Turquía
Huelga general por la muerte de los mineros y represión del gobierno
22/05/2014
El 13/5, más de 250 mineros murieron en Soma, Turquía, en la explosión de una mina, y varias decenas más fueron gravemente heridos. La responsabilidad es de la empresa y el gobierno. Esta tragedia no fue un accidente de trabajo sino una masacre producto de las políticas privatizadoras neoliberales que han llevado no solo a la entrega del patrimonio nacional sino a la tercerización en empresas privadas de la tarea de control y supervisión de las normas de seguridad e higiene. El Primer Ministro Erdogan con una hipocresía sin límites, relativizó los muertos como víctimas de un accidente “normal”, llamando a rezar y declarando un luto nacional de tres días. Luego de llegar a Soma, su auto fue atacado por manifestantes y tuvo que refugiarse en un supermercado para huir de los manifestantes enfurecidos.
El 15/5 el país amaneció paralizado por una huelga general convocada por los principales sindicatos exigiendo el castigo a los culpables de la masacre en Soma y reclamando mejoras en la seguridad laboral. La respuesta del gobierno fue la represión contra las manifestaciones. En Soma la movilización fue duramente reprimida, otra de las marchas más grandes se realizó en Esmirna, al oeste del país, donde las fuerzas antidisturbios reprimieron a una multitud de 20.000 manifestantes que reclamaban la renuncia del primer ministro. El gobierno que entregó las minas a empresarios amigos, que dejó pasar las pésimas condiciones laborales que terminaron en la muerte de cientos de trabajadores, reprime brutalmente a quienes exigen justicia.
La bronca de millones de turcos estalló ante las declaraciones del Primer Ministro que minimizó las muertes con frases como “Son cosas que pasan” luego de poner como ejemplo de accidentes mineros de principio del siglo pasado “Tomen a EE UU, con toda su tecnología y todo… En 1907, 361 mineros murieron allí” [1] y la represión a las manifestaciones.
La huelga y las movilizaciones agitaron el fantasma de nuevas crisis como la que debió enfrentar en 2013 contra los manifestantes de la plaza Taksim. Por eso, el gobierno de Erdogan de la mano de la represión a los que salen a luchar, detuvo, en los días posteriores a la huelga general, a varias personas entre ellas altos funcionarios de Soma Holding (empresa que gestionaba la mina), en un intento de mostrarse activo y descomprimir la situación abierta por las muertes mineras. Es un intento, también, de desviar la responsabilidad por la falta de controles del gobierno y el estado. Pero las políticas neo liberales aplicadas por el gobierno (entre ellas incluye las pésimas condiciones laborales) fueron creando las condiciones para que creciera el descontento, que ya se había expresado el año pasado en las movilizaciones de Taksim contra el gobierno y su intento de construir un Shopping en una plaza pública que culminaron con masivas movilizaciones de miles de jóvenes reclamando mayores derechos democráticos y sociales (ver LVO N° 525).
Ante la crisis del gobierno cada vez más impopular por su política, antidemocrático y pro imperialista, es necesario que el movimiento obrero se una a los jóvenes de la plaza Taksim, con sus propios métodos de huelga, piquetes y ocupaciones de fábricas, para construir una alternativa antiburocrática y revolucionaria de los trabajadores que derrumbe el gobierno y luche por una salida obrera y popular a la crisis.
NOTASADICIONALES
[1] Una huelga general encona la protesta en Turquía por la tragedia minera, El País 15/05/2014.