Debate con la UIT-CI y la LIT-CI
Ucrania: Una “revolución democrática” al servicio de la burguesía pro europea
20/03/2014
Las impactantes movilizaciones que tiraron al (ahora ex) presidente ucraniano Victor Yanukovich llevaron a que las miradas del mundo se posaran sobre ese país, en especial cuando Ucrania se ha transformado en el terreno de disputa entre las potencias imperialistas (europeas junto a Estados Unidos) y Rusia. La situación actual en Ucrania plantea para los marxistas el desafío de contribuir a clarificar los problemas actuales y dar respuesta a cuál es la vía para dar una salida progresiva a la crisis, independiente de los dos campos reaccionarios que se enfrentan hoy. Lamentablemente un sector de la izquierda socialista ve en la caída de Yanukovich una “revolución democrática” triunfante independientemente de las fuerzas sociales que la componen, sus objetivos políticos y programa, y de la dirección que esté a la cabeza de estas movilizaciones. Tal es el caso de los compañeros de la UIT-CI (que integra Izquierda Socialista con quienes formamos parte del FIT) y la LIT-CI (cuyo principal integrante es el PSTU de Brasil) que en coincidencia y con argumentos similares afirman que en Ucrania hubo “un triunfo revolucionario de las masas”.
Una “revolución democrática” que reclama ser socia del imperialismo europeo
Las movilizaciones de la plaza Maidan, aunque tenían como trasfondo las penurias económicas y la bronca contra el gobierno corrupto y represor de Yanukovich, estaban compuestas centralmente por sectores de clase media cuyas principales expectativas se basaban en que un acuerdo con la Unión Europea los pudiera salvar. La negativa de Yanukovich (luego de confirmar los acuerdos con Rusia) a firmar esos acuerdos fue un disparador de la movilización. Esto permitió que la dirección del movimiento fuera un frente que iba desde los partidos de la oposición liberal pro-occidental hasta la ultra derecha que incluye a sectores abiertamente nacionalistas y anti rusos lo que se expresó en el rol destacado que jugaron grupos neonazis que hoy cuentan con el viceprimer ministro y algunos más en el gabinete o que una de las primeras medidas en tomar fue la abolición de la ley que protegía las lenguas minoritarias no ucranianas, que afectaba directamente a la población que habla en ruso.
Ante estos hechos mostrados y reflejados en la mayoría de los medios informativos, la UIT dice, luego de emparentar a los manifestantes de la Plaza Maidán con las movilizaciones de la primavera árabe, que “en Ucrania también triunfa una revolución democrática que logra la caída del reaccionario y pro ruso Yanukovich” [1]. Esto habría sucedido porque “ha sido tan poderosa la fuerza de la movilización que la gente desbordó a su dirigencia burguesa pro UE”. Pero rápidamente en el mismo párrafo deben reconocer que “el Parlamento destituyó por ‘unanimidad’ a Yanukovich (una cuarta parte de los diputados ya habían huido) y designó a un nuevo gobierno, un día después de que la lista de ministros fuera sometida al veredicto de los manifestantes en la Plaza Maidán (que incluso rechazaron algunos nombres)” y que “en la dirección del movimiento están sectores burgueses que ya gobernaron, como el partido de la Timoshenko y hasta sectores nacionalistas pro fascistas”. Entonces, ¿cómo explican los compañeros de la UIT que esta “revolución democrática”, que incluso había “superado a su dirigencia pro UE”, termine aceptando un gobierno de sectores burgueses pro occidentales junto a sus aliados de la derecha fascista?
Como vemos, los compañeros de la UIT (y también la LIT) hablan de una “revolución democrática triunfante” a la movilización que derriba a un gobierno autoritario. Así nos dicen que “como lo hicimos en la revolución árabe, apoyamos la movilización revolucionaria de las masas, sin dejar de denunciar a los dirigentes pro capitalistas que la encabezan” y poniendo algún reparo aclaran que si la revolución “por ahora no va más allá, es porque no hay una dirección socialista revolucionaria”.
Siguiendo esta lógica, para la UIT en Ucrania no habría dos campos en disputa igualmente reaccionarios y anti obreros, y la caída del gobierno de Yanukovich no se trataría del recambio de una camarilla burguesa por otra; estaríamos ante un gobierno autoritario de un lado y un movimiento revolucionario que superó a sus direcciones burguesas por el otro. Por esta vía se terminan ubicando como el “ala crítica” en el “campo democrático” de la lucha contra el gobierno represor de Yanukovich y de esta forma le lavan la cara a la burguesía pro imperialista y la derecha fascista, tan reaccionarios como el sector de la oligarquía que responde a los intereses rusos.
Una vez más: revolución socialista vs. revolución democrática
La UIT (también la LIT) repiten en el caso de Ucrania los errores que con la política de ver “revoluciones democráticas”, en toda movilización anti gubernamental, los lleva a subordinar la lucha por un programa proletario, a la consigna central “abajo el dictador” y la lucha por la hegemonía obrera al “bando” burgués o pequeño burgués que lucha contra la dictadura o un régimen autoritario. Así lo hicieron en Libia o en la guerra civil Siria donde terminan como furgón de cola de la oposición pro imperialista como ya hemos escrito en varios debates (ver en LVO números 461, 451 y 420).
Con su teoría de la “revolución democrática” la UIT y la LIT han perdido el norte de la estrategia revolucionaria, transformando la movilización de sectores de clases medias encabezados por partidos de la ultra derecha con un programa ajeno a los intereses obreros y populares en una “revolución triunfante”.
Terminan así embelleciendo como “un triunfo revolucionario de las masas” las movilizaciones que por la acción de su dirección van detrás de una de las variantes burguesas que busca pactar el plan de ajuste con la UE. Copiando el discurso de las clases medias y la burguesía liberal, la UIT y la LIT saludan una “revolución” que levanta las demandas de un sector, borrando de un plumazo a las grandes concentraciones de la clase obrera en el este del país y entregándosela en bandeja a la política de Putin y los oligarcas rusos. Subordinan a esta supuesta etapa de “revolución democrática” la necesaria pelea por un programa obrero capaz de hegemonizar a los sectores pobres de la ciudad y el campo, y transforman al movimiento obrero en furgón de cola del “frente democrático” uniendo sus intereses a los de un sector de la burguesía. Esta estrategia desarma el movimiento obrero de una política capaz de enfrentar los ataques capitalistas y orientarse hacia una salida de clase.
Por el contrario afirmamos que los intereses de los trabajadores y los sectores populares ucranianos se oponen por el vértice a estos dos bandos reaccionarios y a sus agentes internos. Solo la clase obrera puede dar una salida progresiva. La única perspectiva realista para que Ucrania sea independiente es la lucha por una Ucrania obrera y socialista con derechos democráticos para todos los grupos étnicos y nacionales. Esta sería una palanca para la revolución social en Rusia y Europa, donde se jugará, en última instancia, el destino de Ucrania.
NOTASADICIONALES
[1] Ucrania: Un triunfo revolucionario de las masas. UIT-CI 5/3/14