Chile
La derecha en crisis se preparar para la guerra
30/04/2013
Comentario Político Semanal del PTR-CcC n° 149
Nicolás Miranda
A la derecha en su campaña electoral le estalló una crisis de importancia: viéndose perdedora, bajó a la fuerza a su candidato estrella Golborne, que resentido no asistió a un encuentro con Piñera. La forzada renuncia del candidato de los abusos de la UDI, Golborne, fue resuelta sustituyéndolo por el candidato anti-obrero Longueira. La dupla de la derecha para las primarias se prepara con el otro candidato anti-obrero de RN Allamand.
Candidatos de una crisis con un gobierno en crisis: el escándalo de la manipulación de datos estadísticos del Censo y de la inflación, llegó incluso a los medios de prensa internacional del empresariado imperialista.
El discurso de ambos, es la defensa cerrada de la herencia pinochetista, amenazada por la lucha de clases de los estudiantes y los trabajadores, que es el mar de fondo que está removiéndolo todo, y contra toda idea y organización de izquierda. A su lado, sus socios en la defensa de la herencia pinochetista, la Concertación, con el PC, busca maquillarla.
El temible mar de fondo
Para entender la sacudida que vivió la derecha, tenemos que mirar el mar de fondo que está removiéndolo todo: la impugnación a la herencia de la dictadura, que se instaló en las calles, con las luchas de los estudiantes, los trabajadores, los mapuche, los pobladores, las luchas de los vecinos de las regiones empobrecidas o castigadas.
Los empresarios hablan a través de sus partidos transversales, los dos grandes diarios. En su editorial del domingo 28, El Mercurio alerta sobre el “Inquietante discurso deslegitimador”, y plantea que: “Los planteamientos de grupos sociales organizados, partidos políticos y candidaturas presidenciales de oposición -en particular de aquellas más contrarias al camino que nuestro país ha seguido en los últimos 25 años- y múltiples voces que incluyen a personeros de la Concertación que también critican ese camino abren aventurados interrogantes respecto del futuro que se avecina. Partiendo de una mirada crítica de la situación chilena, muchos dirigentes políticos han empezado a recurrir al fácil expediente de las posturas refundacionales, que incluyen una nueva Constitución, la demonización del lucro -insinuando que no se refieren solo al ámbito de la educación, sino que también presentándolo como una lacra que daña la convivencia social en su conjunto- y el cuestionamiento de la actuación de los agentes privados en gran parte de las actividades económicas nacionales. Esa vía no busca correcciones institucionales ni mejoramientos normativos para resolver los problemas, sino que apela a un discurso que va minando las bases de la legitimidad de las actividades diarias con que se desenvuelve el país”.
Por su parte, la editorial del martes 30 de La Tercera, advierte que en la derecha, “al frente tendrán como más segura adversaria a una candidata opositora que, aunque ha evitado hasta ahora definiciones tajantes, ha puesto en cuestión aspectos centrales del modelo seguido por el país durante las últimas décadas, incluyendo en las comisiones para estudiar temas como la reforma tributaria o constitucional a algunos expertos que sostienen posturas radicales y que serán objeto de amplio debate en la campaña que se avecina”.
La clase patronal y la derecha sobre- reacciona: la lucha de clases impugna, pero aún no vence; el régimen está en una crisis, pero contenida, y se atrinchera, agazapada para dar un nuevo zarpazo.
La clase patronal y la derecha sobre- reacciona de tan conservadora. Tan oligárquica. Tan temerosa. Tan reaccionaria. No quiere que se mueva una hoja sin que ella lo sepa, ni lo apruebe. Pero su intransigente y cerrada negativa, es lo que alienta aún más la lucha de estudiantes, trabajadores, mapuche y pobladores, empujada a seguir en las calles.
Este “camino de los últimos 25 años”, este “modelo”, está siendo impugnado en las calles. La Concertación quiere sacarlo de las calles, usurparlo, canalizarlo. Para maquillarlo. Perder algo para que no se pierda todo. Y entonces sale Bachelet con su programa con letra chica. Y la derecha se urge.
Derecha y Concertación en el sueño de los ‘90
Marcan el paso. Longueira habla de “inclusión social”. Una parte de la derecha se estremece, ¿un sexto gobierno de la Concertación, después del quinto de Piñera? Longueira los tranquiliza. La Concertación fue de centroderecha.
Todos tienen razón: son lo mismo. Con maneras diferentes, derecha y Concertación defienden la herencia de la dictadura: la impunidad patronal, el saqueo de nuestros recursos naturales, salarios y pensiones de hambre, subcontratación, mercantilización de la educación, la salud, la vivienda, binominal y Constitución de Pinochet+Lagos.
Inclusión social, crecimiento con equidad, estoy contigo pero todo va para mis bolsillos. Bien noventista.
