El derechista Sebastián Piñera y el concertacionista Eduardo Frei han pasado a segunda vuelta, el primero con un 44,05% de los votos y el segundo con un 29,6%. Los casi 15 puntos de diferencia han sido recibidos con alegría en la llamada “Coalición por el Cambio”. El empresario multimillonario tiene serias opciones de llegar a la presidencia. La derecha volvería a gobernar luego de 20 años, ya no por medio de un golpe de estado y una dictadura sangrienta, sino por medio de elecciones.

Un gobierno derechista no puede significar más que mayor precariedad, miseria y explotación para la clase trabajadora. Piñera busca ganar “votación popular”, y ofrece limosnas a cambio, como el bono de $40.000 que prometió para marzo y ofrece un millón de empleos. Incluso posó de “progresista”, emitiendo imágenes de una pareja homosexual en su franja.

Pero sabemos que con cada una de estas acciones, sólo pretende engañar al pueblo trabajador y a los oprimidos. La “Coalición por el Cambio” está repleta de personeros civiles de la dictadura pinochetista, como el ex subsecretario del interior Jovino Novoa. Cuando la RN Karla Rubilar, hace algunos meses, denunció que habían casos de falsos detenidos desaparecidos –con el apoyo de Piñera-, se basó en un informe del abogado del represor “Mamo” Contreras que resultó ser completamente falso. Con ello hizo públicas sus “amistades”. Esta gente es el sector más “duro” de la política patronal. Todos ellos son los herederos directos del pinochetismo –aunque lo nieguen para no perder votos- y la clase obrera y los pobres no pueden esperar nada de ellos. Con sus limosnas, como el bono, solo buscan ganar apoyo en sectores populares, para dividirnos y flexibilizar más el trabajo, privatizar las empresas públicas y los restos de la educación pública. Ese millón de empleos que promete Piñera, es demagogia pura. Debería decir: un millón de esclavos. Sino preguntémosles a los trabajadores de LAN que padecen las prácticas antisindicales. Quienes militamos en Clase contra Clase, repudiamos enérgicamente a la derecha y llamamos a luchar activamente contra ella.
Hoy en día millones de trabajadores y pobres, se aprestan a votar por Frei en segunda vuelta, creyendo genuinamente que con eso es posible “parar a la derecha”. El candidato del JPM y el Frente Amplio, Jorge Arrate, se allanó a un pacto con la Concertación, y el PC plantea que es necesario definir puntos programáticos para tal acuerdo. Quienes militamos en Clase contra Clase, nos haremos parte de cada acción del pueblo trabajador contra la derecha. Pero planteamos que votar a Frei no sirve para parar a la derecha. ¿Por qué? Porque ha sido la Concertación y sus gobiernos los que le han allanado el camino a ésta. Esto, por una razón de fondo: también son políticos de la clase patronal.

¿Quién trajo a Pinochet desde Londres, cuando estaba detenido, para asegurarle la impunidad? Eduardo Frei. ¿Quién privatizó puertos y sanitarias? Eduardo Frei. ¿Quién votó, en calidad de senador, a favor de la política de Andres Velasco y Mónica Jiménez, contra la demanda de pago de la deuda histórica de los profesores? Eduardo Frei. ¿Qué parlamentarios votaron a favor del UDI Rodrigo álvarez para que asumiera la presidencia de la cámara de diputados? Los derechistas y los de la Concertación ¿Quién ha mantenido el binominal que le ha permitido a Jovino Novoa salir dos veces electo senador con la tercera mayoría? La Concertación. ¿Quiénes han mantenido la subcontratación, el salario mínimo a la mitad de la canasta básica familiar y el código pinochetista del trabajo? Los gobiernos concertacionistas ¿Bajo qué gobierno se han asesinado a Rodrigo Cisternas, Matías Catrileo, Johnny Cariqueo, y Jaime Mendoza Collío? Bajo el gobierno de Bachelet. ¿Quién ha impulsado la ley contra las manifestaciones públicas que responsabilizará a los organizadores de éstas de cualquier desmán que se produzca y que será utilizada por la derecha para reprimir si es que llega al gobierno? El gobierno de Bachelet. Como vemos, ejemplos sobran. La Concertación le ha allanado el camino a la derecha y ha mantenido su obra. Por ello, quienes militamos en Clase contra Clase, a diferencia del PC, Arrate y el Frente Amplio de Izquierda, llamamos a enfrentar a la derecha, pero no votando por Frei. HAY QUE ANULAR. Lo otro es darle confianza y apoyo político a un agente de la patronal. Para enfrentar consecuentemente a los herederos de Pinochet, hay que enfrentar al conjunto de políticos patronales, incluyendo a los concertacionistas como Frei. Incluyendo también a los “MEO-liberales”, que son una mezcla de concertacionistas desencantados y derechistas liberales y que coinciden en todo lo fundamental con los sectores “progresistas” de la Concertación.

