Conferencia Juvenil del PTS - 25-26 de marzo
Un nuevo proyecto político
01/04/2011
El saludo de Raúl Godoy en nombre de la dirección del PTS, así como los informes de Franco Villalba, dirigente de la Juventud del PTS y delegado de la Comisión Interna de Alicorp (ex Jabón Federal) y de Leo Améndola, también dirigente de la juventud y ex presidente y consejero directivo del Centro de Estudiantes de Bellas Artes de La Plata, presentaron el proyecto político a ser discutido por la Conferencia Nacional.
Nuestro nuevo proyecto político centraliza todas las agrupaciones estudiantiles y de jóvenes trabajadores que ya veníamos impulsando junto a compañeros independientes, para asumir un compromiso superior en la organización clasista de la vanguardia obrera que lleva adelante el PTS y en la construcción de una gran juventud revolucionaria dispuesta a enfrentar a las patronales y a las variantes políticas que las defienden, ya sean las del gobierno K o de la “oposición”, y para enfrentar también al régimen de falsa democracia, sus mecanismos de integración y su Estado. El desarrollo de una corriente clasista en el movimiento obrero, en perspectiva revolucionaria, y la construcción de una gran juventud revolucionaria que luche contra las patronales, la burocracia, el gobierno y también contra el conformismo que impera en amplios sectores de las clases medias y también de la clase trabajadora, son dos vías que consideramos esenciales para avanzar en conquistar bases sólidas para la construcción del partido revolucionario e internacionalista, objetivo estratégico de los que integramos el PTS. Con este norte, discutimos un Proyecto de Manifiesto que sienta las bases programáticas de este proyecto (que se integran con el conjunto de los fundamentos teóricos y programáticos que plantea el PTS), y las resoluciones para dar los primeros pasos en este camino.
Junto con el planteo de estas bases programáticas, los informes de apertura avanzaron en darle valores concretos al proyecto político para la construcción de una corriente clasista y de una gran juventud revolucionaria trabajadora y estudiantil.
Para este proyecto, contamos ya con una importante camada de jóvenes trabajadores de distintos gremios, que somos parte de los sectores más explotados, con los trabajos más precarios y peor pagos, acostumbrados a organizarnos clandestinamente por fuera de los ojos de las patronales que nos intentan despedir ni bien asomamos cabeza. A su vez, las agrupaciones juveniles impulsadas por el PTS (En Clave ROJA, No Pasarán, Pan y Rosas, Contraimagen, entre otras) tienen una larga tradición en el apoyo a las luchas obreras y en la pelea por la unidad obrero-estudiantil desde las facultades, colegios y terciarios. Así lo refleja nuestro rol desde hace años en luchas como Zanon, Brukman, el Subte, Mafissa, Jabón Federal, Garrahan, Paraná Metal, automotrices de Córdoba, pescadores de Bahía Blanca, ajeros de Mendoza o en la histórica lucha de Kraft-Terrabusi, por nombrar sólo algunos de los tantos conflictos obreros que encontraron a la juventud del PTS en la primera línea.
Partiendo de esta tradición, hoy vamos por más. La Conferencia Nacional resolvió que la Juventud del PTS asume como propio el desafío de construir una gran corriente clasista en el movimiento obrero, tomando en nuestras manos el periódico Nuestra Lucha lanzado recientemente por los trabajadores de Zanon, de Kraft, sectores clasistas del Subte y de otros gremios. Apostamos a la construcción de una corriente clasista como una necesidad de primer orden en la actual situación política, porque con el kirchnerismo y su aliada la burocracia sindical, persisten la persecución a los luchadores y los despidos discriminatorios en fábricas y empresas a los activistas que se ponen de pie para enfrentar la dictadura patronal. La Juventud del PTS se pone en pie de guerra, porque ellos buscan atacar con represión (como lo vimos en el Parque Indoamericano de Soldati, en el ataque a los Qom de Formosa o en el asesinato de Mariano Ferreyra, entre otros ejemplos), y con persecución y judicialización a todos los que cuestionamos que después de años de crecimiento económico récord persisten la precarización laboral, los bajos salarios, la desocupación o la decadencia de la educación y la salud públicas, mientras miles de millones de dólares se van en el pago de la deuda externa o en subsidios a los empresarios, a la vez que las empresas capitalistas hacen superganancias. Contra ellos, vamos por una gran corriente clasista en el movimiento obrero, y por una gran juventud revolucionaria trabajadora y estudiantil.
