Chile - Hacia el II Congreso del Partido de Trabajadores Revolucionarios
Por un partido revolucionario de combate para vencer!
29/03/2012
La actual crisis del capitalismo es de magnitud histórica, está convulsionando sus cimientos y encaminándose a una creciente lucha de clases en todo el mundo.
Las potencias imperialistas prueban recetas –rescates a los grandes bancos y empresas, endeudamiento estatal, amenazas de guerra, invasiones disfrazadas de “intervenciones humanitarias”- que sólo abren nuevos flancos de la crisis. Porque una sola es su salida: descargar la crisis capitalista sobre los hombros de la clase trabajadora y todos los explotados y oprimidos. Nuevos padecimientos quieren imponernos: Millones de despidos, rebajas de salarios, contra-reformas laborales, aumento de la edad de jubilación, aumentos del impuesto al consumo, recortes en seguridad social, salud y educación.
Después de haber proclamado el “fin de la historia”, el “fin de clase obrera” y el “fin de las revoluciones”, nuevos procesos revolucionarios se abren paso en el mundo. Egipto y el norte de Africa, Grecia en el sur de Europa.
Los trabajadores y jóvenes están empezando a responder. Huelgas Generales en Grecia Grandes movilizaciones obreras-estudiantiles en España. Revueltas en Inglaterra. Los acampes de los indignados. En Estados Unidos, el corazón del imperialismo, los jóvenes Ocuppy dijeron presente contra Wall Street y los partidos imperialistas republicanos y demócratas. En China, la llamada “fábrica del mundo”, un país de 1.400 millones de habitantes, hay un despertar de la clase obrera industrial más explotada y más numerosa del mundo.
Y estos procesos de lucha de clases, golpean a regímenes cada vez más debilitados: las crisis políticas son cada vez más frecuentes, y la burguesía responde con la utilización de medidas represivas contra las masas y el intento de instalar “gobiernos fuertes” que asuman los ataques. A la vez que se apoyan en las burocracias sindicales, y en los partidos de la burguesía progresista, reformistas y socialdemócratas, para intentar contener, frenar y canalizar los procesos de la lucha de clases.
En América Latina hay una relativa estabilidad gracias al crecimiento chino. Pero ya hay voces que insisten en tener cautela y no celebrar antes de tiempo.
Nuevamente la época de crisis, guerras y revoluciones se abre paso. Es para esto que debemos prepararnos los revolucionarios.
En Chile, la crisis capitalista internacional aún no ha impactado. Pero sí es parte de los procesos de lucha de clases que se extienden por el mundo.
No hay futuro para los trabajadores y todos los explotados y oprimidos con el régimen heredero de la dictadura
La herencia de la dictadura, acumuló una cada vez mayor explotación sobre los trabajadores con salarios de hambre y trabajo inestable, la entrega de las riquezas naturales a las empresas imperialistas y las grandes empresas nacionales, la formación de una educación, salud y viviendas para ricos y otra para pobres, la opresión al pueblo-nación mapuche, la discriminación de la diversidad sexual y contra la mujer.
Todo este régimen de impunidad patronal contra los trabajadores, y todos los explotados y oprimidos heredado de la dictadura, fue y es conservado y profundizado primero por la Concertación durante sus 20 años de Gobierno, que está sostenida por izquierda por el Partido Comunista. Y ahora por el Gobierno de la derecha.
Este régimen de impunidad patronal se sostiene en el autoritarismo de sus instituciones –con parlamentarios designados, autoridades como los Intendentes puestos a dedo y no elegidos por nadie-. Se sostiene en su Parlamento binominal de sueldos millonarios y leyes siempre a favor de la expoliación imperialista y la explotación de los patrones. Se sostiene en su justicia patronal que protege la propiedad privada de los empresarios, deja libres a los genocidas de la dictadura, y con la Fiscalía realizan montajes como el del llamado “caso bombas”. Se sostiene en sus leyes represoras como la Ley Anti-terrorista y la Ley de Seguridad del Estado. Se sostiene en sus medios de comunicación en propiedad de los grandes empresarios que hacen cotidianamente propaganda contra los explotados y oprimidos. Se sostiene en sus cárceles donde hacinan a los pobres y vemos crueles masacres como la ocurrida el año antepasado con los 81 reos de San Miguel. Se sostiene en una cada vez más dura represión contra los que luchan, incluso con formas de dictadura como vimos en Aysén, y que llegó al asesinato de muchos hijos del pueblo trabajador y mapuche como por ejemplo el joven estudiante Manuel Gutiérrez o antes Daniel Menco, el mapuche Alex Lemún, el obrero Rodrigo Cisternas, y que permite que bandas asesinen por su condición sexual a jóvenes como David Zamudio, golpeado por ser homosexual, o el femicidio y la violencia contra la mujer que aumenta cada año. Se sostiene en la persecución contra los trabajadores que se organizan sindicalmente en defensa de sus derechos.
