Gran proceso de lucha por la educación gratuita, igualitaria y de calidad
Los estudiantes chilenos tienen que vencer
18/08/2011
El movimiento estudiantil chileno viene dando en las calles y en las tomas una lucha profunda contra las leyes educativas que la dictadura pinochetista impuso a sangre y fuego para transformar la educación en un privilegio para pocos y un gran negocio para la burguesía. La Verdad Obrera entrevistó en exclusiva a Fabián Puelma, estudiante de derecho de la Universidad de Chile (en paro hace más de dos meses) y dirigente estudiantil del PTR, agrupación hermana del PTS en Chile, que está participando activamente en el proceso.
La Verdad Obrera: La brutal represión de la semana pasada hizo que la lucha de los estudiantes chilenos volviera a ganar repercusión ¿En qué momento se encuentra ahora el movimiento, tras el cínico llamado del gobierno al diálogo?
Fabián Puelma: El jueves pasado la represión fue brutal. La ciudad estaba prácticamente sitiada, no dejaban circular libremente, se realizaron detenciones ilegales, si veían a grupos más de cinco estudiantes los dispersaban de inmediato con gases lacrimógenos. Pero lo importante es que no lograron callarnos. Respondimos con cientos de manifestantes en cada barricada, la gente salía de sus casas a apoyar la movilización golpeando sus ollas y sartenes, un método que utilizaban los pobladores para protestar contra la dictadura en los años ‘80. Esto permitió que el cuestionamiento al régimen político se generalizara. Ahora es claro que luchamos contra este régimen que mantiene intacta la herencia de la dictadura, ya no sólo contra la educación de mercado, y que no será mediante el diálogo y la negociación que lograremos nuestras demandas. Además pudimos retomar la iniciativa con un gobierno muy desacreditado. La movilización de este martes fue muy masiva, se habla de medio millón de manifestantes a nivel nacional y en la noche hubo masivos “cacerolazos” apoyando la movilización. Esta semana se han tomado facultades que no estaban movilizadas.
LVO: Ustedes llevan movilizados casi tres meses, ¿Cómo evalúas la marcha de ayer?
F: La jornada del jueves 4/8 y la marcha del martes 9/8 demostraron que el gobierno ha fracasado en su intento por desactivar la movilización. Queda claro también que nuestra demanda por una educación gratuita está instalada con fuerza y que son apoyadas por trabajadores, pobladores y por la población en general. La perspectiva ahora es pasar a la ofensiva. Los dirigentes de profesores y estudiantes plantearon un plazo hasta este miércoles para que el gobierno responda, ante la negativa debemos plantear una retoma generalizada de liceos y universidades. El paro convocado por la CUT para el 24 y 25 de agosto debe ser efectivo y preparado desde las bases.
LVO: La lucha estudiantil pareciera ser la avanzada de un proceso más profundo de descontento, que se ha expresado en la enorme caída de la popularidad de Piñera.
F: Sin duda, no sólo se expresa en la caída de popularidad, sino en focos de lucha de distinto ámbito: Los damnifi cados por el terremoto, sectores de la clase trabajadora como los mineros de CODELCO o La Escondida y los portuarios. A principio de año hubo una lucha en Magallanes muy importante en contra del alza del precio del gas, que paralizó una ciudad entera. Vimos movilizaciones masivas contra proyectos hidroeléctricos en la Patagonia. La lucha educativa se enmarca dentro de esto. Lo que está detrás es una crisis del régimen político instaurado en la dictadura y profundizado por la Concertación durante todos estos años, el equilibrio de los años ’90 y esa imagen del Chile estable, está empezando a quedar atrás. El gran límite de este proceso de lucha, es que aún la clase trabajadora como tal, con sus propios métodos, con sus organizaciones y sus reivindicaciones, no se pone en el centro. No ha habido una articulación real entre el descontento obrero y sus luchas en algunos sectores, con las movilizaciones estudiantiles, lo que le da márgenes a la derecha y la Concertación para apelar al desgaste y al aislamiento.
