EL PAIS - 29-03-2011
Espaldarazo de los aliados en Londres a la oposición libia
29/03/2011
El Consejo Nacional libio promete elecciones libres para crear "un Estado moderno y unido" sin Gadafi.-Rusia acusa a las potencias occidentales de apoyar a un bando en una guerra civil
WALTER OPPENHEIMER| Londres 29/03/2011
Apenas unas horas antes de que se abra la Conferencia de Londres sobre Libia, la oposición a Gadafi recibió un respaldo político público al entrevistarse el jefe del Foreign Office y anfitrión de la conferencia, William Hague, con el enviado especial del Consejo Nacional Transicional Interino Libio, Mahmoud Jabril. Jabril, que no asiste oficialmente a la cumbre diplomática, tiene previsto entrevistarse luego con la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton -con la que ya se reunió el pasado día 15 en París-, y con el primer ministro británico, David Cameron.
Los representantes del movimiento rebelde han garantizado la celebración de elecciones justas sin la presencia del dictador. Su aspiración principal es crear un "Estado moderno, libre y unido", según un comunicado divulgado antes del inicio de la cumbre.
La conferencia, a la que asisten representantes de 36 países y cinco organizaciones internacionales, será inaugurada a las 14.00 hora local (una hora más tarde en la España peninsular) por el primer ministro británico. Su cuádruplo objetivo es analizar la situación militar en Libia, impulsar políticamente la heterodoxa coalición de naciones que apoya con distintos grados y matices esa intervención militar, estudiar las necesidades de ayuda humanitaria de la población Libia y analizar la estrategia política de futuro en el país para evitar que una eventual marcha de Muamar el Gadafi cree un vacío político similar al que se dio en Irak tras la caída de Sadam. William Hague insinuó en una declaraciones esta mañana la comunidad internacional aceptaría que Gadafi no compareciera ante el Tribunal Penal Internacional si acepta abandonar el país.
Entre las delegaciones nacionales que han viajado a Londres destaca la presencia de ocho países del mundo árabe o musulmán: Jordania, Kuwait, Líbano, Marruecos, Catar, Túnez, Turquía y los Emiratos Árabes Unidos. También están el secretario general de la Organización de la Conferencia Islámica y el embajador de la Liga Árabe, además del secretario general de Naciones Unidas, la alta representante de la política exterior de la UE, el secretario general de la OTAN y el enviado especial de la ONU para Libia. Han enviado observadores Indonesia, Australia, la Santa Sede y el Banco Mundial.
Aunque Londres no ha reconocido oficialmente al Consejo Nacional Libio porque reconoce Estados y no Gobiernos, desde hace semanas le ha dado el rango de representante de hecho de la oposición a Gadafi. Hague explicó al término de su encuentro con Jabril que contacta a menudo por teléfono con representantes del consejo, al que describió como "un interlocutor político importante y legítimo" y aseguró que Reino Unido quiere "estrechar sus contactos con una amplia gama de miembros de la oposición libia que están trabajando para crear una Libia que pueda cumplir las aspiraciones de su pueblo".
"Hemos discutido la actual situación política y humanitaria en Libia. Estamos de acuerdo en la enorme importancia de proteger y salvaguardar a los civiles en Libia. Hemos calibrado cómo Reino Unido y los demás asistentes a la conferencia de hoy en Londres pueden apoyar de la mejor manera las aspiraciones del pueblo libio y le he pedido al señor Jabril una evaluación de las necesidades humanitarias en Libia y las prioridades de la asistencia internacional", declaró William Hague tras el encuentro.
Rusia acusa a los aliados de parcialidad
Despejadas las dudas en torno al mando militar, que la OTAN asumió el pasado fin de semana después de una etapa inicial a cargo de Estados Unidos, ahora surjen otros interrogantes. Dudas como las que plantea Rusia, que no participa en los ataques ni acudirá a la convocatoria en Londres pero que ha expresado de nuevo su preocupación por el peligro de que las potencias occidentales tomen parte activa en lo que Moscú no duda en calificar de guerra civil. Un peligro innesario según Rusia, al exceder el mandato expreso de la ONU que autoriza "el uso de todas las medidas necesarias para proteger a la población". Pero solo para eso, no para apoyar con los bombardeos el avance de los rebeldes libios en su lucha contra Gadafi.
Precisamente para evitar acusaciones como esta, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el primer ministro británico, David Cameron, hicieron ayer un llamamiento conjunto a los libios para que abandonen a su suerte a Gadafi y ayuden a Libia a iniciar un proceso de transición que mantenga la unidad territorial del país magrebí. "Gadafi debe marcharse inmediatamente" al haber "perdido toda legitimidad", afirmaron los dos políticos europeos, que instaron a los seguidores del coronel a "abandonarle antes de que sea demasiado tarde". "Llamamos a todos los libios que creen que Gadafi lleva a Libia al desastre a tomar ahora mismo la iniciativa para organizar un proceso de transición", agregaron.
La OTAN, por su parte, ha negado que los ataques aéreos contra las fuerzas del coronel Gadafi tengan como objetivo dar cobertura a los rebeldes en su avance hacia Trípoli. En declaraciones a la BBC, el ex embajador británico ante la OTAN y la ONU, Emyr Jones Parry, ha dicho, en referencia a los recelos de Rusia de que la alianza trate en realidad de tomar parte en una guerra civil, que "se trata de proteger a los civiles y para ello hay que neutralizar las fuentes de esos ataques".
Nueva política de Obama
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, defendió anoche la intervención en Libia como la respuesta a una emergencia humanitaria de la que Estados Unidos no se podía desentender y presentó un nuevo concepto del liderazgo internacional norteamericano basado, no en la actuación unilateral allí donde Washington crea necesario, sino en la creación de las condiciones para un amplio compromiso mundial a favor de las causas justas, informa Antonio Caño.
Obama dejó claro que tras liderar la primera fase de la campaña, EE UU entregará el mando de la misma este miércoles a los aliados. El presidente demócrata advirtió al mismo tiempo de que ampliar los objetivos de la misión militar en Libia al eventual derrocamiento de sería una equivocación y explicó que Washington había recorrido ese camino en Irak y no podía permitirse otra vez semejante costo en vidas, tiempo y dinero.
El primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, cuyo país es miembro de la OTAN, también intentó ayer espantar el fantasma de un nuevo Irak. Erdogan se ofreció a mediar en un eventual acto el fuego en Libia para evitar "un segundo Irak" o un "un nuevo Afganistán". En declaraciones al diario británico The Guardian, Erdogan advirtió de que un conflicto prolongado podría tener consecuencias desastrosas tanto para Libia como para los países de la OTAN. "Nos hemos opuesto a toda acción unilateral y jamás podríamos aceptar llamamientos como el del ministro francés a favor de una nueva cruzada", dijo Erdogan en referencia a unos comentarios del titular francés del Interior, Claude Guéant.