Las elecciones estudiantiles culminaron con un nuevo escenario en el mapa político de la UBA, expresando un cambio más profundo de las tendencias políticas que se configuran nacionalmente, y en la juventud en particular. La reconquista de centros de estudiantes que en los últimos años fueron centrales por dejar pequeños pero importantes ejemplos de lucha junto a los trabajadores, como la de Kraft en 2009, o las peleas junto a los trabajadores del Garraham o el subte en 2005; y que en los ´70 fueron parte de lo más avanzado del movimiento estudiantil, fue recibida con gran alegría por todos los que peleamos cotidianamente por levantar nuevamente una verdadera unidad obrero-estudiantil.

La etiqueta de “sectarios” a la que ya nos tiene acostumbrado la “izquierda independiente”, que ha sido caballito de batalla de los voceros del gobierno, y de derechistas de todo tipo, deberá guardarse en el cajón de las chicanas para otra oportunidad. Desde la juventud del PTS nos presentamos en 7 facultades, y en 5 de ellas conformamos “La izquierda al frente” junto a los integrantes del FIT y otras agrupaciones aliadas. Superando hasta los pronósticos más optimistas, la elección de la izquierda fue uno de los principales cambios, lo que redundó en 7 centros de estudiantes que pasan a estar en manos de distintas alternativas donde participa la izquierda. En Sociales, Filosofía y Letras, Psicología y Exactas, “La izquierda al frente” se quedó con la conducción de estos cuatro centros desplazando a la corriente universitaria de “Marea Popular”, mejor conocida como La Mella. Los resultados en estas cuatro facultades son, sobre todo, un triunfo de la política que levantamos históricamente desde la Juventud del PTS y En Clave Roja, de clara independencia política del movimiento estudiantil frente a las corrientes que se adaptan o terminan integrándose a distintos tipos de variantes patronales. Como desarrollamos en numerosas polémicas, esta perspectiva siempre contó con la negativa de PO quien desde hace años desarrolló la práctica de frentes cualquiera “contra la derecha” (ver recuadro). Los grandes ganadores de esta elección no fueron justamente los acuerdos cualquiera, en función de mantener algún cargo, sino aquellos frentes que pusieron por delante las definiciones políticas de independencia de toda variante patronal, del gobierno y las camarillas Universitarias.

Nicolás Vigarrelli y Jennifer Wainberg, ambos de la Juventud del PTS, son los nuevos co-presidentes de los centros de Sociales y Filosofía y Letras, respectivamente. Además, nuestro compañero de la agrupación La imaginación al Poder, Lautaro del Castillo será el nuevo vicepresidente del centro de Psicología, mientras Maximiliano Ferro será el representante de la Juventud del PTS en la conducción del centro de estudiantes de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Cuatro centros en manos de la Izquierda al Frente ya son una gran trinchera desde donde impulsar las peleas que tenemos por delante frente al régimen universitario, el gobierno y la oposición patronal. Pero el conteo no termina allí. En Derecho, el FIT realizó una elección histórica obteniendo el 7,70% de los sufragios (1555 votos) e ingresando nuestra compañera Carina Adrizzone como Secretaria de Relaciones Obrero Estudiantiles; y en Económicas conquistamos un delegado para el próximo congreso de la FUBA. Por su parte, en FADU obtuvimos la secretaría de la Mujer haciendo una muy buena elección también en la elección a consejo directivo con más de 1700 votos, casi el 8%.

Una expresión en la universidad del fin de ciclo Kirchnerista

Las elecciones en la UBA estuvieron, mucho más que en años anteriores, atravesadas por las tendencias de la política nacional. En la semana previa, la discusión sobre el acuerdo con Chevron y la respuesta represiva del gobierno, recalentaron los motores de la discusión política. Sobre la base de una politización extendida, la elección estudiantil expresó a su manera las tendencias que se habían configurado en los resultados de las PASO. Quienes quisieron evadir este hecho, apelando a los problemas corporativos de los estudiantes como eje de campaña, quedaron con el pie cambiado.

Las alternativas estudiantiles identificadas con el gobierno nacional, en el marco de un relativo retroceso en la cantidad de votos totales, recibieron un revés político importante al perder la mayoría en la representación estudiantil del Consejo Directivo de la Facultad de Sociales. Los votantes de este espacio constituyen un “núcleo duro” cristinista que no expresa ninguna contradicción con las medidas más derechistas del gobierno, sus alianzas con los barones del conurbano o los feudales en las provincias, e incluso no pone “peros” a las nuevas designaciones de distintos representantes de la “mano dura”. Una suerte de cristinistas “a prueba de Sciolis” que acompañan sin crisis la pejotización creciente del proyecto centroizquierdista K.
En otro extremo, así como también se expresó en las movilizaciones de distintos sectores de las clases medias desencantadas con el Kirchnerismo, en la UBA también se fortalecieron las alternativas ligadas a la oposición patronal, expresadas en las variantes tipo UNEN o en aquellas que directamente se identifican con el radicalismo, como la Franja Morada que después de muchos años desplazó a PO de la conducción del centro de estudiantes de Medicina.