Los asesinos siguen en la calle y la represión se intensifica
Chile: A 37 años del golpe
10/09/2010
El día martes 31 de Agosto la segunda sala de la Corte Suprema rebajó las condenas a la cúpula de la Dina. Personajes como Manuel Contreras, Marcelo Moren Brito, y Miguel Krassnoff fueron beneficiados con la libertad vigilada en sus 5 años de presidio, condena efectuada por el secuestro calificado al sacerdote español Antonio Llidó Mengual. Estos célebres personajes, todos agentes directos de la dictadura militar, figuraron como casos emblemáticos en la condena a las violaciones a los DDHH. Hoy, al cumplirse 37 años desde el golpe militar, estos asesinos son puestos en libertad.
Esta es la “justicia” que se ha impuesto durante todos estos años. Durante los 20 años de gobiernos concertacionistas no se hizo más que institucionalizar la impunidad, al juzgar sólo casos emblemáticos –que durante sus años de presidio estuvieron en “cárceles” que en realidad parecían hoteles y que ahora reciben el beneficio de la libertad vigilada– mientras el grueso de los agentes de la dictadura, la gran mayoría de los asesinos de trabajadores, estudiantes, pobladores y militantes de izquierda, siguen hasta el día de hoy en libertad. El trueque fue simple: Juzgamos a un par de milicos, a cambio de instaurar el discurso de la reconciliación nacional, ¡que no se hable que los impulsores del golpe fueron los empresarios nacionales, el imperialismo y la derecha, que atentaron especialmente contra el movimiento obrero!... porque son ellos los mejores beneficiados por el neoliberalismo profundizado durante las últimas décadas. La Concertación, tratando de posar como los “amigos del pueblo”, en realidad lograron imponer la impunidad, manteniendo y profundizando los principales pilares de la obra pinochetista.
El actual gobierno de derecha y los DDHH
Piñera trató de vender una imagen de una derecha “moderna”, que condena las violaciones a los DDHH. Pretendió convencer de que él había sido contrario a la dictadura y que había votado por el “NO” en el Plebiscito. ¡Todo esto luego de haber cosechado una enorme fortuna gracias a las garantías que la misma dictadura le había otorgado! Y es que cuando se impulsó en forma frenética el neoliberalismo de la mano de Pinochet, Piñera aprovechó la oportunidad para transformarse en un exitoso millonario. Hacía falta una democracia para ricos para blanquear su fortuna, asegurarla, y luego competir por el botín mayor: La presidencia.
Pero este discurso rápidamente se demostraría completamente falso. Pocas semanas después de asumido el gobierno de Piñera, Iván Andrusco, nombrado director de gendarmería, renunció por estar relacionado al caso degollados. Así también, se destacó el caso de Miguel Otero, ex embajador de Chile en Argentina, quien afirmó que la mayoría de la población no había sentido la dictadura. ¡Esa es la derecha chilena, que cree que la mayoría son los del barrio alto y los empresarios! Nada de eso, la gran mayoría, los trabajadores y los pobres, fueron los que más duro sintieron los embates de la dictadura, con la mayor cantidad de desaparecidos y asesinatos. Célebre fue también el caso de José Piñera, hermano de Sebastián Piñera, quien defendió con virulencia el régimen militar, ¡si fue él mismo quien escribió el Código del Trabajo durante la dictadura, que asegura todos los derechos a los patrones, mientras a los trabajadores se les ve impedido el derecho a huelga, y les da condiciones de sindicalización muy precarias!
Ese es el entorno de Piñera, demostrando que la derecha moderna no es más que un discurso, una vestimenta que oculta tras de sí a personeros directos de la dictadura. Detrás de ella están los empresarios que luego del golpe anti obrero y anti popular oficiado por ellos mismos y por el imperialismo yanqui, se dedicaron a forjar esta democracia para ricos que no hace más que asegurar sus privilegios y la explotación de la clase trabajadora.
A 37 años del golpe la represión continúa
La Concertación no sólo se encargó a asegurar la impunidad a los genocidas, sino que también continuó reprimiendo a obreros, estudiantes, pobladores, mapuche. Aparte de las decenas de muertos durante los primeros años de gobiernos concertacionistas, en donde los pacos seguían aplicando las reglas de la dictadura, y el gobierno callaba y ocultaba. Aparte de esto, sólo durante el gobierno de Bachelet se registraron 4 muertos políticos en diversas movilizaciones. Dos de ellos cayeron producto de la brutal represión al pueblo mapuche. Y uno de ellos, Rodrigo Cisternas, obrero forestal fue asesinado mientras se desarrollaba una importante huelga en las forestales. Junto con esto, se hizo común también la represión al movimiento estudiantil en las marchas, la criminalización a la izquierda, etc.
Pero durante lo poco que va del gobierno de Piñera esto ha dado un salto, y la brutalidad policial se huele en el ambiente y cada semana se registra algún hecho represivo. El estado de sitio con los milicos en las calles que implantó Bachelet durante el terremoto, y que fue mantenido y acrecentado por Piñera, fue sólo el primer anuncio. Ante la importante huelga subcontratista en Collahuasi, se expresó una inédita represión policial, en donde un avión Hércules trasladó policías, guanacos, etc. Se sintieron los balines de goma, los helicópteros, y luego la persecución a los dirigentes. Así también se vio en la huelga de los trabajadores del Transantiago, que se enfrentaron a la policía y fueron cientos los detenidos luego de varias jornadas de movilización. Varios mapuche siguen en huelga de hambre por la aplicación de la represiva ley antiterrorista. Hinzpeter encabeza la represión y criminalización a partir del “caso bombas” y la lucha contra el “terrorismo”, en donde prima el montaje policial y comunicacional.
Se ha visto la más implacable represión a toda marcha o movilización. Y así lo han sentido los estudiantes a lo largo de Chile. El 18 de Agosto en Santiago, la policía disolvió una marcha de más de 4 mil estudiantes a punta de luma y lacrimógena. Muchos fueron detenidos y golpeados en las comisarías. En Temuco, en las universidades también se vivió la entrada de los pacos a las facultades y en Copiapó se detuvo a una decena de estudiantes, y los dirigentes y activistas fueron amenazadas por la policía y serán pasados por fiscalía militar. Tan así, que hasta los decanos de la facultad de Arquitectura y Urbanismo, y la de Economía y Negocios de la U de Chile salieron a rechazar la represión.
Este artículo se hace estrecho para enumerar todos los ejemplos que saltan a la vista, pero una cosa es clara: La derecha viene actuando con la policía por delante, mientras impulsa ataques privatizadores, mientras sigue subiendo el pasaje del Transantiago, mientras aumenta la carestía de la vida, mientras funcionarios públicos siguen siendo despedidos y los mineros, pese a todo el discurso reaccionario de “unidad nacional”, siguen enterrados por culpa de la sed de ganancias de los empresarios que condenan a los trabajadores a pésimas condiciones laborales y salariales. A 37 años del golpe, sigue primando la impunidad y la represión. Se hace más urgente que nunca denunciar a los patrones, enfrentar el gobierno empresarial de la derecha, enfrentar la precarización impulsada por la concertación y la derecha. En este sentido, hacemos un llamado amplio a impulsar activamente una campaña contra la represión.
31 de agosto