Elecciones municipales en Brasil
Aún con el avance electoral de la izquierda, los capitalistas y reformistas se fortalecieron
20/10/2012
El último 7 de octubre, se realizaron elecciones municipales en Brasil. El bajo nivel de desempleo, la disminución de la miseria, la disponibilidad de crédito para el consumo (con el consecuente endeudamiento de las familias trabajadoras), refuerzan en las masas las ilusiones reformistas de que es posible seguir con cambios graduales y constantes como fue con Lula y continúa con Dilma. Estos factores son determinantes para entender la victoria del gobierno, el fortalecimiento del PT y el debilitamiento de los principales partidos de la oposición burguesa (PSDB y DEM) en estas elecciones.
Si la victoria es visible, también es verdad que se expresaron nuevos fenómenos en estas elecciones, en medio de la continuidad del reformismo y el gradualismo. Y no por casualidad. El discurso de un Brasil desligado de la crisis económica mundial ya no existe más, y aunque los trabajadores sigan confiando en Dilma y en el PT, los innumerables casos de corrupción en el país, aumentos escandalosos de los salarios de los parlamentarios y el coronamiento del pragmatismo petista con alianzas con representantes de las alas más conservadoras del país en todas las ciudades (como San Pablo, donde el candidato petista Haddad se alió con Maluf, gobernador de San Pablo durante el régimen militar) llevó a un crecimiento de la izquierda antigubernamental en estas elecciones, así como a altos índices de abstención, voto nulo y blanco.
Aun que en las elecciones no se hayan tratado los reales problemas de la vida de los trabajadores y del pueblo –crisis capitalista y sus efectos aún iniciales, inflación, empleo precario, salarios por debajo de las necesidades familiares, privatizaciones, vivienda, violencia policial, etc.– demuestra que entre las masas crece la politización, o sea, la atención a estos problemas políticos más sentidos.
Un PT fuerte, pero con aliados atentos
El PT fue uno de los partidos que más creció en todo el país pasando a administrar más de 600 intendencias. Fue el partido más votado, el que más conquistó intendencias en el grupo de las 84 ciudades con más de 200 mil electores. El mantenimiento de sus posiciones en la gran San Pablo, la victoria en ciudades importantes del principal estado (como São José dos Campos) y la posibilidad de vencer en el segundo turno en las dos principales ciudades de San Pablo (la Capital y Campinas), en caso que se consolide será un fuerte golpe en el centro del dominio de su principal adversario, el PSDB.
Tenemos un fortalecimiento del oficialismo de conjunto frente a la estabilidad brasilera, lo que traerá dificultades para el PT en la división de poderes en la base aliada. A su principal aliado, el PMDB, también le fue bien y continuará dirigiendo la mayor cantidad de municipios. El PSB, otro aliado, se fortalece en el Nordeste y en ciudades estratégicas, siendo el partido que más avanza en estas elecciones. Anhelando mayores alturas en una futura fórmula presidencial, será una piedra en el zapato de Dilma y un desafío de acomodamiento en el gobierno. Corriendo “por fuera” sin ser oficialmente de la base del gobierno está también en PSD, partido del ex intendente de San Pablo, Kassab, que en varios estados comparte gobiernos con el PT (vice gobernador en Bahía) y estuvo en alianzas petistas en varias ciudades. Tal vez la torta quede muy pequeña para tantas bocas.
Una oposición burguesa viva, pero exprimida y que depende de aliados del gobierno
La oposición burguesa organizada en torno al PSDB, DEM y PPS sufrió las peores derrotas en todas las elecciones municipales. Siguen vivos, pero retrocediendo en sus números y probablemente perderán la intendencia de la principal ciudad del país, San Pablo.
Aunque el PSDB siga siendo el mayor partido en cantidad de intendencias en el país (un poco mayor que el PT y bastante menor que el PMDB), queda claro que el ala más rabiosa y antilulista de ese partido sale golpeada, debilitando mucho las fuerzas de Serra, pero también desgastando a Alckmin, y favoreciendo al ala de Aécio Neves, gobernador de Minas Gerais, que busca presentarse como una opción moderada.
Sus objetivos son oxigenar el partido y la oposición en base a un discurso más digerible, intentando atraer al PSB y el PSD de Kassab. Percibiendo la dificultad de Dilma de acomodar al PSB es que los tucanos tejen alianzan con ese partido en todo el país, y es intentando rearticular la oposición debilitada con un posible aliado nuevo, fuerte en el noreste y con el ADN de origen de la base del gobierno que Aécio hace la apuesta. La consolidación o no de este proyecto dependerá de cuánto avancen las riñas de esos partidos con el gobierno en el próximo período y si ellos mismos no tienen mayores vuelos que acaben por engullir los sueños tucanos.