Pero los ’90 murieron. En las calles. Aunque aún lo nuevo, no termina de nacer. Y eso les da tiempo a la derecha, la Concertación y sus jefes los patrones. Por el momento, sólo atinan a darle una sobrevida a los ’90, y ese intento artificial, estalla a cada paso.
Los escándalos de la derecha: la manipulación
La crisis de la derecha y su Gobierno es escandalosa. Todo es manipulado para mantener con sobrevida su régimen.
Las encuestas se paralizaron en beneficio de la derecha. La encuesta CEP, detuvo su trabajo de campo, para evitar que se reflejara la crisis de la renuncia forzada de Golborne.
Las estadísticas también están manipuladas. Ya supimos de la encuesta CASEN. Después vino el cuestionamiento a la manipulación del CENSO. Después, la manipulación de las cifras de la inflación. Hasta el diario imperialista Financial Times se hizo eco del escándalo: “Escándalo del INE ha abollado la credibilidad de Chile y arroja sombra sobre los últimos meses de Piñera”. Y agrega: “Para los analistas que habían cuestionado la forma en que el gobierno del empresario Sebastián Piñera logró mantener la inflación el año pasado en sólo 1,5 por ciento a pesar del crecimiento en el 5,6 por ciento, la respuesta es simple: al parecer no lo hizo. Varios economistas calculan que la inflación desde el año 2009 fue, de hecho, entre 1 y 1,5 puntos por año superior”.
Los escándalos de la derecha: los puñales por la espalda
La promesa del candidato UDI Golborne no se cumplía: lejos de Bachelet, y alcanzado por Allamand. Decidieron bajarlo. Y entonces, apareció a la luz pública lo que se ocultaba en las sombras mientras se lo creía ganador: primero el ser el gerente de las empresas del abuso: los cobros abusivos, repactaciones, intereses impagables. Después, sus cuentas en paraísos fiscales. Lo apuñalaron por la espalda: tan es así, que tras renunciar, desairó a Piñera y no fue al encuentro que tenían agendado.
La pretensión de traspasar las fronteras del voto de la derecha se esfuman. No sólo eso. La dan por perdida. Y ponen entonces a un candidato no para ganar la presidencia, sino para mantener el cerrojo del Parlamento binominal. Cohesionar sus filas, y asegurar un Parlamento contra Bachelet. Impedir cualquier cambio por esa vía. Lo que hará que la política siga haciéndose en las calles. Todos los esfuerzos de la Concertación, junto al PC, de maquillar el régimen para canalizar la lucha de clases, y sacar la política de las calles, chocarán con esta pared.
La derecha va a la guerra
No sólo habló Longueira de “inclusión social”, sino que también atacó a las ideas y organizaciones de izquierda. El presidente de la UDI Melero, lo hizo mencionando a la Concertación: porque son sus competidores parlamentarios, y porque así alimentan la trampa del maquillaje. Dijo: “enfrentar a una Concertación aliada con el Partido Comunista, que ha izquierdizado sus propuestas para el país”.
Su temor no es la Concertación con quien están cogobernando desde la salida de la dictadura. Su temor es aquel mar de fondo.
Para esa guerra se preparan. Longueira ya lo demostró: es el candidato de los ataques anti-obreros. La “ley Longueira” de Pesca, destruye la pesca artesanal. Junto con Allamand, impugnaron ante el Tribunal Constitucional el fin de los multi-rut, una de las tantas “prácticas anti-sindicales”. Ambos también, se pronunciaron contra una de las demandas clave del movimiento estudiantil: la educación gratuita. Son enemigos del pueblo trabajador. En alianza con la Concertación.
¡Que se vayan todos!
Ni derecha, ni Concertación
Hay que terminar con toda la herencia pinochetista
Por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana basada en la movilización
Son las elecciones de los enemigos del pueblo trabajador. La derecha con sus candidatos anti-obreros. La Concertación con sus maquillajes, sostenida por el PC para hacerles más fácil que vuelvan a aparecer falsamente como “amigos del pueblo”.
Tenemos que repudiar este odioso régimen, pero preparando una alternativa revolucionaria.
Tenemos que prepararnos para terminar con toda la herencia de la dictadura.
Para el Partido de Trabajadores Revolucionarios- Clase contra Clase/ PTR-CcC, la resolución íntegra y efectiva sólo podrá venir de la lucha por una República de Trabajadores basada en sus organismos de democracia directa, que conquistaremos con una revolución obrera y socialista. En este camino, hoy, debemos luchar por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana basada en la movilización en las calles.
La tarea de esta hora, es, para terminar con toda la herencia pinochetista, poner en pie una alternativa, trotskista, como la que luchamos por construir desde nuestra joven liga de trabajadores y estudiantes, el Partido de Trabajadores Revolucionarios- Clase contra Clase, que lucha por poner en pie un partido para la lucha de clases, con una política de clase independiente de toda variante patronal: ni derecha, ni Concertación.