Entrevista a Mario Caballero, dirigente socialista revolucionario mexicano
Se agudiza la crisis en México
24/08/2006 La Verdad Obrera N° 201
Como en La Verdad Obrera N° 199, volvimos a entrevistar a Mario Caballero, dirigente de la Liga de Trabajadores por el Socialismo, grupo hermano del PTS en México y miembro de la Fracción Trotskista - Cuarta Internacional. Durante los últimos días se sigue agudizando la crisis política mexicana, signada por el acampe en la plaza y principales avenidas de la capital y el levantamiento de los maestros y el pueblo de Oaxaca, al sur del país, donde hubo nuevos enfrentamientos entre las fuerzas represivas y la Asamblea Popular.
En una entrevista anterior nos contabas que crecía el descontento. ¿Cómo se desarrolló la situación en los últimos días?
Mario Caballero: La situación nacional sigue atravesada por el movimiento contra el fraude, que cada vez se expresa más como fenómeno nacional democrático. Al mismo tiempo se agudiza la situación en el estado de Oaxaca, donde se vive una aguda crisis que es una muestra avanzada de las contradicciones y procesos profundos que están abiertos a nivel nacional.
En cuanto a las acciones impulsadas por el PRD, como el acampe contra el fraude en las avenidas más importantes de la capital, la toma de casetas de peajes en las rutas y los bloqueos a los bancos, son elementos de enfrentamiento al interior del régimen que pueden provocar un salto en esta crisis.
Al mismo tiempo, debemos decir que, en sus últimos discursos y declaraciones, López Obrador sigue presionando por una salida institucional, dando sobradas muestras de que no está dispuesto a convocar a una verdadera movilización de masas y otras acciones contundentes contra el fraude, a pesar de la disposición de lucha de las masas. De todas formas, su rol opositor ante la intransigencia del PRI y el PAN, lo está posicionando como el principal dirigente opositor para los próximos años. A pesar de las presiones, ni el gobierno, ni el Instituto Federal Electoral (IFE), ni el Tribunal Electoral han retrocedido, éste recurrió a la maniobra de hacer un conteo parcial para legitimar el resultado final a favor de Felipe Calderón del PAN.
¿Cómo responde el gobierno de Vicente Fox y cuáles son las próximas acciones del movimiento?
M. C: La represión y de-salojo del bloqueo al Congreso el 14 de agosto son una muestra de que el gobierno nacional no descarta reprimir si las cosas se salen de control. Hoy, en los alrededores del Congreso existen retenes militares disfrazados de policías, con 3.600 efectivos concentrados en la zona. Es una “democracia“ ultra blindada.
Esta amenaza podría concretarse también ante las futuras acciones como la convocatoria a “cercar” el Congreso el día del informe presidencial (1 de septiembre), la “toma” del Zócalo el 16 de septiembre y la movilización cuando Calderón sea nombrado presidente, convocatorias que ya están generando una mayor polarización.
En los últimos días se conoció una grabación donde el empresario Carlos Ahumada Kurtz declaraba que el escándalo montado para lograr el desafuero de López Obrador (en el año 2005) había sido promovido desde el propio gobierno nacional. En medio de esta nueva crisis, López Obrador convocó a una “Convención Nacional Democrática” para el 16/9, con el objetivo de “reformar integralmente” este régimen. De boca de este personero de la democracia capitalista, más allá de su actual rol opositor, esta “reforma” no buscará acabar con el régimen antidemocrático del cual él y el PRD son sostenedores debido a su carácter burgués. Con esta medida es probable que busque integrar más a las organizaciones obreras bajo una política de conciliación de clases.
¿Qué plantea la LTS-CC frente a la crisis nacional?
M. C: Frente a esta crisis, el elemento cualitativo que podría cambiar la situación sería la participación de la clase obrera con sus métodos y organizaciones. Esto podría impedir que el movimiento contra el fraude termine en el callejón sin salida de la política conciliadora de López Obrador y el PRD, al mismo tiempo que sería una alternativa ante las maniobras del régimen.
De la misma forma es fundamental hacer una exigencia enérgica a la CNTE (Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación) y a todas las organizaciones a parar ya contra el fraude, y en solidaridad con la lucha de Oaxaca que no debe quedar aislada.
