de policía a caballo que buscaban evitar el paso de la marcha.
Los manifestantes decididamente siguieron su recorrido hasta encontrarse con una línea de barricadas de cemento y arena detrás de la cual se apostaba la brigada antidisturbios equipada con cascos, escudos y bastones y centenares de policías a caballo. La desigualdad saltaba a la vista: jóvenes, algunos de ellos de 12 años de edad, equipados tan sólo con pancartas, abrigos con capucha y zapatillas frente a hombres armados, camiones y caballos. Ante el reclamo de la juventud de tener acceso a la educación la respuesta del gobierno es la represión, que dejó un saldo de varios estudiantes heridos, uno de ellos de gravedad y 39 detenidos.
La juventud plebeya en las marchas
Un elemento a destacar en la marcha es la importante presencia de jóvenes secundarios de origen plebeyo y trabajador provenientes de los barrios y ciudades más pobres del país. La motivación en la determinación de los jóvenes sólo puede encontrarse en su perspectiva de un futuro de desempleo y sin acceso a la educación ya que el arancel de 9.000 es una suma imposible de pagar para cualquier hijo de trabajador. Otra medida prevista por el gobierno es la eliminación del subsidio educativo de 30 libras semanales (conocido como EMA por sus siglas en inglés) que reciben unos 650.000 jóvenes de 16 a 18 años de familias de bajos ingresos que están estudiando para que puedan terminar sus estudios secundarios y luego seguir una carrera terciaria o universitaria. Este cóctel de medidas reaccionarias, de ataque a la juventud más empobrecida es lo que explica la numerosa presencia de sectores de la juventud plebeya en las marchas.
El gobierno de la coalición de los partidos conservador y liberal, que cuenta en su gabinete con 18 millonarios educados en escuelas privadas exclusivas, la mayoría de los cuales no pagó un centavo para ir a la universidad, quiere que la juventud pague con su futuro el rescate de los bancos y la crisis capitalista. Pero bien dicen los estudiantes en sus carteles “No somos sus esclavos”.
La dirección estudiantil muy por detrás
Por su parte, la dirección nacional del sindicato de estudiantes (NUS) está muy por detrás de la situación y no expresa el espíritu combativo de las bases. El primer síntoma de este fenómeno fue la convocatoria del llamado a la conformación de la Campaña Nacional Contra los Aranceles y los Recortes (NCAFC por sus siglas en inglés) realizada por estudiantes universitarios independientes en febrero de 2010. Este colectivo se ha transformado en un centro organizador de las protestas durante los últimos meses y agrupa a los activistas de las universidades ocupadas en todo el país. Al poco tiempo del lanzamiento de esta agrupación, el SWP británico lanzó su propia campaña contra los recortes con la formación de la colateral Red de Activistas de la Educación (EAN por sus siglas en inglés). Lamentablemente esta iniciativa es una tendencia que evita que los estudiantes se organicen en un movimiento unificado necesario para barrer a la dirección burocrática estudiantil. La marcha del 9/12 fue impulsada por la NCAFC y la EAN y atrajo a más de 20.000 estudiantes mientras que la dirección del sindicato NUS convocó a una vigilia con velas a orillas del río, como decía un estudiante: “esta acción parecía más bien el entierro de la lucha y la aceptación de la ley”, pero sólo logró reunir 2.000 manifestantes.
La lucha continúa
Desde la masiva movilización estudiantil del 10/11 se han desarrollado una serie de ocupaciones de salas universitarias que reciben visitas solidarias de otras ocupaciones, académicos y personalidades de la cultura y del arte. Estas ocupaciones parciales se han transformado en un claro punto de referencia política y organizativa del movimiento universitario en lucha y es donde se discuten las medidas a seguir luego del receso invernal.
Mientras los estudiantes se mantenían firmes en el acto afuera del parlamento se anunció la aprobación de la ley por 323 votos a favor y 302 en contra. Este resultado muestra al partido demócrata liberal de la coalición dividido, lo que podría preanunciar que al gobierno le esperan tiempos difíciles. Ni bien anunciado el resultado de la votación, contingentes de jóvenes que lograron burlar la táctica de encierro se dirigieron a otras zonas céntricas donde se manifestaron frente a la cadena de ropa Topshop cuyo dueño evade millones de libras de impuestos y además gritaron cánticos contra la monarquía, el príncipe Charles y su esposa que pasaban de casualidad en un auto con custodia para dirigirse a un evento navideño.
Los estudiantes siguen firmes en su lucha. El lunes 13/12 se realizaron acciones y protestas contra la eliminación del subsidio EMA y en el transcurso de esta semana se realizarán charlas y debates en varias universidades ocupadas, donde se discutirán las nuevas acciones a desarrollarse luego del receso invernal.
Estos elementos indican que el movimiento estudiantil continúa activo y lleno de energía y junto a la juventud plebeya se han transformado en la vanguardia contra los planes de ajuste. La burocracia sindical llamó a un día de acción contra los recortes recién para fines de mayo, pero el movimiento estudiantil y de la juventud indican que no hay tiempo que perder.