Rio de Janeiro
La ocupación de la favela Rocinha inaugura una nueva era: la era de las Olimpiadas y de más represión a los trabajadores, pobres y negros
17/11/2011
Por Leandro Ventura - Livia Barbosa
Mientras los estudiantes de la USP luchan por el retiro de la Policía Militar de las universidades, y un sector aún minoritario pero bastante expresivo también parte de esa lucha en la universidad elitista para cuestionar a la policía en los suburbios y favelas [1], en la madrugada del día 13/11 más de 4.000 hombres invadían Rocinha, la mayor favela de Rio de Janeiro con un verdadero aparato de guerra, que supuestamente sería contra el tráfico de drogas. Soldados del BOPE [2], Batallón de Choque, policías civiles, fusileros navales, policía caminera federal, bomberos, además de los blindados del BOPE, de la marina y helicópteros sostenían la mayor operación hecha en la ciudad para imponer la 19ª UPP [3], que ahora con el control de las 3 comunidades – Rocinha, Vidigal y Chácara do Céu – concluyen el control casi total de la Zona Sur, región donde se concentra la burguesía carioca, postal de Rio.
La mega operación en esta favela de más de 120 mil habitantes, abre una “nueva era”, dice Sérgio Cabral, gobernador de Río de Janeiro (PMDB). De su punto de vista, la era de la inauguración de las UPP en grandes favelas. Llamativamente es con Rocinha, y no con Alemão y Peña, militarizadas desde el año pasado, que esta “nueva era” habría sido inaugurada. Este acto fallido de Cabral es revelador, puede incluso ser llamada UPP lo que vengan a hacer en Alemão, en Peña y en Maré, pero la parte gruesa del proyecto, militarizar la Zona Sur y la región de Tijuca y Maracanã ya fue prácticamente concluida. Para nosotros también una “nueva era” fue inaugurada el domingo, la era de las olimpiadas y el comienzo de la gran batalla de contención y expulsión de los pobres de la Zona Sur.
Las UPP vienen acompañadas de grandes obras faraónicas de planos inclinados, teleféricos, pasarelas monumentales que servirán también para mostrar un país que se pretende potencia y que cuidaría de sus pobres. Desde el pavimento es posible sacarle fotos a una nueva Rocinha, un nuevo Alemão.
Sin embargo, en estas mismas favelas con grandes obras y con UPP y/u ocupadas por el ejército no existen o existen muy precariamente los servicios básicos que deberían ser garantizados por el Estado, como la recolección selectiva, alcantarillado, escuelas y hospitales. Con los objetivos militares conquistados, ahora los objetivos políticos y económicos se mostrarán más claramente. Las UPP no son un proyecto de seguridad, sino un proyecto de ciudad y de cómo gestionar el inmenso contingente de “pobres urbanos” de Rio de Janeiro como parte de mostrar un Brasil potencia.
Las UPP no son un proyecto para combatir a la violencia sino para cambiar la ciudad
La geografía de las UPP no permite tergiversaciones. Dos ciudades en el país tienen unidades de este modelo trazado en el PRONASCI (PAC de Seguridad [4]): Río de Janeiro y Salvador. Dos ciudades que además de ser destinos turísticos, son y serán la cara del país en el Mundial y sobre todo en las Olimpiadas cuya sede estará en la capital fluminense. A partir de Río de Janeiro, que ya ostenta 14 UPP más que Salvador, la burguesía brasilera se juega en un proyecto de cómo gestionar (reprimiendo) a los pobres urbanos, sobre todo los negros, y al mismo tiempo cómo proyectarse mundialmente.
La geografía municipal de las UPP en Río de Janeiro tampoco permite tergiversaciones. Mientras toda la ciudad ostenta favelas y más de una modalidad de crimen organizado con relaciones con el Estado (narcotráfico y milicias), las UPP están ubicadas casi exclusivamente en áreas donde predominaba el narcotráfico (17 de 18) y en áreas donde hay obvios intereses de especulación inmobiliaria y turismo. En la Zona Sur, región más noble de Río, son 4 de las 18. En la zona de expansión inmobiliaria de Barra y Jacarepaguá más de 1 (Cidade de Deus). En el centro, Tijuca, Maracanã y región portuaria, regiones con gran interés inmobiliario, y para Copa otras 12, y solamente 1 en la Zona Oeste (Batan en Realengo, comunidad que se hizo famosa luego de que milicianos torturaran periodistas del diario El Día).