LVO: ¿Qué rol juega en el actual proceso la experiencia de los “pingüinos” con la Concertación y el Partido Comunista, que orquestaron el desvío del movimiento al comienzo del mandato de Michelle Bachelet?
F: Muchos de los que estamos en lucha este año participamos activamente en la movilización del 2006. Hay cierta continuidad se escucha mucho en las asambleas: “no nos puede pasar lo mismo que el 2006”. ¿Y a qué nos referimos? Que no podemos dejar que esta lucha sea desviada o derrotada. El Partido Comunista, si bien ha impulsado marchas y ha encabezado las movilizaciones, no recoge la demanda por educación gratuita como una exigencia que podemos ganar en estas movilizaciones. Quieren dar una salida política a través de un plebiscito, no plantean una política para potenciar desde la base la movilización, desarrollar organismos democráticos de coordinación y decisión entre trabajadores y estudiantes, y avanzar hacia un paro nacional efectivo desde la clase trabajadora. Esto lo vimos en la marcha del martes, en la que nuevamente no impulsaron un paro efectivo en los sindicatos en los que tienen peso, y se preocuparon de no aparecer como “intransigentes”.
LVO: La movilización juvenil por el fin del sistema educativo instaurado por la dictadura, y mantenido por la Concertación y la derecha, muestra que la educación es un problema estructural.
F: Completamente. Nosotros decimos que es uno de los pilares del neoliberalismo en Chile. Los empresarios educativos amasan grandes fortunas. La derecha y la Concertación no darán ningún paso para cuestionar este sistema, ¡sus mismos políticos son dueños de liceos y universidades! Ambos tienen acuerdo en mantener el mercado educativo instalado por Pinochet, la Concertación lo demostró en estos 20 años. Creo que el avanzar a cuestionar en profundidad el modelo educativo plantea el problema del modelo económico y político en Chile y pone al descubierto a los políticos patronales. Esto evidencia que ninguna salida desde el parlamento o mesas de negociación nos será favorable. Sólo atacando materialmente las ganancias de los empresarios, con la fuerza de la clase trabajadora y de los estudiantes, organizados desde la base e imponiendo un paro indefi nido podremos doblarle la mano al gobierno e imponer nuestras demandas.
LVO: Desde tu punto de vista, cuál es la perspectiva que está planteada para esta gran movilización estudiantil y juvenil
F: Sin duda este es una movilización histórica. Consignas como la educación gratuita y acabar con el mercado educativo, que antes eran banderas que agitábamos en solitario, hoy son la perspectiva de cientos de miles. Vemos que hay un salto en la politización y la subjetividad, se ha hecho una experiencia con la represión, con los políticos patronales. También se está haciendo una experiencia con las propias direcciones reformistas. El movimiento estudiantil ya es un actor político de peso en la escena nacional. Uno de los grandes límites de la movilización, comparada con la del 2006, es que aún no surge un organismo coordinador desde las mismas bases, que permita organizar la lucha junto a los trabajadores y desplegar toda la fuerza del movimiento estudiantil. En esto las direcciones juegan un rol clave. La batalla para que surja un organismo potente como este es una política ausente en el resto de la izquierda. Ni los “colectivos populares”, que utilizan un discurso radicalizado e impulsan golpes de efecto, ni los Autonomistas plantean esta lucha. Nosotros estamos dando la batalla por levantar asambleas obreras, estudiantiles y populares que sean la base de un organismo nacional, luchamos por fortalecer y extender las tomas que son el corazón del movimiento, y por levantar una unidad real, efectiva y desde las bases con la clase trabajadora que avance hacia una Asamblea Constituyente Libre y Soberana basada en la movilización de los trabajadores, estudiantes y el pueblo pobre para echar abajo la Constitución de Pinochet y avanzar en resolver los profundos.
Claves del proceso:
“Y va a caer, y va a caer, la educación de Pinochet”
2 meses de lucha estudiantil
900 detenidos en la marcha del 4/8
150.000 estudiantes marcharon el 9/8
80% de la población apoya sus reclamos
26% es el respaldo a Piñera en la opinión pública. (el más bajo desde la vuelta de la democracia en 1990)