Polémica: Altamira, entre insultos y apoyo a los que apoyan a Prodi
La confirmación del giro a la derecha de la CRCI
06/04/2006
Lo bueno últimamente con la prosa de la CRCI que pretende debatir con la FT y sus grupos es que incita a los más curiosos a abrir un diccionario para entender el significado de los epitetos caídos en desuso décadas atrás que utiliza Altamira para insultar a sus polemistas y por otra parte uno va de sorpresa en sorpresa.
Habíamos ya descubierto en diciembre que el llamado a votar críticamente a Morales en Bolivia [1] no era por parte del CRCI una mera consigna táctica ya que la teorizó estratégicamente otro dirigente de esta corriente, Rafael Frenández, invocando la vieja teoría del Frente Único Antiimperialista de triste memoria para la izquierda bolviana -y no sólo- [2] . Con su último artículo [3], Altamira prosigue con los insultos a mansalva contra la FT y sigue defendiendo la orientación política de Progetto Comunista (AMR-PC, sección italiana del CRCI integrante del PRC) y de su exponente más conocido, Marco Ferrando, quien se aprestaba a presentarse en las listas electorales de Refundación Comunista, miembro integrante de la coalición social liberal y social imperialista de la Unión de Prodi.
Alrededor de este punto, ya hemos contestado desde la columnas de La Verdad Obrera [4]. Sin embargo, esta vez, va más lejos en la teorización de la política de AMR-PC y reconoce defender contra viento y marea la necesidad de permanecer en forma entrista dentro del PRC inclusive después de que este partido haya integrado el probable futuro gobierno de Prodi.
Dejaremos de lado los insultos altamiristas para contentarnos con contestar políticamente a ambas orientaciones políticas que confirman el giro derechista y oportunista cada vez más pronunciado entablado por el CRCI en vísperas de las elecciones parlamentarias italianas del 9 y 10 de abril.
En defensa de Ferrando -y no sólo- contra los ataques reaccionarios y maccartistas
Para darse un perfil más izquierdista necesario para encubrir su giro progubernamental, Bertinotti integró a las listas electorales del PRC a varios candidatos definidos como “escandalosos” por la prensa burguesa italiana cuyo perfil contrasta con los notables y burócratas que conforman las listas de los otros partidos de la Unión [5]. Tres de ellos en particular habían de garantizar el radicalismo formal de las listas bertinottianas: Ferrando por una parte, de la izquierda del PRC -expulsado posteriormente por sus declaraciones en el Corriere de la Sera-, había de encabezar las listas senatoriales del PRC por la región de Abruzzos, siendo portavoz de la tercera moción opositora a la mayoría del partido en el último congreso del PRC que cosechó unos 3000 votos (7%); los otros candidatos más debatidos en el mismo seno de la Unión siendo Vladimir Luxuria, candidata “transgender” extrapartidaria y Francesco Caruso, líder de los altermundialistas del Mezzogiorno.
Aunque estemos férreamente contrarios a los que aceptaron figurar en las listas electorales del PRC por la orientación política de aquel partido y la coalición que integra, volvemos a destacar contrariamente a lo que plantea Altamira en sus artículos calumniadores que defendemos a Ferrando contra las embestidas maccartistas que sufrió por parte de la derecha, del centro izquierda y de los dirigentes de su propio partido por sus declaraciones correctas en defensa de la resistencia iraquí, contra el estado sionista de Israel, etc. Y denunciamos su expulsión burocrática de las listas del PRC como anticipo de lo que hará un futuro gobierno de la Unione contra la clase trabajadora y contra los que levanten posiciones antiimperialistas [6]. Defendemos igualmente a Luxuria contra los insultos homofóbicos y machistas de los cuales fue objeto constantemente en sus mítines electorales tanto como defendemos a Caruso de los que le atacan y acusan de haber sido responsable de las violencias que esmaltaron la contramanifestación de los jóvenes altermundialistas y autonomistas milaneses del 11 de marzo que fueron reprimidos por haberse opuesto solos a un acto de los fascistas de la Fiamma Tricolore [7]. Esto para terminar con las calumnias con las cuales Altamira nos acusa descaradamente de habernos “sumado a la campaña de los enemigos de clase (...) de los Berlusconi, Bossi, Fini, D’Alema, Fassino [8]”.
