El combativo movimiento estudiantil chileno
La juventud se pone de pié
14/06/2012
De visita en Bs. As. para participar del Acto de la Juventud del PTS entrevistamos a Bárbara Brito, Consejera FFYH, Universidad de Chile, PTR y a Fabián Puelma, dirigente estudiantil del PTR, Universidad de Chile, que nos contaron sobre la gran lucha del movimiento estudiantil chileno en 2011, las nuevas movilizaciones de este año que reunieron más de 100.000 jóvenes y la acción de repudio al homenaje al dictador Augusto Pinochet.
¿Cómo se inició y desarrollo la lucha del movimiento estudiantil chileno durante 2011?
Fabián: Implantar una educación mercantilizada, fue uno de los proyectos estrellas de la dictadura. Hace tiempo que había un cuestionamiento a un sistema en donde hay que endeudarse de por vida para estudiar, en donde la mensualidad universitaria supera el salario mínimo, y ya habíamos visto luchas como la de los secundarios en 2006.
Hace un año atrás aproximadamente, protagonizamos las primeras marchas estudiantiles: movilizaciones que superaron los 100.000 estudiantes en las calles, las más masivas en décadas. Luego los secundarios empezaron a tomarse los liceos, y los universitarios empezaron a paralizar y tomarse las facultades. Y junto con esta masividad, cientos de miles impusimos la lucha por la educación gratuita como la principal demanda y consigna: ya no queríamos más migajas ni más disfraces, queríamos acabar con toda la educación de mercado heredada de la dictadura.
El gobierno respondió con dureza y trató de aplastar la movilización con una brutal represión, pero nosotros respondimos con fuerza en las calles, y miles de estudiantes nos enfrentamos a la policía.
Justamente con esa represión es que asesinan a un compañero secundario en agosto, ¿no?
Bárbara: Claro. La jornada del 4 de agosto trató de ser prohibida por el gobierno. Fue ahí que respondimos con masivas barricadas y enfrentamientos. Fue ahí cuando gran parte de la población sale a las calles a tocar las “cacerolas” en apoyo al movimiento y repudio al gobierno. El 24 y 25 de ese mes, se realiza el paro nacional convocado por la principal central de trabajadores de Chile. Decenas de miles de estudiantes se enfrentan con la policía, barricadas en todo Santiago, cortes organizados en asambleas de liceos y facultades. En la noche asesinan a Manuel Gutiérrez de un balazo por la policía.
Todo esto implicó que la lucha fue un fuerte remezón al gobierno y al conjunto del régimen heredado por la dictadura. Ya superaba el ámbito educativo. Nuestra lucha expresó un repudio a toda esa herencia de la dictadura que fue profundizada por la concertación. Y esa crisis que se venía gestando, se expresó en las calles. El movimiento estudiantil mostró su enorme potencialidad de lucha, se transformó en un actor político nacional que puso entre la espada y la pared al gobierno, y se puso a tono con la juventud a nivel internacional que está saliendo a luchar contra sus gobiernos y los capitalistas. Surgió y se fogueó en la lucha, una generación “sin miedo”, compañeros que queríamos llevar la lucha hasta sus últimas consecuencias, que enfrentamos la represión, que sostuvimos los paros y las tomas.
Y en este marco, ¿Cuál fue la intervención que tuvieron como Partido de Trabajadores Revolucionarios?
Fabián: Nosotros fuimos parte de ese sector más avanzado que se planteaba ir por todo, y tuvimos una política para fortalecerlo y desarrollarlo. Planteamos la lucha por la gratuidad como piso mínimo y por acabar con toda la herencia pinochetista.
Fuimos activos organizadores de las barricadas y la lucha callejera, buscando que estas fuesen organizadas por las asambleas de base, como lo hicimos en la facultad de Filo y Humanidades de la U de Chile. Nos planteamos la lucha por la unidad obrera estudiantil, y en los lugares donde estamos preparamos activamente el paro de agosto dando una batalla contra la burocracia sindical, del Partido Comunista y la Concertación que fue un enorme obstáculo para que la clase obrera saliera a la lucha.
