El PO y Cuba
Una “peoseada” tapa otra “peoseada”
15/10/2010
Vea lector la siguiente “peoseada”: En el último número de Prensa Obrera, el PO pretende eludir nuestra crítica y en lugar de discutir los argumentos inventa posiciones ajenas y trata de remendar las propias, pero eso sí, sin que los lectores se den cuenta de que están cambiando de posición. En el mundo al revés del PO, y con tal de no discutir ningún argumento serio, el acusa al PTS de ser “estalinista”, y de apoyar “que la burocracia gobernante siga decidiendo, en juicios secretos, quién puede ambular o no libremente en Cuba y gozar del derecho de formular sus ideas” (¿dónde?; ¿en qué periódico lo leyó PO?); mientras que mágicamente, el PO reclamaría que las “inspecciones humanitarias“ sean hechas por “organizaciones populares que luchan contra el imperialismo y son, al mismo tiempo, independientes del régimen político en Cuba”.
Para rebatir este disparate basta con ir a las fuentes: PO nunca reclamó que sean “organizaciones obreras”, o “que luchen contra el imperialismo” las que inspeccionen las cárceles cubanas (ver PO 1120). Justamente esa fue nuestra crítica. Textualmente decíamos de la posición de PO que “mezcla consideraciones generales correctas –como las consignas contra el imperialismo y la denuncia de la burocracia- con una política democratizante, sin delimitación de clase: la de la intervención humanitaria internacional, que hasta ahora ha servido como excusa para la injerencia de las agencias internacionales del imperialismo en los asuntos internos de los países oprimidos.
¿A quién se refiere el PO cuando plantea la idea de intervención humanitaria internacional? ¿A las ONG con las que el imperialismo actúa civilmente antes de preparar sus intervenciones activas, como Human Rights Watch y otras? ¿A las organizaciones obreras y revolucionarias del mundo comprometidas en la defensa activa de los derechos humanos frente a la represión capitalista? No lo sabemos, ni el PO se molesta en aclararlo. Lo que sí sabemos es que los olvidos son políticos.” (LVO 367, 25-3-10).
Aunque PO sea incapaz de discutir honestamente, y como dice el dicho, más vale tarde que nunca, tomamos esta “rectificación” de PO que ahora se acuerda de exigir que sean organizaciones de clase y no ONG imperialistas, como una respuesta positiva a nuestra crítica.
Ah! y en cuanto al supuesto “estalinismo” del PTS, querido lector, no existe más que en la imaginación y la tergiversación de PO. Nuestra posición sobre los “presos políticos” en Cuba es inequívoca: “Contra los abusos y acusaciones arbitrarias del régimen castrista, nos pronunciamos por la conformación de comisiones obreras y campesinas independientes y por la libertad de aquellos presos políticos que no estén vinculados con actos de terrorismo o apadrinados por la CIA, sin ningún tipo de solidaridad con sus posiciones políticas. A la vez nos pronunciamos por la libertad inmediata de los cinco cubanos presos en Estados Unidos, que el imperialismo usa como rehenes y parte de su chantaje.”(Cuba en la encrucijada, 28-9-10).
Ante el peligro de restauración capitalista en Cuba PO parece no estar decidido a levantar sin ambigüedades un programa claro de revolución política. Sin ir más lejos, ante el plan de ajuste lanzado por el gobierno de Raúl, PO da por hecho que hay un curso una “transición obligada” y sólo se pregunta quién la dirigirá, si la burocracia o la clase obrera. ¿De qué “transición” está hablando PO? Lo que hay en curso son planes de restauración capitalista (que la prensa occidental llama “transición”) y de lo que se trata es de plantear una perspectiva revolucionaria para derrotarlos.
Afortunadamente, los lectores por definición saben leer y por lo tanto, las “peoseadas” duran lo que dura abrir un periódico (o para el caso un sitio de internet). Pero decir esto no evita el debate profundo y la acción política revolucionaria común cuando está en juego nada más y nada menos que el destino de la única revolución social victoriosa que ha visto nuestro continente.