Ferrando y la astucia del siglo XXI
Ferrando, según Altamira, es de lejos el más “astuto” de los trotskistas del planeta. El histórico dirigente del PO no vacila en equipararle a Liebknecht [9]. Con la integración de Ferrando a las listas del PRC, “la AMR [PC] no se [hubiera] movido de un centímetro de su cerrada oposición al gobierno de la Unione o de Prodi [10]”. Plantear semejante posición es desconocer la realidad para justificar artimañas políticas. Al participar de las listas electorales del PRC todos los candidatos reconocen forzosamente el programa de conjunto de la Unión ratificado por las primarias de noviembre de 2005 según el cual el partido entrará en la próxima coalición de centro izquierda. Decir que Ferrando, una vez en el Senado, no hubiera votado la confianza a Prodi -lo que él mismo nunca planteó abiertamente, todo lo contrario [11]- es desconocer que para encabezar las listas del PRC Ferrando reconoció implícitamente a los ojos de los electores de izquierda que la oposición interna del partido podía supuestamente seguir su pelea contra Bertinotti y Prodi desde una bancada senatorial concedida por la Unión. No se trata de un error de lógica formal o una artimaña luxemburguista para llevar la contradicción dentro del campo social liberal de la Unión que recibió a lo largo de la campaña el apoyo indefectible de la gran patronal italiana, Confindustria. Alimenta la funesta ilusión entre los trabajadores que la oposición al futuro gobierno de la burguesía no requiere la más completa independencia política de sus partidos de izquierda y de sus agentes sindicales en el seno del movimiento obrero. Volvemos a destacar que Ferrando estuvo muy claro al decir que lo que le mancomunaba con Prodi, los DS y la Unión era “el compromiso de sacar a Berlusconi [12]”. Nada muy alejado en última instancia de lo que plantea otra ala opositora a Bertinotti dentro del PRC, Sinistra Critica [13], quien afirma en la portada de su períodico de campaña que es necesario mandar “a su casa sin condiciones [senza se e senza ma] [14]” a Berlusconi y las tropas italianas. Los amigos de Sinistra Critica en Brasil son los que participan en el gobierno de Lula con asesores y un ministro, Miguel Rossetto (que ahora dejó su cargo... ¡¡para hacer campaña como candidato en las listas para la reelección de Lula!!)... con los resultados “senza se e senza ma” que conocemos para los trabajadores y los “sem terra”.
Plantear como lo hace AMR-PC que “la antidemocrática exclusión de Marco Ferrando de las listas del PRC es la prueba de la capitulación de Bertinotti y del grupo dirigente de la mayoría del partido al frente político burgués [de la Unión] [15]” es una antífrasis. El PRC en su conjunto, con sus distintas alas, capituló por enésima vez ante Prodi al participar en las elecciones primarias en las cuales podían concurrir sólo aquellos que reconocían el marco del llamado “Proyecto por Italia” que respeta las líneas fundamentales de la estrategia de Lisboa en la cual se reconoce la patronal italiana. AMR-PC prosigue planteando que “defiende la perspectiva de una representación política de los trabajadores y de los movimientos independiente de la burguesía [16]”. Si tales fueran realmente sus intenciones, se niega en realidad rotundamente a hacerlo ya que integra un partido que se lo impide al estar intrínsecamente ligado a través de Prodi a Confindustria. Por fin, termina lavándole la cara a Bertinotti preguntando ¿cómo podrá “un grupo dirigente [Bertinotti] que no supo defender a un militante y dirigente del partido frente a la campaña reaccionaria y maccartista (...) defender mañana los intereses de los trabajadores? [17]”. Siguiendo la pedagogia electoralista ferrandiana, AMR-PC alimenta ilusiones: ¡como si una vez el PRC hubiera defendido otra cosa que el estatu quo social, canalizando y frenando con un discurso radical la lucha de clases, actuando junto con la burocracia sindical de la CGIL y las direcciones reformistas del movimiento altermundialista como pata izquierda de la burguesía en el seno del movimiento obrero y juvenil!
