Economía
Se agrava la crisis financiera internacional
07/11/2007
La economía norteamericana esta frente al crash inmobiliario mas importante desde la Gran Depresión. Es previsible que los defaults se multipliquen geométricamente para la primavera y el verano del hemisferio norte y más allá. El impacto financiero de esto se está agravando. El jefe del Deutsche Bank, Josef Ackermann, alerta que las pérdidas en el sector sub-prime es probable que sean de 150.000 millones de dólares a 250.000 millones de dólares, el triple de lo que el banco había estimado en julio. Los balances en rojo han golpeado como preveíamos a los grandes bancos, siendo los casos mas notables los de Merril Lynch y el Citigroup cuyos CEOs han debido renunciar por la debacle. El Citi nombró como reemplazante a Robert E. Rubin, secretario del Tesoro de EE.UU. durante la presidencia Clinton. Se rumorea incluso que podría acabar dividido en varias entidades. Lo más importante es que la “sequía crediticia” no sólo se mantiene sino que ha escalado a un problema sobre el capital de los bancos.
La economía real en el caso de EE.UU. todavía no da cuenta de este fuerte deterioro de las condiciones económicas, como mostraron los últimos indicadores de crecimiento. Pero estos podrían ser una medición anticuada. La espectacular caída de 3.900 millones de dólares en el trimestre pasado de General Motors habla por si misma. Ademas los índices de confianza de los consumidores muestran una abrupta caída en los próximos meses.
No está claro que Europa y Asia puedan ser motores de reemplazo de la economía norteamericana. Japón, la segunda economía más fuerte del mundo, ya está en recesión con la construcción de nuevas viviendas cayendo un 43% en agosto y un 44% en septiembre -los más bajos en cuatro décadas-. El desempleo trepó a 4% desde un 3,6% en julio. En Europa ahora hay un fuerte riesgo de recesión en la industria manufacturera. La producción ya ha caído en Alemania y se ha desacelerado en Holanda, Francia y Bélgica. En este contexto, que los “mercados emergentes” actúen sosteniendo a la economía mundial, no puede ser más que una tendencia pasajera y que no puede durar, en contra de la nueva “burbuja”especulativa que se está creando en muchos de ellos después de la primera baja de tasas de la Reserva Federal norteamericana (FED, por sus siglas en inglés).
La estrechez del mercado mundial que se avecina hará que en algún momento los efectos de la sobreacumulación, en especial en China, se transformen en factores inmediatos de la crisis. En otras palabras, a diferencia de la crisis asiática de la década pasada, en este caso a nivel de la economía mundial, la crisis financiera internacional nacida en EE.UU. precede a la crisis de sobreproducción que un montón de índices muestra que se está gestando lentamente en Asia.
Frente a estas perspectivas, la FED podría seguir bajando las tasas de interés -como en 2001- al 1% o aún más , a tasas japonesas cercanas a cero (ese fue el nivel durante la década del ’90 después de la caída de la burbuja inmobiliaria y accionaria nipona en 1989). Pero no puede inundar el mundo de liquidez como ya lo hizo al comienzo de esta década en un momento en que el petróleo se acerca a los $100 por barril. Tampoco puede actuar en forma unilateral como en el pasado cuando el dólar está tocando mínimos históricos. Las opciones de la Reserva Federal se estrechan cada vez más. La crisis financiera sólo apunta a seguir empeorando.