CFK, los gobernadores y los empresarios
"Sintonía fina" contra los trabajadores, los jubilados y los pobres
16/08/2012
Por: Ruth Werner
El difícil y prolongado conflicto de los trabajadores del Subte estuvo cruzado por el enfrentamiento entre CFK y Macri. Trabajadores y usuarios quedamos rehenes de la pelea de dos camarillas políticas capitalistas y la patronal de Metrovías. En medio de la disputa por quién se hace cargo de la administración del Subte quedó la paritaria vencida de los trabajadores, el salario congelado y la necesidad de mejoras de las condiciones laborales. El kirchnerismo se desentendió para perjudicar a Macri (una táctica útil para debilitar opositores de cara a 2013 y 2015), mientras que el hombre del PRO, tras el crimen social de Once, había decidido no hacerse cargo de la administración. Tras diez días de paro, el Secretario General del sindicato, “Beto” Pianelli, reconoció que les “dieron migajas” (ver páginas centrales). La única salida progresiva pasa por echar a los Roggio del Subte para estatizarlo y ponerlo a funcionar bajo administración de sus trabajadores con control de los usuarios. El conflicto y su desenlace muestra un escenario nacional cruzado por las internas de los partidos de la burguesía y el intento de hacerle pagar la crisis del “modelo K” a los trabajadores.
“Tercerización” del ajuste
El arbitraje habitual de Cristina Fernández, apoyado en un “bonapartismo de caja” para sostener su coalición política, cada día se torna más difícil por la caída de los recursos fiscales centralizados por el Estado y los efectos de la crisis internacional. Mientras la presidenta se pavonea con el premio nobel Joseph Stiglitz diciendo que “es absurdo solucionar los problemas con austeridad” (ver página 6), imprime una dinámica “austera” a su gobierno, aunque sin atacar de frente para evitar respuestas generalizadas de los trabajadores. El indignante anuncio del INDEC de que con $6 al día una persona puede alimentarse podría ser un mal chiste si no fuera para ocultar la cantidad de pobres e indigentes y la inflación real que carcome el salario (ver página 7).
CFK golpea “tercerizando” el ajuste por dos vías: recortando fondos a las provincias y quitando subsidios. En Córdoba la pelea con De La Sota fue por quién pagaría el costo político ante el vaciamiento de la Caja previsional. Cristina insistía en acabar con el 82% móvil y que la provincia se pusiera a tono con el régimen nacional. En el “paraíso” K más del 80% de los jubilados cobrará en septiembre $1.900. Más allá de alguna bravuconada, y del llamado a formar un frente de gobernadores descontentos con el oficialismo para romper el Pacto Fiscal, De La Sota respondió en el mismo sentido ajustador: una ley de reforma previsional según la cual los jubilados cobrarán los aumentos seis meses después que los trabajadores activos. En Córdoba miles de maestros y estatales siguen en las calles defendiendo su jubilación. Algo parecido pasó hace un mes en Provincia de Buenos Aires. En medio de la crisis fiscal y la “interna” Scioli-Cristina el perjudicado terminó siendo el aguinaldo de maestros y estatales.
Con las tarifas el gobierno hace algo similar. Desde el 6 de agosto rige el aumento de boleto de trenes y colectivos para quienes no tienen la tarjeta Sube, pero este incremento (que continuaría, según afirman, “segmentadamente”) vino acompañado del congelamiento de subsidios al sector. Indudablemente para mantener sus ganancias las patronales del transporte arremeterán con nuevos aumentos de tarifas frente al seguro aumento de costos en un contexto de inflación persistente. Con la lógica de tercerizar el ajuste los tarifazos quedarán en manos de empresarios y gobernadores. El conflicto del Subte también tuvo como trasfondo la decisión oficial de bajar subsidios a las privatizadas para compartir gastos con las provincias y, en este caso, con el gobierno porteño. La “sintonía fina” gubernamental, también practicada por gobernadores y empresarios, está clara. El gobierno subsidió con millones a parásitos que provocaron masacres como la de Once y ahora pretenden que los trabajadores, los pobres y los jubilados paguen su crisis fiscal.