El más astuto de todos es en realidad el respetable Profesor Prodi con su “cara de cura bonachón [18]”. Logró negociar con las distintas mediaciones sindicales y políticas -CGIL y PRC en particular- a izquierda de la columna vertebral de la coalición -DS y Margarita- para utilizarlas como canalizadores eventuales de la protesta social bajo el probable gobierno de centro izquierda, garantizando de esta forma la concertación social. El reconocimiento explícito por parte del conjunto de la fuerzas políticas que conforman la Unión del programa pro burgués y anti popular de Prodi a cambio de unas bancadas parlamentarias implica que todas actuarán como garantes de la paz social en el próximo período. Esto fue suficiente para que Confindustria -fuertemente golpeada por la crisis económica y debilitada por el sostenido ascenso obrero y popular que conoce Italia desde 2001 y no logró frenar Berlusconi- le diera el visto bueno a Prodi y sus aliados para tomar las riendas del país, garantizando paz social y reactivación económica a expensas de las clases populares. Esgrimirse en plantear como lo hace la izquierda de los DS o el PRC y sus alas minoritarias que todo no está decidido y que aún se puede modificar el programa del futuro gobierno de la Unión es tan falso como decir que aún se puede luchar dentro del PRC contra su integración a la coalición burguesa y que aquel partido podría ser una herramienta clasista de los trabajadores y de la juventud. Como lo vamos a ver, hace mucho tiempo que aquella integración es un hecho consumado. Hacer creer a los trabajadores y a la juventud que desde la izquierda de un partido proburgués y proimperialista como el PRC se puede luchar contra la burguesía significa desarmar a la vanguardia que pelea por encontrar una salida independiente a la crisis económica sin precedente que golpea la península y que la patronal pretende hacer pagar a los trabajadores.
¿Quedarse dentro del PRC hasta que se vote la próxima ley presupuestaria?
Altamira nos informa que en el último congreso de Progetto Comunista a inicios de enero de este año [19] votó por que AMR-PC permaneciera dentro del PRC. « Denunciamos [durante el congreso de AMR-PC a inicios de enero] como ultimatista [una eventual ruptura con el PRC en el momento en que este partido ingrese al gobierno] y señalábamos que predeterminaba una posición con abstracción de la situación política en su conjunto en Italia, o sea que se votaba una ‘cláusula gatillo’ (...). Los del PO pensamos que el ingreso del PRC al gobierno Prodi debe ser rechazado y repudiado pero que no alcanza para determinar una ruptura con el PRC. (...) En nuestra opinión, una ruptura debía estar vinculada al trabajo político de conjunto y a la evolución de la situación política de Italia y especialmente de sus masas. De no seguir este método, esa ruptura será infructuosa y aislada, sin repercusión entre los obreros más avanzados. Por eso es necesario continuar con la agitación contra el ingreso al gobierno y luego por la ruptura con ese gobierno. Contrastando la política anti-obrera del gobierno de la Unione con las masas, esa agitación debe servir para agrupar a una masa decisiva de militantes del PRC, de la izquierda revolucionaria y de los obreros antiburocráticos y combativos de CGIL [20]».
