EL PAIS - 9-05-2011
El régimen sirio redobla su ofensiva contra las ciudades sublevadas
09/05/2011
Los soldados se despliegan en un suburbio de Damasco mientras columnas de tanques cercan tres barrios de Homs.-Activistas denuncian la muerte de cuatro mujeres en la localidad costera de Banias
AGENCIAS / EL PAÍS | Ammán / Madrid 09/05/2011
Cuando se cumplen siete semanas de levantamiento popular contra el Gobierno de Bachir El Asad, el Ejército sirio ha redoblado su ofensiva contra los opositores en un intento de aplastar definitivamente la revuelta. Después de enviar este domingo más tanques y tropas a los ciudades rebeldes que ya estaban bajo sitio (Deraa, Banias y Homs), el régimen ha desplegado tropas esta mañana en torno al suburbio de Muadhamiya, al oeste de Damasco. Testigos citados por la BBC aseguran que en ese lugar se han escuchado fuertes tiroteos mientras inmensas columnas de humo negro se han levantado en el cielo. El barrio permanece sin electricidad y ninguna línea de teléfono funciona, según han denunciado activistas.
Entretanto, nuevos batallones de soldados y policías se han desplazado este lunes hacia Homs, tercera ciudad siria a 165 kilómetros al norte de Damasco, donde las tropas, con el auxilio de tanques y vehículos blindados, registran casa por casa y detienen a multitud de personas desde el sábado por la noche. Se trata de tres barrios -Bab Sebaa, Bab Amro y Tal al-Sour- que, según el Observatorio sirio para los Derechos Humanos, "están completamente sitiados" y donde un numero indeterminado de personas han sido arrestadas. "Hay un bloqueo total de información sobre muertos y heridos. Las telecomunicaciones y la electricidad han sido cortadas en repetidas ocasiones", ha denunciado este organismo.
En esa ciudad de un millón de habitantes que se ha convertido en uno de los focos más activos de la revuelta, al menos 14 personas han muerto solo el domingo y cientos más han sido detenidas, según las denuncias de activistas y grupos de defensa de de los derechos humanos.
Un vecino de Homs ha transmitido la angustia de la población en declaraciones bajo anonimato a la BBC: "No podemos continuar mucho tiempo más bajo la amenaza de las armas. Alguien en el extranjero debe hacer algo. Este gobierno debería de proteger a su población y no matarla", ha clamado.
En Deraa, ciudad fronteriza con Jordania que ha permanecido ocupada militarmente durante dos semanas en las que decenas de activistas han muerto, el Ejército, que aún mantiene el cerco, ha permitido a sus habitantes salir de sus casas durante unas horas para hacer acopio de víveres y productos de primera necesidad antes de imponer de nuevo el toque de queda. Un testigo citado por Reuters informa de que las fuerzas de seguridad han matado a dos manifestantes desarmados el domingo por la noche en la ciuda de Deir al-Zor, al este del país.
Campaña represiva
El Ejército, entretanto, sigue haciendo oídos sordos a estas denuncias y continúa con su campaña contra "terroristas armados". Según sus cálculos, seis soldados y policías han muerto y varios más han resultado heridos en las últimas horas en los enfrentamientos en Homs, Banias y otras localidades próximas a Deraa, al sur del país árabe. El Gobierno de El Asad pone en duda la muerte de civiles víctimas de la represión y únicamente subraya la muerte de un centenar de soldados. Mientras, la televisión estatal siria sigue sin ofrecer imágenes de las protestas pero sí en cambio de un autobus tiroteado en el que habrían muerto 10 trabajadores sirios que volvían a casa de Líbano víctimas de una emboscada que el régimen atribuye a los grupos opositores.
Los grupos opositores han rebatido estas cifras con nuevas denuncias de abusos contra la población civil desde que el pasado viernes el Gobierno iniciara una severa operación represiva. Activistas aseguran que cientos de personas han sido arrestadas en la ciudad portuaria de Banias, entre ellas un niño de solo 10 años. El sábado, los soldados abrieron fuego contra cuatro mujeres que participaban en una pequeña manifestación cerca de esa ciudad.
La ONG Sawasiah cree que más de 800 personas han muerto desde que arrancaron las protestas a mediados de marzo para reclamar libertades políticas y el fin de la corrupción, incluidas 220 durante el asalto del Ejército a Deraa. La revuelta, en cualquier caso, supone el mayor desafío para Bashar El Assad desde que tomó el relevo de su padre, Hafez, en el año 2000.