La significativa votación en la izquierda
Aún en medio de una elección donde el PT se mostró fuerte, primando las expectativas de crecimiento y mejores condiciones de vida con el oficialismo, la votación de la izquierda creció en diversas ciudades. El PSOL eligió su primer intendente en una ciudad del interior del estado de Rio de Janeiro (Itacoara), tuvo la expresiva votación de casi 30% para Marcelo Freixo, candidato a intendente en Rio de Janeiro (respecto a esta candidatura ver declaración en http://www.ler-qi.org/spip.php?article3615), y un aumento significativo de su bancada que pasó de 25 a 49 concejales en todo el país . El PSTU también eligió dos concejales en capitales de la región Noreste y Norte: Belém y Natal.
Combinado con elementos de desgaste del régimen y con la búsqueda y con un electorado de centro-izquierda en la búsqueda de una opción “viable, ética y coherente” en el capitalismo perdida con la máquina electoral pragmática del PT y canalizada en gran medida por el proyecto del PSOL, nos parece que los resultados también son reflejo, aunque molecular, de la experiencia de un sector de trabajadores en el enfrentamiento con el gobierno en sus huelgas, como sectores de trabajadores del estado y otros sectores en algunas capitales en las que el PSOL y el PSTU sacaron buena cantidad de votos.
O sea, en los lugares donde el PT y Dilma rompieron el pacto de aumentos salariales por encima de la inflación, con la imagen del “gobierno del diálogo”, los trabajadores y la juventud tendieron a votar más a la izquierda que en otros lugares. Este espacio ocupado por la izquierda todavía se expresa como algo inicial y sin militancia en la mayor parte de los lugares, pero puede estar indicando la expresión electoral de un fenómeno más amplio de politización aunque reformista y gradualista pero que pasa por las elecciones, por huelgas de los estatales y de la juventud universitaria e incluso por la aceptación y apoyo pasivo a movilizaciones por cuestiones democráticas.
Crecimiento, pero ¿hacia dónde va el PSOL?
La combinación de varios factores sociales y políticos, como hemos señalado, llevaron a la ubicación conquistada por el PSOL. El eclecticismo de sus votos combina a sectores que los ven directamente como la opción más “coherente y justa” para gobernar la democracia de los ricos, con nuevas camadas de jóvenes y trabajadores que en medio a la politización y luchas, ven en ese partido la posibilidad de cambios y ampliación de derechos.
Esa contradicción tiene origen en los propios rumbos del partido. El fortalecimiento electoral del PSOL no significa evolución a izquierda en su proyecto, sino lo contrario. La participación de uno de sus principales dirigentes en el gran esquema de corrupción nacional del mafioso del juego ilegal, Cachoeira , la alianza con partidos burgueses, el financiamiento por empresarios y un programa más ajustado para presentarse como opción “responsable” de gobernabilidad en la democracia de los ricos, son en tono de un partido que camina según las necesidades electorales locales, donde las resoluciones ya conciliadoras del Ejecutivo Nacional de ese partido se tornan cada día más “flexibles”. Una contradicción genética, de origen, de un partido que surge con la ruptura de diputados del PT que nunca hicieron un balance de la tradición petista que heredaron y siguen reproduciendo.
Este escenario emblemático es claro con la posibilidad de que gobiernen dos capitales del norte del país, aliados a partidos burgueses y financiados por grandes grupos capitalistas.
En Belém, en el estado de Pará, con el aval de todas las corrientes que no hacen más que críticas internas (así como el PSTU, que a pesar de sus cartas siguió adelante para elegir a su concejal), ese partido se alió con el PCdoB, recibió el apoyo público de Marina Silva del PT en el segundo turno y fue financiado por 400.000 Reales de grandes empresarios. En Macapá, el escenario es todavía peor, dirigido por el senador Randolfe Rodrigues, una de sus figuras más conocidas, la candidatura del PSOL que ya estaba en alianza con partido burgueses “éticos” aceptados por la dirección, como el PMN, PTC y PV (algunos ligados al oligarca Sarney), ahora anuncia el apoyo en el segundo turno del DEM, PSDB, y del PTB de Collor, partidos tradicionales de la burguesía de la oposición de derecha, abriendo un debate público en este momento con varias figuras públicas y corrientes contrarias a la alianza.
Por el carácter de este partido y por la práctica concreta en sus pocos ocho años, estas victorias electorales no significarán “posiciones” para los luchadores sociales, la vanguardia obrera y la juventud. Si en esos años, con sus legisladores e institucionalidad, este partido no sirvió para contribuir a la lucha contra el gobierno petista y los capitalistas, nada indica que ahora, “creciendo más” por dentro del régimen burgués, lo hará diferente. El PSOL crece, pero como partido de la institucionalidad burguesa, una especie de “ala izquierda” de la democracia de los ricos.