Resume de esta forma lo que planteó en aquel entonces a medias palabras: hay que quedarse dentro del PRC a pesar de la participación gubernamental hasta el voto por parte de los parlamentarios de la Unión, PRC incluido, de la próxima ley financiaria en el cuarto semestre de 2006, voto que demostrará a los ojos de las masas trabajadoras italianas el carácter traidor y colaboracionista del PRC [21]... como si existiera un acontecimiento precipitador que hiciera evolucionar la subjetividad de las masas y ésta no fuera a su vez condicionada por el nivel de conciencia de la vanguardia que se fogueó en las luchas de los últimos años, la lucha de clases y obviamente la existencia de una dirección revolucionaria que pelee por ser una herramienta dinamizadora de la protesta social y se plantee abiertamente como alternativa. Hace mucho tiempo sin embargo que el PO, AMR-PC y el CRCI en su conjunto están no sólo acostumbrados a los atajos políticos en el camino de la construcción de una herramienta revolucionaria de los trabajadores sino que teorizaron aquellos mismos atajos para justificar su adaptación al juego democrático burgués y su sectarismo político, las dos caras de la misma moneda.
Lo que plantea Altamira ocasiona dos reflexiones, por una parte alrededor de lo que son las tareas de los marxistas revolucionarios en Italia en el próximo período y por la otra implica hacer un necesario balance de años de entrismo a largo plazo en un partido reformista, proburgués y proimperialista como el PRC.
La orientación política altamirista vuelve a poner en el tapete la cuestión del entrismo desde hace más de una década de todos aquellos que pretenden defender las banderas de la Cuarta Internacional dentro del PRC desde su fundación a inicios de los años noventa, Erre-SUCI y Comunismo dal Basso-IST, Falce Martello-CIM y Progetto Comunista-CRCI. Recordaremos sólo que estas corrientes militaron y contribuyeron a construir un partido que entre 1996 y 1998 apoyó un gobierno que adoptó, entre otras cosas, las leyes flexibilizadoras conocidas como “Paqueto Treu”, construyó los centros de detención (CPT) para los inmigrantes ilegales calificados de nuevos campos de concentración por los defensores de los derechos humanos o mandó sus tropas a Albania en 1997 para sofocar el proceso popular abierto en aquel país. Después de romper formalmente a nivel nacional con el centro izquierda en 1998, Bertinotti logró convertir hábilmente el PRC en un referente aglutinador para sectores de la juventud y de la clase obrera que retomaron el camino de la lucha de clases luego de años de derrotas y golpes, iniciando de esta forma en Italia el proceso de recomposición subjetiva al cual asistimos a escala mundial y que arrancó realmente en la península, después de la oposición a la segunda guerra de los Balcanes, a partir de 2001 con el inicio de la lucha de los metalúrgicos y las jornadas de Génova.
El PRC entabló este giro sin dejar de apoyar localmente, en las juntas municipales, provinciales y regionales, las coaliciones de centro izquierda, votando junto con ellas o cubriendo por izquierda todas las políticas neoliberales de recortes a las políticas sociales y de incremento de la flexibilidad laboral en las administraciones públicas. Secundaba contemporáneamente por izquierda la burocracia sindical, cubriendo las distintas alas de la CGIL en sus artimañas y maniobras para canalizar las protestas sociales que tuvieron lugar contra el gobierno antiobrero y antipopular de Berlusconi, contra los despidos en el sector privado y las administraciones públicas o en las luchas contra las cumbres imperialistas y la guerra.