Impulsamos junto a estudiantes, apoderados y profesores del Liceo A90 de San Miguel, una experiencia de control y autogestión, sin directivos, en donde los compañeros sostuvieron la toma y la lucha de manera triestamental. En la USACH fuimos parte de todo un sector que libró una lucha contra la burocracia del PC, que quería bajar la movilización, y junto a estos compañeros levantamos una lista para las elecciones que se transformó en la segunda fuerza de la universidad. Luchamos justamente por acabar con la burocracia estudiantil, para que los cientos de miles no sólo llenáramos las calles, sino que también las asambleas, con miles de delegados, para organizar desde la base esta histórica movilización.
A su vez, junto con cientos de activistas confluimos en la creación de una nueva agrupación política, que condensa los principales ejes de la lucha. Demostramos, en fin, cómo actuamos los trotskistas. Ahora luchamos justamente para que el trotskismo en Chile, emerja como una alternativa política, frente al reformismo y el resto de las estrategias que demostraron que nos llevan a un callejón sin salida.
¿Cuál es la situación actual del movimiento, con las nuevas movilizaciones que han realizado en 2012 y cuales son las perspectivas que ven?
Bárbara: La lucha del año pasado terminó cuando fue desviada al parlamento, lo que fue una política activa de la burocracia estudiantil, tanto reformista como la “burocracia de izquierda”. Actualmente vemos que existe un reflujo. Pero nada se ha cerrado, nuestras reivindicaciones quedan pendientes.
No sólo eso. La lucha estudiantil marcó un hito, el régimen heredado por la dictadura está en crisis, y esto se empieza a expresar en las calles. La lucha de Aysén, las decenas de cortes de calle por diversos motivos protagonizada por estudiantes, trabajadores y pobladores, muestra que se abre un nuevo período de luchas. Eso es lo que terminó de abrir la lucha estudiantil. Esto recién comienza. Los estudiantes seguimos protagonizando masivas marchas, que tienen un carácter directamente político contra el gobierno. Los trabajadores contratistas, uno de los más precarizados, empiezan a levantar la cabeza.
Son diversos los combates que debemos dar en nuestros lugares de estudio y de trabajo para prepararnos para enfrentar toda la herencia pinochetista. Combates por organizar a los sectores más combativos, por luchar por democracia directa en nuestros organismos, por forjar una unidad obrera estudiantil desde la base. El combate por levantar una alternativa revolucionaria, para desplazar a los dirigentes burocráticos es clave para evitar que prime el reflujo.
El pinochetismo organiza su homenaje… Y miles salimos a las calles para repudiarlo y combatirlo
Fabián: Los sectores más reaccionarios ven cómo avanza la lucha de estudiantes, de los trabajadores y el pueblo. Ven a un régimen débil y en crisis, ven a un gobierno que no puede derrotar nuestras luchas. Se impacientan, quieren atacar, quieren que todo vuelva a su “normalidad”.
Expresión de esto es cómo los pinochetistas impulsaron una verdadera provocación: Organizaron un homenaje al dictador Pinochet, en un teatro en pleno centro de Santiago. El gobierno de Piñera, claramente “en nombre de la democracia”, aceptó que esto sucediera. No sólo eso, la policía fue quien resguardó, protegió y escoltó esta derecha asesina. ¿Y a nosotros? Nos mojaron, nos gasearon, nos golpearon, nos detuvieron. Queda claro.
Pero fuimos miles los que salimos a la calle a repudiar el acto. Nos enfrentamos con la policía, nos enfrentamos con los derechistas que homenajearon al dictador. Y repetimos más fuerte: Juicio y Castigo a los asesinos, acabemos con toda la herencia pinochetista.
13-09-2012