Los más de 1.000 compañeros y compañeras que nos reunimos a discutir este proyecto, junto al resto de los militantes del PTS y al resto de los impulsores de Nuestra Lucha, somos una fuerza fundamental para llegar con el periódico a todas las fábricas y empresas estratégicas de nuestro país donde se concentra el poder obrero que, organizado, puede enfrentar el poder de los capitalistas. Nos proponemos organizar desde el periódico esa gran corriente clasista dentro de los sindicatos, para enfrentar a la dictadura patronal y a la burocracia sindical desde una política de independencia de clase. Queremos llegar a miles de trabajadores con las ideas del clasismo, en la perspectiva de la construcción de un partido revolucionario que se prepare para vencer en los futuros ascensos de la lucha de clases, contra la reacción de la burguesía y todas las variantes de desvío reformista. Para avanzar en lo inmediato con este proyecto, la Conferencia Nacional votó como una de sus principales resoluciones impulsar, junto a Nuestra Lucha, una gran campaña contra la persecución a los delegados de base y por el desprocesamiento de todos los luchadores, llevando esta propuesta a todos los centros de estudiantes, comisiones internas combativas y organismos de Derechos Humanos independientes del gobierno (ver aparte).
Esta será una gran batalla también en el movimiento estudiantil. Estamos en un momento político en el que, tras la muerte de Néstor Kirchner y basado en un momento de gran crecimiento económico que lleva al conformismo social en amplios sectores de las clases medias, el kirchnerismo se juega a desembarcar con todo en el movimiento estudiantil. Ya no es sólo Carta Abierta, ni son solamente los burócratas de gestión y académicos cooptados, sino que el kirchnerismo busca hacer pie en el movimiento estudiantil, como lo demostró a fines del año pasado ganando siete centros de estudiantes de la Universidad de La Plata o haciendo buenas elecciones en facultades como Sociales y Filosofía y Letras de la UBA, mientras que la previa al 24 de marzo los encontró intentando fracturar la Coordinadora Unificada de Estudiantes Secundarios de Capital (CUES) para que no marchara de forma independiente junto al Encuentro Memoria, Verdad y Justicia. Contra La Cámpora, el Movimiento Evita y sus aliados, nosotros somos la juventud que se planta y dice que la “juventud maravillosa” no será la que hace política desde los despachos de los ministerios en alianzas con personajes como Menem, Insfrán o la oscura burocracia sindical. Contra ellos que buscan convertir a las facultades, terciarios y colegios en “unidades básicas” al servicio del “proyecto nacional” (que en la universidad es el de la Ley de Educación Superior menemista que sigue vigente), nosotros vamos por una educación al servicio de los trabajadores y el pueblo, y peleamos por un movimiento estudiantil aliado al sindicalismo de base, junto a los trabajadores y al pueblo pobre, en la perspectiva de construir la única alianza social que puede dar respuesta a los problemas de las grandes mayorías obreras y populares. Por eso en el movimiento estudiantil le declaramos la guerra al avance K y llamamos a corrientes como La Mella, el Frente Popular Darío Santillán y agrupaciones afines que persisten en ubicaciones ambiguas frente al kirchnerismo (participando incluso del acto que hizo Chávez en La Plata, en el que apoyó abiertamente el gobierno y la candidatura de Cristina Fernández), así como al Partido Obrero que maneja centros y federaciones con métodos burocráticos, a romper con esas prácticas y posiciones e impulsar junto a nosotros desde todos los centros de estudiantes una gran campaña militante de miles de estudiantes contra la persecución y el procesamiento a los luchadores, así como una gran campaña por el derecho al aborto al cual se oponen los K (ver aparte), y todas las iniciativas posibles para construir un movimiento estudiantil independiente del gobierno y del régimen, unido a los sectores antiburocráticos y clasistas del movimiento obrero.