Al mismo tiempo, la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO) debería ponerse a la cabeza de la lucha contra el fraude y hacerse parte de un llamado por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana a nivel nacional.
En la LTS-CC creemos que la salida a la decadencia de esta democracia capitalista, que sólo provoca más miseria y explotación, sólo puede lograrse mediante un gobierno obrero y campesino, que expropie a la burguesía y reorganice la sociedad sobre bases socialistas. Sin embargo, como las masas obreras y populares no comparten hoy esta salida de fondo, pero no quieren ser estafadas por el fraude electoral, los socialistas proponemos luchar por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, basada en el desconocimiento y la anulación de las elecciones. Sin “árbitros” al servicio de los intereses de los capitalistas, que se organice en forma democrática, con representantes electos bajo un único distrito nacional (por ejemplo 1 cada 20 mil habitantes), y donde las organizaciones sindicales, sociales y de izquierda podamos presentar candidatos sin proscripciones.
Esto sólo será posible mediante la movilización obrera y popular, donde los sindicatos que se reclaman independientes deberían impulsar, como parte de esta lucha, un paro general que fortalezca la lucha contra el fraude y en solidaridad con la lucha de Oaxaca.
Oaxaca: se radicalizan las acciones
En este contexto, la situación en Oaxaca (que expresa de manera más contundente la polarización que existe a nivel nacional), es actualmente el punto más alto de la lucha de clases en México, lo que puede ser el prólogo de la dinámica que veremos desarrollarse en un posible gobierno panista, y tiene la característica de darse sincrónicamente con un fenómeno democrático de masas a nivel nacional.
La lucha de los maestros en Oaxaca empezó como un reclamo sindical que logró apoyo popular tras sufrir la brutal represión del 14/6 (Ver LVO N° 199, 10/8/06). En las últimas semanas se ha convertido en un movimiento de masas a nivel regional que dio un salto con la conformación de la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO). Estos elementos impidieron al gobierno priísta de Ulises Ruiz dar una salida represiva al conflicto, provocando ante cada ataque un mayor apoyo popular, como se expresó en el paro del 16 de agosto de los trabajadores de la salud, que paralizó 15 hospitales y alrededor de 650 centros de salud, y en el Paro Cívico del viernes 18, que movilizó a 80.000 trabajadores (Ver LVO N° 200 17/8/06).
Los elementos más avanzados que se están expresando son: la tendencia a la autoorganización encarnada embrionariamente en la APPO, el cuestionamiento y repudio generalizado al gobierno, y la disposición a enfrentar a las fuerzas represivas. El lunes 21 a las 4 de la madrugada, un comando armado ametralló el campamento que resguarda las antenas y aparatos de la Corporación de Radio y TV estatal tomado por la APPO (Radio Cacerola), hiriendo de muerte a uno de los manifestantes, por lo que APPO contestó tomando doce estaciones radiodifusoras más para seguir informando a la población y al país.
En Oaxaca se han venido radicalizando las acciones, a pesar de la dirección heterogénea de la APPO, donde hay organizaciones indígenas, de trabajadores, e incluso sectores del mismo PRD, cuya declaración abre la puerta a la participación de los empresarios.
Para que la APPO avance en ser un organismo de autodeterminación de masas con independencia política de los empresarios y políticos burgueses, debería representar al conjunto de los explotados y oprimidos y principalmente a los trabajadores oaxaqueños, a los indígenas y los campesinos pobres, avanzando en poner en pie asambleas de democracia directa por lugar de trabajo, municipio o pueblo. Frente a los brutales ataques de provocadores y paramilitares contra los miembros de la APPO, que se incrementaron durante los últimos días, es necesario poner en pie comités de autodefensa para asegurar la integridad física de los miembros del movimiento a la vez que permitan desbaratar las provocaciones montadas por Ulises Ruiz.
Para evitar cualquier salida pactada “desde arriba” que intente salvar al régimen, deberíamos plantear un plan de lucha y un paro nacional en solidaridad, para imponer un gobierno provisional de la APPO, las organizaciones obreras, campesinas, indígenas y del pueblo pobre. Este gobierno debería convocar a una Asamblea Constituyente Revolucionaria que discuta la resolución de las demandas de los maestros y el pueblo de Oaxaca.