Esta geografía de las UPP muestra cómo se trata de un proyecto de ciudad, toda la discusión sobre combate al narcotráfico es solo una excusa para esta militarización. Es preciso combatir no solo esta militarización sino este argumento reaccionario sobre las drogas que permite que este Estado, asesino y represor, discipline nuestros cuerpos, ¡defendemos la legalización de todos los tipos de drogas! [5]
Las UPP son para el control de los pobres urbanos y su expulsión por vías financieras
El proyecto de ciudad orquestado por Sérgio Cabral y Eduardo Paes sigue esta vía que, más allá de significar una profunda transformación en la ciudad, constituye una brutal represión a la que están sometidos cotidianamente los habitantes de los morros y favelas, con golpizas, humillaciones, agresiones, robos, violaciones y el extremo control en su día a día, en el que están impedidos de ejercer derechos fundamentales, como ir y venir, reunirse o incluso escuchar música fuerte (como ocurrió en el absurdo episodio en Alemão hace cerca de dos meses que motivó diversas manifestaciones espontáneas de revuelta).
No se trata solo de ocupación (militarización), sino de un estado de control sobre la clase trabajadora y la juventud negra y pobre. Con la creciente militarización de la ciudad [6], se hace mucho más fácil el mantenimiento de una población disciplinada y la garantía de una enorme fuerza de trabajo disponible para el mercado, ya que son en esos lugares donde se ubican los trabajadores más precarios, tercerizados y para los capitalistas es fundamental que esos sectores se mantengan “en orden”, que no se organicen y no se reconozcan como sujetos en la historia. Que entiendan que para tener mejores condiciones de vida, necesitan antes que nada que alguien, con fusil en la mano, les imponga reglas, hasta si pueden o no hacer un asado.
Esta militarización de Río de Janeiro cuenta con un presupuesto de guerra. Río de Janeiro ya tiene un gasto en seguridad pública mayor que el de educación (R$ 4.900 millones contra 4.200 millones) [7]. Esta militarización es para la envidia del asesino Estado de Israel, imponiendo una concentración de 80 habitantes por policía en las comunidades cuando el promedio nacional es de 400 habitantes por policía. Cuando esté concluido el plan para Rio de Janeiro trazado por Lula, Dilma, Cabral y Paes, el Estado de Rio (en la ciudad la proporción será absurdamente mayor) tendrá cerca de 120 habitantes por policía. Esta cantidad solo es comparable a la de Israel, que tiene a una persona en sus fuerzas armadas para cerca de 70 israelíes y palestinos.
Esta militarización incluye también los diarios desalojos urbanos, donde centenares de familias son desalojadas por la “santa alianza” entre los gobiernos y la especulación inmobiliaria, lo que hace que Río sea la ciudad de Brasil con el mayor índice de habitantes sin techo [8]. Aún antes de la ocupación de Rocinha por la policía, los inmuebles en la región ya señalaban un aumento de 30% en sus valores. La proyección es que en aproximadamente 6 meses, los precios se valoricen entre 50 y 100% [9]. Lo que le ocurrirá a los precios de Vidigal será aún más impresionante. Esta favela es la joya de la corona de todas las favelas por estar ubicada entre los dos más nobles barrios de Río, São Conrado y Leblon.
Junto con la ocupación militar viene la transformación de las favelas en “barrios” y sus cuentas de luz, agua, teléfono, Internet, y junto a la valorización inmobiliaria se promoverá la remoción silenciosa de los pobres de estas valorizadas propiedades. Río de Janeiro es una muestra a gran escala de lo que los urbanistas llaman “gentrificación” (grosso modo, aburguesamiento) a partir de ejemplos en el Este de Londres y del Harlem en Nueva York. Pero así como ocurrió en el Este de Londres este año, la pobreza estructural a la que están sometidos estos trabajadores así como la violencia policial tenderán a explotar en revuelta. Las primeras muestras de esto ya las hemos visto en las movilizaciones en Alemão este año.
Las UPP no están disminuyendo la violencia, la estadística oficial sí
La policía no puede combatir la violencia, y tampoco es ese su propósito. Si nos limitamos a la realidad de Río de Janeiro, ejemplos de su brutal violencia contra la juventud negra y pobre no faltan: la matanza de Candelaria (1993), la matanza de Acari (1990), la matanza de Vigario Gal (1993) y la matanza en el complejo Alemão (2007), ésta en medio de los juegos Panamericanos - un preludio de lo que se puede esperar del Estado y sus fuerzas represivas ante las Olimpiadas y el Mundial. Todas las matanzas fueron protagonizadas por policías militares (y en el caso de Alemão, una matanza conducida como operación oficial), así como los miles de asesinatos de esos mismos jóvenes falsamente llamados "autos de resistencia".
