México
Todo el apoyo a los trabajadores de la electricidad
22/10/2009
Desde el sábado 10 de octubre, el gobierno de Felipe Calderón anunció la extinción de la compañía Luz y Fuerza del Centro y el despido masivo de toda la planta de trabajadores, lo que involucra a alrededor de 46.000 sindicalizados en el Sindicato Mexicano de Electricistas. Desde entonces, en México existe una enorme y constante movilización de los trabajadores electricistas, que se oponen a esta medida y que están realizando distintas acciones de protesta, entre las que se anuncian un posible paro nacional para las próximas semanas. Entrevistamos a Pablo Oprinari, de la Liga de Trabajadores por el Socialismo, organización hermana del PTS en México.
Puede leer más sobre la lucha en
http://www.laluzesdelpueblo.blogspot.com
LVO: Sabemos que el jueves 15/10 se realizó una acción muy importante contra la medida de Calderón sobre Luz y Fuerza, ¿podés contarnos más sobre esa jornada?
En primer lugar hay que decir que esta movilización se da en un contexto de gran actividad por parte de miles de trabajadores electricistas, que recorren calles, universidades, colonias, difundiendo su lucha, llamando a la solidaridad por parte del pueblo trabajador, solicitando el apoyo económico y material para su fondo de resistencia.
La marcha del 15 fue convocada por el Sindicato Mexicano de Electricistas, que agrupa a 46 .000 trabajadores, y es una de las organizaciones obreras más importantes de este país, y que está en peligro de desaparecer a raíz del decreto de Calderón. En la misma se concentraron alrededor de 300.000 personas, en un recorrido de más de 6 kilómetros que inicio a las 4 y media y concluyó recién a las 10 de la noche. Con la participación de decenas de miles de trabajadores electricistas junto a sus familias, asistieron también nutridos contingentes de los trabajadores de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) y de otras universidades, telefonistas, maestros, entre otros, así como sectores de las clases medias. La marcha coreó consignas de solidaridad con el SME, tales como “Aquí se ve la fuerza del SME” y otras como “Si no hay solución, habrá revolución” y mostró una importante combatividad y decisión de lucha. Participaron de la marcha también nutridos contingentes estudiantiles de la UNAM, el Instituto Politécnico, la Universidad Autónoma Metropolitana y otras universidades, lo que muestra una tendencia a la unidad obrero-estudiantil que no se veía desde los inicios de la huelga universitaria de la UNAM en 1999, y que cada día se acrecienta con las brigadas conjuntas que en todas las universidades se realizan en apoyo a la lucha electricista. De hecho, podemos decir que fue la movilización obrera más importante de los últimos 15 años. La participación de los trabajadores en la movilización muestra la disposición que existe para enfrentar el ataque gubernamental. En caso de continuar esta dinámica, lo que estará en juego no solo será torcerle el brazo al gobierno, sino la posibilidad de que inicie un ascenso de la lucha de los trabajadores y el pueblo.
LVO: Varios sectores de trabajadores vienen movilizándose en los últimos años, y desde la LTS vienen planteando que esta medida, de asentarse, sería un golpe para el conjunto del movimiento obrero mexicano
Efectivamente, en los últimos años México ha visto la lucha de importantes sectores de la clase trabajadora. Ese fue el caso del magisterio oaxaqueño, que en el 2006 encabezó, junto a amplios sectores populares, la Comuna de Oaxaca. Y que en otros Estados de la república, libró importantes luchas. Es el caso de los trabajadores mineros, que han protagonizado numerosas huelgas, y cuya organización sindical también está siendo atacada por el gobierno. En este contexto –y en el marco de una economía fuertemente golpeada por la crisis internacional y estadounidense en particular- es que el gobierno y la patronal intentaron descargar nuevos golpes para que la crisis la paguen los trabajadores, y para amedrentar y evitar que se desarrolle la resistencia contra los planes capitalistas. En esta política reaccionaria, donde Calderón busca golpear primero para ganar la iniciativa, es que se inscribe el ataque sobre el SME y la “extinción” de Luz y Fuerza.
Esta medida gubernamental persigue dos objetivos claros. Por una parte, liquidar un sector obrero que aun tiene importantes conquistas y allanar el camino a la privatización de la producción y la comercialización de la energía eléctrica. Por otro lado, un objetivo claramente político, ya que se busca quebrar a un sector clave del movimiento obrero y a su organización sindical, sentando un precedente para otras organizaciones obreras y dando una lección al conjunto de los trabajadores del país. En ese sentido, la lucha en defensa de los trabajadores electricistas es una tarea de primer orden para todo el movimiento obrero y de masas mexicano.
LVO: ¿Qué perspectivas ven alrededor de las movilizaciones que vienen desarrollándose contra la privatización del SME?
El gobierno evidentemente se juega a quebrar la lucha por cansancio, ya que los trabajadores no están cobrando y dependen del fondo de lucha para sostenerse a ellos mismos y a sus familias. Frente a esto, creemos que es fundamental contribuir a que no decaiga la moral mostrada en la reciente marcha, y multiplicar los esfuerzos de apoyo a esta lucha, desarrollando y fortaleciendo las brigadas y comités de solidaridad, impulsando el boicot a las oficinas de cobro de liquidaciones, así como el fondo en apoyo a la lucha del SME.
Junto a esto, es fundamental una respuesta clara y contundente por parte de las organizaciones obreras, donde éstas –y en primer lugar las que participaron de la marcha del jueves 15, como el sindicato de telefonistas, el sindicato de mineros, el STUNAM, la CNTE, el SITUAM, entre otros- tienen que llamar urgentemente a una huelga nacional en solidaridad con el SME para derrotar al decreto presidencial. El peligro para la lucha es creer que, mediante mecanismos institucionales tales como la promoción de una “controversia constitucional”, se vaya a echar atrás esta declaración de guerra política del gobierno. Y es que, eso es depositar ilusiones en que una institución como el Congreso de la Unión, que acaba de votar una reforma impositiva reaccionaria o, que la Suprema Corte de Justicia, claramente vinculada al panismo, vayan a actuar a favor de los trabajadores.
Lo que es fundamental es confiar en que sólo mediante los métodos de lucha y de movilización de los trabajadores, como la huelga, y en alianza con el conjunto de los sectores populares, se va a poder derrotar el ataque de Calderón.
Por lo que apostar a que la Mesa de diálogo con Gobernación vaya a ser una salida a los miles de trabajadores despedidos y, a la liquidación del contrato colectivo del SME, sería contraproducente para el movimiento. Este próximo sábado 23 se ha anunciado la realización de una asamblea de organizaciones sindicales y solidarias con el SME, como el STUNAM y otros sindicatos agrupados en la opositora Unión Nacional de Trabajadores. Creemos que eso es una gran oportunidad para votar el llamamiento a una Huelga Nacional. Junto a esto, este primer esfuerzo de coordinación y de discusión conjunta puede permitir impulsar un gran encuentro o Asamblea de Organizaciones Obreras, campesinas, populares y políticas, con delegados rotativos, para discutir y resolver un plan de lucha y movilización.
Desde nuestro punto de vista, la derrota de la ofensiva gubernamental abrirá la puerta para luchar por la renacionalización sin pago de las áreas concesionadas al capital extranjero, bajo control de los trabajadores que son quienes, en comités conjuntos con los usuarios, pueden garantizar energía eléctrica barata para las grandes mayorías y el quite de subsidios para las grandes empresas.