De estos grandes hitos de la lucha de clases que llevaron a la calle millones y millones de trabajadores y jóvenes de la península a través de huelgas generales multitudinarias, protestas populares, luchas callejeras, ocupaciones de universidades, etc., sectores de vanguardia no quedaron en la órbita del PRC y tampoco esperaron el visto bueno de la izquierda del PRC para sacar autónomamente lecciones. Esto se tradujo en el hecho de que superaron tendencialmente sus direcciones tradicionales como lo atestiguan -para dar sólo unos ejemplos de los más clasistas- los trabajadores del transporte público en 2003 y 2004 con huelgas salvajes, en menor medida los obreros de FIAT Melfi en 2004, o el mes pasado 6.000 trabajadores metalúrgicos de Campania que se negaron a ratificar el convenio nacional defendido por la izquierda de la burocracia sindical de la FIOM. Esto no significa que seamos apologistas del espontaneismo obrero a secas, lejos de eso. El hecho de que ninguna fuerza cuarta internacionalista consecuente haya emergido en el período anterior de ascenso obrero y popular como herramienta postulante para ayudar a sacar lecciones estratégicas y tácticas de las luchas bajo el gobierno Berlusconi y el actuar de los precedentes gobiernos de centro izquierda, de modo a ayudar a construir instituciones clasistas autónomas, para prepararse a candidatearse como dirección marxista revolucionaria a las futuras luchas contra el probable gobierno Prodi/DS/PRC con el apoyo de la CGIL, todo esto hace que el terreno de la oposición de clase al gobierno Berlusconi fue ocupado progresivamente entre la vanguardia real que surgió en las luchas sociales por fuerzas izquierdistas, político-sindicales como los sindicatos de base, colectivos políticos locales como el autonomismo, etc., cuyas direcciones, a pesar de su radicalismo verbal, son profundamente centristas. En cierto sentido, salvando obvias diferencias, se repitió el error de la fuerza “trotskysta” italiana mayoritaria de los años sesenta, encabezada por Livio Maitan, que al quedarse hasta 1968 dentro del PCI, dejó un espacio central a los grupos y corrientes comunistas críticos, centristas como lo demostrará la lucha de clases, que habían ido gestando a izquierda del PCI y del PSI en aquella década y se encontraron en una posición favorable para fusionarse con los sectores obreros y estudiantiles de vanguardia que empezaron a ocupar el centro del escenario político y social a partir de 1969 que signa el inicio del llamado “maggio rampante”. Las direcciones de aquellas corrientes que surgieron o se fortalecieron desde el final de los años 90 en Italia representan hoy en día un obstáculo estratégico en el camino de la construcción de una auténtica organización trotskysta en la península que aspire a tener un auditorio que supere la vanguardia en las futuras luchas -lo que no significa que los revolucionarios no puedan o deban encontrarse codo a codo con las bases de aquellas corrientes en los conflictos y luchas que se darán-. Este panorama hace que los que saldrían hoy en día del PRC retomando realmente las banderas de la IV° Internacional no estarían ubicados en las mejores condiciones para llevar a cabo la pelea estratégica y vital para la clase obrera italiana e inmigrante y la juventud de la península, retomar la construcción de la única oposición de clase posible que sea la herramienta capaz de garantizar primeras victorias que sean un punto de apoyo para revertir la relación de fuerzas entre clases: la lucha por la constitución de un partido cuartainternacionalista que pelee a escala nacional e internacional por la reconstrucción del estado mayor de los explotados y oprimidos, el partido de la revolución mundial.