Un relevamiento hecho por el Ministerio Público en el mes de julio de este año, revela que en los últimos diez años la Policía de Río de Janeiro no aclaró cerca de 60.000 homicidios, siendo que de este total, 24.000 ni siquiera fueron identificados.
El sitio web del Instituto (estadual) de Seguridad Pública (ISP), ostenta una nota que fue intensamente divulgada en las últimas semanas. Allí se afirma que "los indicadores de seguridad registran una significativa caída en 2011". El principal indicio de esto sería una reducción en las muertes violentas del orden de 500 ocurrencias de enero a julio de 2011, incluyendo los clasificados como auto de resistencia [10]. De acuerdo con el Instituto de Seguridad Pública (IPS), en 2009 se registraron 1.048 casos clasificados como autos de resistencia, y en 2010, 855. Recientemente un investigador del IPEA, órgano ligado al gobierno federal, aliado a Cabral, desmintió estos números argumentando que en el gobierno Cabral aumentó más de 50% las muertes registradas como "motivo desconocido", y así no tendríamos ninguna reducción en las muertes violentas. El gobierno Cabral intenta deconstruir los datos del IPEA, basados en los datos del Ministerio de Salud, diciendo que hay problemas en el intercambio de informaciones y que la cantidad valedera sería la de la policía. Supongamos que este argumento interesado fuese correcto. Los propios números de la policía desmienten a la policía.
En todos los meses de 2011 se registró un aumento del encuentro de osamentas y cadáveres. En julio (último mes con datos disponibles) la reducción en los asesinatos y autos de resistencia fue de 17 ocurrencias, sin embargo el encuentro de cuerpos que no figuran como muerte violenta (¿en qué situación una osamenta encontrada en un río puede ser clasificada como algo no violento?) aumentó en 18 ocurrencias [11]. La reducción de la violencia es una falacia, es una estadística criminal que la produce contando media verdad, o una mentira completa.
La mentira estadística es funcional a la desaparición de jóvenes negros como el niño Juan que fue muerto y cuyo cuerpo fue ocultado por los policías. Vale resaltar también que los policías militares envueltos en el asesinato de Juan suman juntos 37 autos de resistencia, lo que refleja nítidamente la podredumbre de la justicia burguesa y el verdadero papel de la policía para el Estado.
Las UPP como intento de legitimar una fuerza constitutiva de la violencia urbana: la policía
Toda esa represión es, por otro lado, garantizada a través de un explícito intento por parte de los gobiernos y los medios de legitimar a todo momento a la policía más asesina del mundo, y además, diseminar la absurda idea de su incorruptibilidad.
El día 9/11, cuando el supuesto jefe del narcotráfico de Rocinha, conocido como Nem fue preso, mucho se dijo sobre su intento de sobornar al Batallón de Choque y, por otro lado, fue saludada la negativa de los soldados frente al R$ 1 millón ofrecido. Sin embargo, al día siguiente de su encarcelamiento, Nem declaró que la mitad del lucro general del narcotráfico estaba destinado al “arrego” [12].
La policía no está allí para combatir al narcotráfico. En las UPP han aparecido denuncias no solo de la existencia de narcotráfico, sino del pago de coimas mensuales que envolvía a toda una UPP de Santa Teresa, llevando a la exoneración de todos los policías. Esta relación y papel de la policía en armar y organizar el narcotráfico y también las milicias no es algo hecho por unos pocos, sino algo que atraviesa toda su estructura, incluso la alta cúpula. En los últimos 5 años cayeron 2 comandantes de la policía civil y 1 comandante de la policía militar, por constituir milicias (Álvaro Lins), por mantener relación personal con milicianos (como fue el caso de Mario Sérgio Duarte que indicó el comandante de São Gonçalo que fue mentor del asesinato de la jueza Patrícia Acioli), o por impedir que fuesen realizadas investigaciones sobre la relación de la policía con el narcotráfico y con las milicias (Allan Turnowski).
El intento de legitimar las fuerzas policiales con las UPP encubre la más absoluta connivencia y auxilio del Estado en la formación de milicias (mucho más que el gobierno Cabral ya que opositores como Garotinho y César Maia también son o fueron defensores de las milicias cuando eran gobierno).