En estas elecciones, el parlamento ha conservado los “equilibrios” entre la derecha y la Concertación, gracias al sistema binominal. La clase obrera sigue sin poder instalar a sus representantes. Nosotros, defendemos el derecho de los dirigentes sindicales y del pueblo pobre a ocupar escaños parlamentarios, pero no apoyamos las candidaturas de Cuevas y Martínez, porque iban de la mano de la Concertación y en el caso de Cuevas depositaban confianza en ella. Creemos que la elección de tres militantes del PC: Tellier, Gutiérrez y Carmona, no acaba efectivamente con la exclusión, porque se mantiene intacto el binominal, la proscripción a los dirigentes obreros, y fundamentalmente, la obra social y económica que tiene a millones con sueldos de hambre y en la miseria. Y, lo más fundamental, su política es de subordinación a la Concertación. Aun así, llamamos al conjunto de organizaciones de izquierda, incluyendo al PC y el JPM, a la CUT y los sindicatos, a impulsar movilizaciones de los trabajadores y el pueblo pobre por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, que cuestione los enclaves autoritarios y la obra económica y social de la dictadura. No hay que esperar las próximas elecciones para impulsar esta pelea. Para nosotros, todavía es una política necesaria, aunque a nuestro modo de ver, la clase obrera y el pueblo pobre sólo podrán liberarse íntegra y efectivamente del yugo de la explotación y la miseria, y del autoritarismo patronal, si levantan su propia república, una República de Trabajadores, basada en organismos de autogobierno de la clase trabajadora y el pueblo pobre, construyendo una izquierda obrera y socialista, que levante una política independiente de toda variante patronal, alternativa a la política de diálogo social estéril de las direcciones actuales de la clase obrera, el PC y el PS.

En este camino y para prepararnos para enfrentar el probable gobierno de la derecha en los próximos años, es necesario que impulsemos unitariamente las organizaciones de izquierda, una lucha para fortalecer las organizaciones de la clase obrera, impulsando cuerpos de delegados en cada lugar de trabajo, y recuperando la CUT con una política clasista, alternativa a los dirigentes del dialogo social. Sellando la unidad de trabajadores, estudiantes, mapuche y pobladores. Luchando por el derecho efectivo a huelga y la negociación colectiva por rama, por acabar con la subcontratación. Para fortalecer también las organizaciones estudiantiles, para acabar con la educación de mercado, que la derecha profundizará. Para fortalecer e impulsar organizaciones del pueblo mapuche, para acceder a sus justas demandas y acabar con la represión. Es necesaria la unidad en la lucha de la clase obrera, el pueblo mapuche, los pobladores y los estudiantes.

Para dar estas peleas es necesario también construir Clase contra Clase.

También llamamos a las organizaciones de izquierda, sindicatos, federaciones estudiantiles, trabajadores, pobres, mapuche y estudiantes, que no confíen en Piñera ni en Frei, a organizar manifestaciones unitarias por el voto nulo, y la unidad de los trabajadores y el pueblo pobre.

15 de diciembre de 2009