Para retomar lo planteado por Altamira quien afirma haber votado contra el mismo Ferrando por permanecer aún más dentro del PRC, fuerza es de constatar que por el momento AMR-PC no hizo alarde en salir del PRC. Grisolia, dirigente de AMR-PC, sigue siendo asesor de Liberazione y participó en la última asamblea italiana del Partido de la Izquierda Europea, rejunte de burócratas ex o posestalinistas [22], en el último congreso de la CGIL los principales dirigentes sindicales ligures de AMR-PC encabezados por Manganaro votaron junto con la ex tendencia opositora de Lavoro e Società para apoyar al actual secretario Epifani y AMR-PC no se pronuncia nacionalmente en cuanto al voto del próximo 9 y 10 de abril, lo que termina siendo un llamado a votar por el partido en el cual militan y construyeron durante años, un voto directo a Prodi [23]. Después de haber llamado a votar a Morales y llamar esta vez a quedarse dentro de un partido que integrará un gobierno social imperialista cuyas tropas ocupan los Balcanes, Afganistán o Irak, un gobierno apoyado por los máximos representantes de una burguesía imperialista de segunda categoría no menos depredadora que sus socios europeos en América latina y Medio Oriente, un gobierno que se prepara a reanudar con la ofensiva anti obrera y anti popular versión social demócrata y liberal que ya experimentó la clase obrera y la juventud de la península entre 1996 y 2001, no le queda otra a Altamira que insultar a los que dicen que las banderas de la Cuarta Internacional que queda por reconstruir todavía pueden retormarse defendiendo una política radicalmente opuesta al oportunismo y electoralismo del CRCI. En Italia, esta pelea pasa por la lucha por la construcción de una auténtica fuerza trotskysta que pueda fusionarse con lo mejor de la vanguardia obrera y juvenil que se fogueó en los últimos años, que está siguiendo atentamente el movimiento de los jóvenes franceses y podría entrar como los estudiantes transalpinos en acción, masivamente, en forma inesperada, sintomática de la situación transitoria y de la coyuntura fluida que estamos viviendo a nivel internacional mientras que en Europa también se está recomponiendo paulatina pero resueltamente la subjetividad obrera como lo atestiguaron últimamente la huelga general de los estatales británicos, las luchas de los empleados públicos alemanes y el descontento que cunde entre los obreros metalúrgicos, la última huelga general y el movimiento estudiantil en Grecia o el mismo masivo movimiento francés cuya potencialidad es especularmente opuesta a las intentonas con las cuales la burocracia sindical y el centro izquierda pretenden desarticularlo sin que la “extrême gauche” pelee consecuentemente por ser una alternativa. Hoy en día más que nunca vuelven a soplar vientos que recuerdan tiempos pasados. La ocupación y posterior desalojo de la Sorbona no son únicamente meros hechos simbólicos pasajeros. Como coreaban las columnas de los setentistas italianos, “è ora, è ora, poter a chi lavora!” [¡ya es la hora, el poder a quien trabaja!]. Si los marxistas revolucionarios no quieren cometer los mismos errores que en el pasado, todavía hay tiempo, pero el tiempo de la lucha de clases, la de nuestra clase pero también la de nuestros enemigos, corre por su cuenta. Contra la patronal italiana y sus Prodi, Bertinotti y Epifani que se preparan a gobernar, ¡luchemos por la única oposición clasista consecuente, luchemos por la reconstrucción de la Cuarta Internacional!
NOTASADICIONALES
[1] Ver ALTAMIRA Jorge, « Llamamos a votar a Evo Morales y el MAS », en El Obrero Internacional n°4, Buenos Aires, diciembre de 2005.
[2] Remitimos a las polémicas escritas por Eduardo Molina y Gustavo Dunga contra las posiciones de la CRCI en los meses de diciembre de 2005 y enero de este año disponibles en la página web de la FTCI.
[3] Ver ALTAMIRA Jorge, « El PTS ya tiene el tufo de la delincuencia política », en Prensa Obrera n°938, Buenos Aires, 23/03/06.
[4] Ver PIZZUTTI Lucas, « Crisis en la izquierda italiana por el caso Ferrando », en La Verdad Obrera n°181, Buenos Aires, 23/02/06 y « Altamira en la vereda de enfrente de de la realidad », en La Verdad Obrera n°182, Buenos Aires, 09/03/06.
[5] La “Unione” es la coalición de centro izquierda encabezada por Prodi, ex Presidente de la Comisión Europea y ex Presidente del Consejo italiano entre 1996 y 1998 gracias al apoyo parlamentario del PRC.
[6] Remitimos a lo que planteó claramente Lucas Pizzutti en los artículos previamente mencionados. “Denunciamos públicamente, destacaba el primero, la persecución maccartista a la que han sometido a Ferrando y su grupo (...) anticipo de los ataques que sufrirá el conjunto de l clase obrera bajo un eventual gobierno Prodi” y “nos [ponemos] del lado de Ferrando, proseguía Pizzutti en el segundo, frente a los ataques maccartistas de los políticos de la burguesía italiana”.