El poder de las milicias hoy es mayor que el poder del propio narcotráfico, y según Amnistía Internacional, tienen bajo su control de cerca de 45% de las favelas de Río [13], siendo el principal sistema de crimen organizado en la ciudad. Su fuerza en la cúpula policial, a partir de diputados, concejales y todo el aparato del Estado les permite no solo asesinar a una jueza sino amenazar la vida del diputado estadual Marcelo Freixo (PSOL) [14].
La movilización de los estudiantes en la Universidad de San Pablo (USP) muestra que ¡es necesario y posible luchar por el retiro de la policía de las periferias, morros y favelas!
La seguridad de la población no vendrá por medio del Estado y de los gobiernos, mucho menos de sus aparatos represivos, que son parte constitutiva de la violencia urbana y tienen como principio defender con uñas y dientes la propiedad privada y reprimir las movilizaciones estudiantiles, obreras y populares. La seguridad será obra de nuestras propias manos: de la juventud combativa, de la clase trabajadora y del pueblo pobre, que ¡lucharemos de forma intransigente por el fin de la explotación y de cualquier forma de opresión contra los negros, mujeres y homosexuales!
La lucha de los estudiantes de la USP debe ser vista como un gran ejemplo para todos aquellos que, como nosotros, vemos los males del capitalismo en las favelas como parte constitutiva de la violencia. La lucha de los estudiantes por el retiro de la policía de las universidades que gana a las masas de los estudiantes, así como la denuncia de su papel en los suburbios, morros y favelas, hecha por un ala minoritaria pero de centenares, es un gran paso adelante en medio de la situación nacional. Esto porque en el proyecto de país lulista (para la burguesía, contra los trabajadores), el del trabajo precario y tercerizado, de los accidentes de trabajo, de las privatizaciones, que tiene continuidad y profundización garantizada por Dilma Rousseff, junto a Sergio Cabral, es un proyecto erigido sobre un discurso de “Brasil potencia” cuya venta de una idea de “ciudadanía-represión” (vía UPP) para los pobres y pobladores de favelas es acompañada de una idea de mejoramiento gradual en las condiciones de vida (que se ha podido dar hasta ahora sobre la base del endeudamiento, que frente a la crisis capitalista mundial no se puede sostener), no venía encontrando respuesta hasta ahora en sectores de la sociedad.
Esta conquista que tuvo la burguesía en el último período a partir de la intensa campaña mediática y también a partir de las UPP también significó un retroceso de la izquierda de posiciones históricas sobre la policía en los morros y favelas. La posición de “fuera policía de las universidades, periferias, morros y favelas” ¡es un gran paso que los estudiantes están planteando! Es en ese sentido que llamamos a todas las organizaciones estudiantiles, de derechos humanos, grupos de defensa del movimiento negro, partidos políticos de la izquierda opositora, sindicatos y centrales sindicales a luchar con todas las fuerzas por la defensa irrestricta de los 73 presos políticos de la USP. Su persecución política es funcional a la continuidad de una política asesina y represora en morros y favelas. ¡Su defensa es parte de la lucha por el inmediato retiro del aparato represivo de las universidades, morros y favelas! El PSOL y Marcelo Freixo tienen que abandonar sus medias palabras sobre las UPP, por momentos criticándolas, por momentos pidiendo mejoras. Discursos oblicuos no ayudan cuando centenares de miles están siendo reprimidos y toda la ciudad alterada. Es preciso decir claramente: ¡Abajo las UPP!
En preciso retomar las posiciones contra la policía en las periferias, morros y favelas. La realidad con las golpizas, robos y represión diarias muestran la necesidad de esta posición intransigente, y ¡los estudiantes de la USP muestran cómo no solo es necesario sino cómo es posible este cuestionamiento!
– ¡Retiro inmediato de los procesos a los 73 presos políticos de Rodas en la USP! ¡Abajo el convenio USP-PM!
¡Por el inmediato retiro de todas las tropas policiales y militares de los morros y favelas! ¡Abajo las UPP!
– ¡Que los sindicatos, centrales sindicales y organizaciones populares inicien inmediatamente una campaña por el retiro incondicional de todas las tropas militares y policiales de los morros y favelas! ¡En la movilización activa de esta campaña proponer comités de autodefensa contra la violencia policial y del narcotráfico!