Patrones y burócratas contra el sindicalismo clasista
Alentados por la “sintonía fina” de Cristina, las patronales también iniciaron su propia guerra de desgaste contra los trabajadores. Así lo muestra la dureza del conflicto de Kraft , donde la empresa había negociado con la burocracia un aumento totalmente insuficiente de los premios y ahora, en represalia ante las medidas de fuerza de los trabajadores, descontó el pago del “premio compromiso” de $315 por quincena (ver centrales). El asesor de COPAL, Julián De Diego, ya les había aconsejado a las patronales “mantener las negociaciones a nivel sectorial y que las mismas no bajen a las empresas” para que no entre en escena “la comisión interna disidente... y nuevas bases que se tornan más beligerantes”. Una “sugerencia” para debilitar al sindicalismo de base e intentar cambiar la relación de fuerzas en las fábricas donde está afianzada la izquierda clasista.
La burocracia sindical es el principal sostén de esta política. Ante el ajuste contra los jubilados en Córdoba, ninguna de las cinco centrales ha impulsado medidas de lucha generales. En Kraft están directamente de la vereda de enfrente y en la dura pelea del Subte el moyanismo, por boca del Secretario Adjunto, Guillermo Pereyra, denunció a los trabajadores porque “paros tan salvajes no conducen a nada”.
Todos los dirigentes van detrás de los políticos patronales. La foto de la vergüenza se la sacaron el 16 de agosto, Moyano y Micheli junto a Eduardo Buzzi, Biolcatti, Binner y De Narváez festejando los 100 años de la Federación Agraria (ver recuadro). Mientras, en la CGT Balcarce volvieron a deshojar la margarita buscando al candidato a Secretario General de una central subordinada al gobierno en tiempos de “sintonía fina” contra los trabajadores. Caló, de la UOM, va y viene aceptando y rechazando la postulación.
Este panorama plantea a los luchadores la necesidad de preparar las próximas batallas a conciencia y con independencia absoluta de los campos políticos patronales, del gobierno, de los gobernadores y del Estado (ver página 3). Como primera tarea, el PTS propone a las fuerzas que integran el Frente de Izquierda y de los Trabajadores y a los luchadores convocar en común a una Asamblea Nacional de Trabajadores Clasistas. Hay que reunir al activismo nacional para apoyar a todos los que luchan y forjar una alternativa a la burocracia sindical para que la crisis la paguen los capitalistas. Además de apoyar los conflictos, estamos comprometidos en acrecentar la movilización hasta lograr cárcel perpetua para Pedraza, su patota, los policías que dejaron la zona liberada y los funcionarios del gobierno nacional cómplices del asesinato de Mariano Ferreyra.
Moyano, Micheli y el PCR con Biolcatti y Binner
Por Rafael Cao
El miércoles 15 la Federación Agraria Argentina festejó su centenario en Rosario. El almuerzo tuvo como invitados de lujo a Hugo Biolcatti, representante máximo de la oligarquía de la Sociedad Rural y a la plana mayor de la oposición política burguesa. En una misma mesa De Narváez, Cobos y Lavagna. Un poco más allá, Ricardo Alfonsín. El Partido Socialista no se quedó atrás y colmó la mesa central, junto al anfitrión Buzzi: Binner, Fein (intendenta de la ciudad) y varios ministros provinciales. Hugo Moyano se acomodó junto a Venegas, dirigente del sindicato de peones rurales, líder en trabajo en negro, y con Pablo Micheli de la CTA. Todo entre empanadas, vino y aplausos a la patronal sojera. Jorge Acedo, de la CTA Rosario, más lejos de las cámaras pero no menos presente. La frutilla del postre: los saludos leídos desde el escenario. La izquierda que hace unos años “saltó la tranquera” apoyando el lock out agrario con la excusa de estar con los “pequeños productores” (coartada liquidada en este conciliábulo) se encargó de aclarar que sigue del otro lado. La CCC (varios dirigentes), Otto Vargas del PCR y el MST mandaron saludos, terminando de pintar el cuadro de este mitín de las patronales agrarias y la oposición sojera con esta lamentable comparsa de “izquierda”. La Federación Universitaria de Rosario, dirigida por el PCR y el FPDS, saludó públicamente la “conmemoración”.
Es conocida la alineación de Moyano con Scioli y su coqueteo con sectores opositores patronales; también que Micheli y “su” CTA militan la candidatura de Binner y Bonfatti. Pero este almuerzo de camaradería fue la confirmación y un salto. En junio de 1912 los agricultores inmigrantes sin tierra del sur santafesino hacían historia con el “Grito de Alcorta”, cuestionando la concentración oligárquica de la tierra. Esta gala oligárquica fue la negación de esa Federación Agraria.
16-08-2012