La campaña del PSTU
Aunque muy atrás del peso electoral y mediático del PSOL, el PSTU tuvo importantes votaciones en estas elecciones. Sin embargo, las posiciones que este partido conquistó son en base a un salto de calidad en la adaptación al PSOL y por esa vía al régimen burgués. Además de Amanda Gurgel, la concejal más votada en Natal y que fue expresión simbólica de la lucha de los profesores de la red pública por el país a través de un video en Internet, el PSTU eligió, en Belém de Pará, a Cléber Rabelo, dirigente del Sindicato de la Construcción Civil.
Como dijimos arriba y venimos debatiendo en nuestros textos, nos parece un grave error y una profunda presión oportunista para un partido que se reivindica trotskista, la integración del PSTU a ese frente que fue financiado con el dinero de grandes constructoras (las mismas que explotan y matan por accidentes de trabajo a los peones de la construcción civil, que lucharon durante 17 días en una dura huelga este año dirigida por su concejal electo) e integrado por el PCdoB.
Con el apoyo de Marina Silva, del PT, y váyase a saber qué dinero usarán sus aliados en este segundo turno, el PSTU sigue la campaña por Edmilson y el electoralismo para elegir a Cléber llevó este frente a una adaptación de comienzo a fin, estando totalmente descartada para su dirección la posibilidad de ruptura antes que fuese electo (escribiendo cartas de debate con el PSOL para delimitarse y evitar crisis internas, así como haciendo malabares teóricos con Lenin y Trotsky para explicar a sus militantes sinceros semejante adaptación) .
Lenin, en La enfermedad infantil del “izquierdismo” en el comunismo, decía que “hay compromisos y compromisos. Es preciso saber analizar la situación y las circunstancias concretas de cada compromiso o de cada variedad de compromisos”. Y agregaba: “la actitud de un partido político frente a sus errores es una de las pruebas más importantes y más fieles de la seriedad de este partido y del cumplimiento efectivo de sus deberes ante su clase y las masas trabajadoras. Reconocer abiertamente los errores, echar luz sobre sus causas, analizar la situación que los originó y examinar atentamente los medios para corregirlos: esto es lo que caracteriza a un partido serio, en esto consiste el cumplimiento de sus deberes, esto es educar e instruir a la clase, primero, y, después, a las masas”.
La dirección del PSTU conoce muy bien estas sabias palabras leninistas. El problema es que cree en una política oportunista como atajo para su crecimiento, lo que exige en su “modo de ver”, conquistar cargos legislativos para “sumar” a los cargos sindicales que detentan. Sin embargo, esa estrategia que mezcla sindicalismo y electoralismo puede hacer que los partidos “crezcan”, pero no permiten construir fuertes partidos revolucionarios, cuyas “posiciones” sindicales y en las estructuras obreras subordinen las “posiciones” parlamentarias en vista de lo que realmente interesa: combatir la nefasta influencia entre los trabajadores y las masas que los oportunistas y contra-revolucionarios de todo tipo mantienen para impedir la independencia de la clase y la autodeterminación de los trabajadores en su lucha revolucionaria anticapitalista y antiburguesa.
En el segundo turno, los trabajadores no tienen alternativa
El segundo turno de las elecciones, comenzando por San Pablo, en que Haddad, financiado por grandes empresarios en la campaña más cara del país al lado de Maluf, se enfrentará con Serra, los trabajadores no tenemos opción. Así como en SP, en todas las otras ciudades del país en las que habrá segundo turno, las distintas candidaturas y partidos están de acuerdo con las reglas fundamentales del juego capitalista: mantener la estabilidad, la paz social y la explotación capitalista, la precarización del trabajo, los recortes de derechos, amenazas de despidos y lay-offs.
Partidos oficialistas y opositores se enfrentan, pero ninguno de ellos es alternativa para los problemas reales de los trabajadores y de la juventud. Independientemente de quién gane, quienes ganarán serán los capitalistas. Es por eso que llamamos al voto nulo en el segundo turno, única posición posible para los trabajadores y la juventud. Aún en las dos ciudades donde el PSOL –aliado al PSTU, al PCdoB o a partidos patronales – tendrá candidatura en el segundo turno, consideramos, por las críticas que ya venimos haciendo desde el primer turno y que se reafirman a lo largo de este texto, que no es una alternativa que contribuya al avance de la vanguardia clasista. Por la independencia de clase y para defender los intereses de los trabajadores, no dejarse engañar con las falsas promesas o las salidas que se presentan como “mal menor” en todo el país, no queda otra opción conciente y combativa en este momento: VOTAR NULO!