Derechos Humanos
Chile: La iglesia pide el indulto para los militares genocidas
29/07/2010
El día 21 de Julio, la Iglesia Católica entregó al gobierno derechista de Sebastián Piñera el documento de propuesta “Indulto Bicentenario”, para rebajar penas, dar beneficios de libertad, beneficiar con penas alternativas o dar mejoras carcelarias a distintos reos en las cárceles del país, por “razones humanitarias” con motivo del bicentenario. Dicho documento, que venía suscitando numerosos debates, proponía no hacer distinción entre civiles y militares para el otorgamiento de los beneficios carcelarios, es decir, que lo pudieran recibir los militares genocidas implicados en casos de derechos humanos en la dictadura. La Iglesia Católica, que se viste de progresista hablando de dar mejores salarios o combatir la pobreza, ¡ahora plantea dejar en libertad a los poquísimos militares golpistas condenados por causas de derechos humanos que asesinaron con plena legalidad en la dictadura pinochetista a sectores del movimiento obrero, estudiantil, el pueblo pobre y las organizaciones de izquierda! En una entrevista del día Domingo 25 (El Mercurio), el arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, planteó que el rol de la Iglesia era el “perdón” y no el “odio” y que por tanto, dar beneficios carcelarios a los militares genocidas era parte de un gesto de “reconciliación nacional”. Para él, la lucha del “ni olvido ni perdón” que han reclamado por años distintas agrupaciones de derechos humanos, es irrisoria. Como lo dijo: “si queremos una sociedad reconciliada, tendremos que poner sus bases en la verdad y la justicia, pero también en el perdón”. Es decir, “perdón y clemencia” a los militares y agentes de la dictadura militar que torturaron y asesinaron a cientos de miles de luchadores del movimiento obrero, estudiantil y popular.
El gobierno de la derecha, con Piñera a la cabeza salió planteando en un primer momento que no haría ninguna distinción entre civiles y militares para el indulto, es decir, que podría otorgar el indulto a los genocidas. Pero el día domingo, salió a plantear que no habrá ningún indulto general, puesto que había que combatir la delincuencia y que “un presidente debe defender”…”también los derechos humanos”. Es decir, posando como un defensor de los derechos humanos plantea que no otorgará ningún beneficio a quienes están condenados por causas de derechos humanos. Esta historia no es nueva. Ya Piñera hace años viene desmarcándose de una ligazón con la dictadura mostrándose como una “derecha renovada”. Además, con esto escapa a las críticas por sus vínculos a la dictadura. Es que la derecha, por más que intente encubrir o “alejarse” de sus vínculos con el golpe militar, está en su ADN la sangre golpista de la dictadura pinochetista. Ya son conocidos los casos de derechistas que están en el gobierno que fueron parte de la dictadura: Otero (renunciado del cargo de embajador de Argentina), Alberto Labbé (nombrado embajador de Panamá y que renunció), el ex general de gendarmería Iván Andrusco son sólo algunos de los que trabajaron con Pinochet, en cargos de administración, en el ejército y en instituciones de exterminio como la DINA y la CNI encargadas de torturar y asesinar a luchadores obreros, populares y de la izquierda.
La Concertación, que ahora se muestra “crítica” de conceder indulto a los militares genocidas condenados, fue la que durante 20 años mantuvo la Ley de Amnistía que permite no procesar a la enorme mayoría de los genocidas de la dictadura. Además, en el gobierno de Lagos se dio el indulto a Manuel Contreras Donayre, implicado en el asesinato del dirigente sindical Tucapel Jiménez. ¡En el último gobierno de la Concertación, hubo asesinatos a obreros, como Rodrigo Cisternas, o mapuches como Matías Catrileo, que quedaron en total impunidad sin ninguna condena! Y la Concertación, durante sus 20 años en el gobierno promovió una fuerte legitimación de las Fuerzas Armadas y de los implicados en casos de derechos humanos. Villa Grimaldi, centro de tortura y exterminio de la dictadura fue rebautizada como “Parque de la paz y la reconciliación”. Es decir, reconciliación nacional con quienes fueron gestores de la dictadura militar para frenar en ese entonces el avance del movimiento obrero, estudiantil y popular. El gobierno de Bachelet le rindió tributo al ex general de Carabineros, Alejandro Bernales, muerto en accidente aéreo, que fue durante años instigador contra el pueblo mapuche en el sur del país. Y así sucesivamente. El “progresismo” patronal que intenta presentarse falsamente como “amigo del pueblo” dejó impune a los genocidas e impulsó a su manera el “perdón” que plantea la reaccionaria Iglesia Católica.
Desde Clase contra Clase repudiamos cualquier indulto a los militares genocidas condenados por causas de DDHH, como el que propone la Iglesia. Denunciamos el rol reaccionario de la Iglesia que no solo en Chile, sino que América Latina y en el mundo intenta legitimar los golpes militares -como lo hizo con el reciente Golpe de Estado en Honduras- y promover la reconciliación con las instituciones golpistas y los represores de ayer y hoy. En plena crisis mundial, intenta nuevamente jugar un rol más activo para desactivar u oponerse a cualquier lucha del movimiento de masas, mientras encubre desde el vaticano hacia abajo los casos de pedofilia y violaciones por parte de diversos curas a nivel mundial que han salido a la luz, además que intenta bloquear cualquier conquista democrática como la entrega de la píldora del día después en nuestro país y su enorme oposición al matrimonio homosexual mostrando su rol reaccionario y medieval de legitimación del machismo. Denunciamos a la derecha que se intenta desmarcar de la dictadura, mientras promueve más represión con diversos operativos en ciudades como Santiago o Valparaíso con más policías en las calles, reprime luchas de los trabajadores como hizo con la represión en la minera Collahuasi, y aplica mayores ataques al movimiento obrero y estudiantil. ¡La derecha y sus ataques no pasarán! Denunciamos también a la concertación que intentan mostrarse falsamente como “amigos del pueblo” mientras mantuvieron a la mayoría de estos militares en total impunidad, al igual que a los represores de hoy. Llamamos a las organizaciones de DDHH, a las organizaciones de los trabajadores, la CUT, federaciones y sindicatos, a las federaciones estudiantiles y de la izquierda la más amplia movilización repudiando cualquier indulto a los genocidas y exigiendo juicio y castigo a los represores de ayer y hoy, y creando comisiones de investigación resolutivas independientes del estado y su justicia al servicio de los empresarios, para evidenciar a los miles de genocidas y represores actuales impunes de la dictadura.
¡Ningún indulto a los milicos genocidas!
¡Juicio y castigo a los represores de la dictadura y a los de hoy!