[7] La Fiamma Tricolore, nacida en febrero de 2004 de la escisión del viejo MSI fascista de Pino Rauti, es una de las cuatro corrientes abiertamente mussolinianas que apoyan la coalición de Berlusconi y viven a la sombra de la democracia burguesa italiana sin que ningún partido de centro izquierda proteste.
[8] Ver ALTAMIRA Jorge, « El PTS del otro lado de la barricada », en Prensa Obrera n°934, Buenos Aires, 02/03/06.
[9] Ibid.
[10] Ibid.
[11] Ver la entrevista a Marco Ferrando in Il Corriere della Sera, 23/01/06 y el primer artículo previamente citado de Lucas Pizzutti.
[12] Entrevista a Marco Ferrando in Il Corriere della Sera, 13/02/06.
[13] La dirección de Sinistra Critica está conformada por los militantes de Erre (Secretariado Unificado-SUCI) y de Comunismo dal Basso (IST-SWP británico). Durante años Erre apoyó la mayoría bertinottiana dentro del PRC, lealtad gracias a la cual sus dirigentes son senadores como Gigi Malabarba, director editorial de Liberazione, el cotidiano del PRC en el caso de Cannavó, o inclusive vice presidente del Consejo Provincial de Roma en el caso de Simeone.
[14] Erre.info n°0, Roma, marzo de 2006.
[15] Declaración política de la AMR Progetto Comunista, volante de apertura de la campana electoral, disponible en la página web de AMR-PC.
[16] Ibid.
[17] Ibid.
[18] La expresión es de Berlusconi. Así retrató el Premier italiano al candidato de centro izquierda en el debate televisivo del 3 de abril después de que éste lo haya equiparado a un borracho...
[19] En este congreso se precisó la ruptura entre la fracción liderada por Ferrando y Progetto Comunista-Refundar la Oposición de los Trabajadores (PCROL) encabezado por Ricci que culminó con la aceptación por parte de Ferrando de encabezar las listas electorales en Abruzzos por el PRC.
[20] ALTAMIRA Jorge, « El PTS ya tiene el tufo de la delincuencia política », art. cit. (lo subrayado es nuestro).
[21] El presupuesto gubernamental, « la finanziaria », votado en Parlamento, tiene en Italia un significado y un alcance simbólico a los ojos de las masas en general tal vez más importante que en otros países del viejo continente en los cuales suscita menos interés y debate entre los sectores asalariados no directamente vinculados a la vanguardia. Cuando aludimos a la próxima ley presupuestaria (finanziaria), incluimos también la llamada "mini-finanziaria" a la cual podría recurrir el próximo gobierno después de asumir. Esta "mini-finanziaria" que habría de discutir el Parlamenti con su nueva mayoría de centro iqzuierda serviría para rectificar las prioridades presupuestarias del ex gobierno que trucó en gran parte el estado real de las arcas del Estado. Esto podría dar lugar a una primera escaramuza entre la izquierda de la coalición que podría negarse -antes de votar a favor, abstenerse u obtener algunas ligeras modificaciones enarboladas como victorias de izquierda- a votar en un primer momento a favor de recortes presupuestarios destinados a sanear las cuentas públicas o llegar a un presupesto "realista" desde el punto de vista de la patronal y sus respresentantes de centro izquierda.
[22] Ver su declaración polémica de denuncia (frente a una platea de burócratas empedernidos) en la página web de AMR-PC, “Intervento di Franco Grisolia alla Conferenza Programmatica della Sezione Italiana del Partito della Sinistra Europea (18-19 marzo ’06)”.
[23] La sección turinés de AMR-PC llama sin embargo explícitamente a votar al PRC: “Nuestro llamadop a votar al PRC es inseparabile de nuestra lucha por una representación autónoma de los trabajadores y de su proyecto general (sic.)”. Ver “Cacciare Brelusconi, nessuna subordinazione a Prodi”, volante del 28/03/06 en la página web.