– Por la expropiación de las propiedades y cuentas bancarias de narcotraficantes y sus comparsas de cuello blanco y su inmediata reversión hacia un plan de obras públicas para la construcción de viviendas, escuelas, centros de salud, transporte público, servicios de saneamiento básico!
– Ante los anuncios de robo, humillación y abuso contra los pobladores, ¡por el inmediato castigo a los responsables y sus jefes! ¡Que el Estado haga el resarcimiento de todos los perjuicios causados por sus fuerzas de represión!
– ¡Retiro de las tropas brasileras de Haití! ¡Basta de escuela de represión para el pueblo!
– Por la inmediata reversión de los centenares de millones de reales gastados con las tropas de Haití y con esta operación militar, hacia un plano de obras públicas controlado por los sindicatos y asociaciones de vecinos para garantizar empleo, vivienda, educación, transporte, salud y diversión dignos.
– ¡Contra el control de nuestros cuerpos por el Estado! ¡Legalización irrestricta de todas las drogas!
NOTASADICIONALES
[1] En las mismas favelas y “morros” (cerros en los que se erigen enormes poblaciones precarias, NdT), en forma incipiente pero expresiva, también se gesta un descontento por parte de pobladores, activistas de derechos humanos, artistas, etc. acerca de la opresión cotidiana de los que viven allí perpetrada por la policía y el ejército. Vea más en: “Corrupção e violência começam a mostrar a verdadeira cara das UPPs e do exército no Alemão” disponible en: http://ler-qi.org/spip.php?article3116.
[2] Batallón de Operaciones Policiales Especiales: fuerza de operaciones especiales de la Policía Militar del Estado de Rio de Janeiro (NdT).
[3] Unidad de Policía Pacificadora: unidades policiales especiales instaladas desde diciembre del 2008 en favelas de Rio de Janeiro. Se basa en el modelo de completo control represivo de la población por el peso policial, usado por el ejército brasilero en la ocupación de la inmensa favela Cité Soleil en Haití. El concepto también fue tomado por la ministra Nilda Garré para introducir a la policía asesina de la Federal en las poblaciones pobres del sur de la Capital Argentina (NdT).
[4] Programa de Aceleración del Crecimiento: gigantesco plan de obras públicas lanzado por Lula y continuado por Dilma, basado en la fuerte inversión por parte del Estado en obras afines a objetivos del empresariado privado, con regímenes de contratación de personal altamente precarizado, muchas veces semi-esclavo. Siguiendo este modelo antipopular se creó el PRONASCI, Programa Nacional de Seguridad Pública con Ciudadanía, con miles de millones de reales invertidos en la construcción de cárceles y en la ampliación, entrenamiento y equipamiento de policías (NdT).
[5] Para más información se puede leer Bernardo Andrade: “Que o Estado não regule nossas vidas! Pela legalização das drogas!” http://www.ler-qi.org/spip.php?article2923
[6] Según el site UPP Repórter, el gobierno del estado de Rio está invirtiendo cerca de 15 millones en la calificación de la Academia de Policía, con la intensión de que hasta 2014 sean formados nada menos que 60 mil policías en el Estado. http://upprj.com/wp/?page_id=20. Con esto, el Estado de Rio de Janeiro, con una población de cerca de 1/3 de la población de San Pablo, tendrá una policía 40% mayor que aquella, es de cir, una proporción cuatro veces mayor por habitante.
[7] “Orçamento Consolidado” (Presupuesto Consolidado, NdT), disponible en: http://download.rj.gov.br/documentos/10112/186190/DLFE-28719.pdf/Livro_LOA_2011.pdf
[9] Disponible en: http://g1.globo.com/rio-de-janeiro/noticia/2011/11/mercado-ve-imoveis-mais-caros-em-sao-conrado-com-upp-da-rocinha.html.
[10] Figura instaurada durante la dictadura (1969) que protege a los policías y les permite tapar asesinatos y ejecuciones sumarias haciéndolas pasar por muertes en enfrentamientos, en el cumplimiento del deber (NdT).
[12] Especie de coima en la que se le pagan grandes cantidades de dinero a la policía para que haga la vista gorda ante el narcotrafico.
[13] Nota disponible en: http://terramagazine.terra.com.br/interna/0,,OI5451968-EI6578,00.html.
[14] Para mayor información sobre las amenazas a este diputado, así como el llamado que hace LER-QI a que sean las mismas organizaciones de masas, y no la policía como es actualmente, las que defiendan a Freixo, ver: http://www.ler-qi.org/spip.php?article3184.