Brasil: Universidad de Sao Paulo
Los trabajadores frenan 100 despidos
09/03/2006
Como en Argentina, en Brasil la tercerización ha dado lugar a condiciones de trabajo semi-esclavistas. Hace 15 años, la Universidad Sao Paulo tenía más de 18 mil trabajadores. Hoy son alrededor de 15 mil, con más de 3 mil tercerizados que reciben salarios miserables y no tienen ningún derecho.
El día 20 de febrero la patronal amenazó con más de 100 despidos de trabajadores tercerizados del sector de limpieza, que empezaron a luchar por sus derechos y buscaron la ayuda del Sindicato de Trabajadores de la USP (SINTUSP). Como respuesta, los trabajadores efectivos del sector de mantenimiento, que venían de lograr por medio de una huelga la reincorporación de una empleada tercerizada despedida, impulsaron una campaña de repudio junto al SINTUSP, ganando la adhesión de los estudiantes.
Mediante boletines diarios los trabajadores realizaron una fuerte campaña y empezaran a preparar una movilización para frenar los despidos. La patronal, para probar la relación de fuerzas, despidió a los 10 primeros trabajadores el 3 de marzo. Dos días después el movimiento de solidaridad presentó más de 1.500 firmas de estudiantes, trabajadores y docentes; junto a decenas de repudios de organizaciones nacionales e internacionales (entre las cuales figuran 26 entidades obreras y estudiantiles donde actúa el PTS). Los tercerizados de las unidades donde se realizaron los primeros despidos amenazaron entrar en huelga, a la que se sumaría también el sector de mantenimiento, como habían hecho una semana antes. Por temor a que estallase un conflicto mayor, la patronal reculó, suspendiendo los 100 despidos y reincorporando los 10 trabajadores despedidos.
Desde la LER-QI (Liga Estrategia Revolucionaria - Cuarta Internacional), miembro de la FT-CI, a través de nuestros militantes que son delegados de base del sector de mantenimiento de la universidad y los que actúan en el movimiento estudiantil, estuvimos en la primera línea de esta importante victoria, contribuyendo a forjar una conciencia de unidad entre los trabajadores efectivos y tercerizados y dando un ejemplo de cómo debemos preparar verdaderas “guerras” para enfrentar los ataques de los patrones.