Crisis económica europea
Sobre la última reunión del Consejo Europeo en Bruselas
22/07/2011
Luego de un acuerdo a último momento entre Merkel y Sarkozy después de siete horas tensas de reunión hasta la noche del 20/7, al día siguiente los responsables de la zona euro reunidos en una cumbre de urgencia en Bruselas se han puesto de acuerdo en un nuevo plan de “salvataje” de Grecia , admitiendo por primera vez que este país no podrá reembolsar el conjunto de sus deudas y aceptando un default parcial, el primero que se produce en un país capitalista avanzado después de décadas. Alegando a su vez que Grecia esta en una situación única, cuestión dudosa, sacan de hecho a esta del mercado de capitales por diez años haciendose cargo el eurogrupo de su rehabilitación con un nuevo préstamo a tasas mas bajas que las actuales y una promesa de inversiones en lo que el Consejo Europeo llama pomposamente y exageradamente un plan Marshall.
Aunque el plan implica una cierta bocanada de oxigeno para Grecia y su gobierno, solo implica una leve reducción de la carga de la deuda –un 21 %– en el marco que mantiene todos los ataques draconianos a los trabajadores y el pueblo griego. En otras palabras, la anunciada reestructuración es demasiado limitada para restablecer la capacidad de pago de Grecia, por lo que esta seguirá dependiendo del goteo de fondos de sus socios europeos a cambio de una tutela económica internacional y una necesidad de cumplir sus compromisos reforzada, en especial las privatizaciones. Dicho crudamente, el plan implica el sometimiento de las masas griegas a treinta años mas de sangría.
Junto a estas medidas, el plan avanza en una cierta participación del sector privado a la vez que se flexibilizan las condiciones de funcionamiento del fondo de rescate europeo, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF, por sus siglas en inglés), permitiendo que extienda créditos preventivos y recapitalice los bancos de países con problemas, aunque no hayan sido rescatados, a la vez que la compra de bonos en el mercado secundario de deuda, pero solo bajo orden del BCE y bajo circunstancias de extrema inestabilidad financiera, medidas pensadas teniendo en cuenta la frágil situación de España e Italia, países donde se juega el destino del euro. El punto mas débil de todo esto es que las nuevas condiciones y tareas otorgadas al EFSF se hacen sin aportar un solo euro de mas a sus ya sobrecargados fondos, por lo que aun está por verse si serán eficaces en lograr sus objetivos.
El acuerdo, mejor de lo esperado por los analistas burgueses, de los lideres europeos saca por el momento a la eurozona del abismo en que estaba luego de la extensión del contagio a Italia, la tercera economía de la EU, en las últimas semanas, aligerando momentáneamente las tensiones en el mercado de la deuda soberana aunque a un alto precio. Sin embargo, a pesar de la reacción positiva de los mercados y del triunfalismo de muchos comentaristas , el mismo aun está lejos de constituir una solución a largo plazo para lograr la estabilidad de la zona euro.