Este régimen de impunidad patronal nos trajo salarios de hambre, endeudamiento masivo, y con ello el aumento creciente de las penurias, nos trajo una pérdida cada vez mayor de derechos. La Concertación había generado la falsa ilusión de superar todo esto, y así logró contener las luchas por nuestros derechos e intereses. Pero no fue así. Y se fueron acumulando contradicciones cada vez más grandes. La sensación de que no hay futuro se instaló. Por eso salieron a la calle los jóvenes trabajadores y los trabajadores más explotados en el 2006 y 2007 con las luchas de los subcontratistas del cobre, el salmón y las forestales, o los trabajadores mineros de las privadas como en Minera Escondida. Después los estudiantes secundarios el 2006. Y después estudiantes universitarios y secundarios el 2011, que lograron el apoyo mayoritario del pueblo, incluso de las capas medias con sus cacerolazos. Además, pueblos enteros se lanzaron a la lucha en Magallanes y Aysen.
La lucha de clases comienza a calentar sus motores en Chile. Y estamos viendo apenas sus primeros embates.
Prepararnos para un ascenso de la lucha de clases en Chile: luchar para vencer
El régimen de la Concertación y la derecha preservando la herencia de la dictadura aún ha logrado resistir estos primeros embates, aunque cada vez con mayor dificultad.
Pero cada una de estas luchas está sentando jalones, lecciones para las próximas luchas por nuestros derechos e intereses. Los subcontratistas lograron organizarse contra los esfuerzos de los patrones por dividirnos entre trabajadores de primera y de segunda, recuperaron métodos propios de la lucha obrera: el paro, la movilización callejera y auto-defensa contra la represión, la toma de los lugares de trabajo ante la eliminación del derecho efectivo a huelga. Los secundarios el 2006 pusieron en pie un organismo con formas de democracia directa estudiantil en su Asamblea Nacional de Estudiantes Secundarios que tendía a la organización en base a delegados por escuelas. Los universitarios y secundarios el 2011 recuperaron las calles, dieron pie a una joven generación sin miedo que se defendió en las calles de la represión policial, recuperaron el método de las tomas y los paros, sostuvieron la lucha por casi un año entero. En Magallanes se formó un organismo de lucha que por momentos controló la ciudad, y en Aysen desde un sistema de barricadas se lograron formas de control de la ciudad por varios días en una revuelta local que duró 40 días.
Las demandas contra la superexplotación de la subcontratación, los salarios de hambre, las persecuciones contra los trabajadores organizados sindicalmente; las demandas contra la división entre una educación para ricos y otra para pobres; las demandas contra el negocio de la educación y por la educación gratuita; las demandas contra la carestía de la vida y el autoritarismo contra las regiones, se instalaron con estas luchas.
Desde el Partido de Trabajadores Revolucionarios- Clase contra Clase/PTR-CcC, luchamos porque se lleven hasta el final las tendencias que nacían de la lucha de clases misma y abrían un camino para vencer. Luchamos por la auto-gestión en los colegios, como en el A-90. Por la unidad sindical bajo las banderas de un sindicalismo combativo y de clase, independiente de toda variante patronal. Por sacarnos de encima a la burocracia estudiantil como en la USACH. En las calles contra la represión policial junto a miles y miles de estudiantes. Por la construcción de una Asamblea Obrera y Popular sin empresarios ni sus partidos de la Concertación y la derecha con delegados revocables de las barricadas, sindicatos, juntas de vecinos, lugares de trabajo y de estudio. En cada batalla estuvimos presentes.
Pero –hasta ahora-, no se venció. Pero tampoco hubo una derrota. Fue un primer round.
Y no se venció no sólo porque el régimen de la Concertación y la derecha logró resistir.
¿Pero se podía vencer? Sí, primeras conquistas que nos permitan abrir el paso a una lucha por terminar con toda la herencia de la dictadura. Pero a condición de sacarnos de encima los obstáculos en nuestra lucha. Porque las solas fuerzas de la Concertación y la derecha–que están debilitándose-, no se lo permiten. Este régimen se sostiene por izquierda en sus direcciones oficiales y mayoritarias. Principalmente el Partido Comunista y las JJCC.
El PC y las JJCC con su control burocrático de la CUT junto a la Concertación, y de la Confech, transformaron cada lucha en luchas de presión, no en luchas para vencer. Desde ahí, las llevaron, una vez más, a confiar en sectores patronales progresistas, como la Concertación. A perder confianza en las propias fuerzas, a desgastarse. Y así, a impedir que se desarrollen las tendencias que la lucha de clases misma iba conquistando.
Las organizaciones populistas como el MIR, el MPMR, y sus colectivos; nuevas organizaciones como la UNE o los Autónomos en el movimiento estudiantil; los líderes de los movimientos sociales como en Aysén, sectores libertarios como el FEL, o que le siguen el amén al PC y las JJCC (como los Autónomos, FEL y UNE que codirigieron con Camila Vallejos y Camilo Ballesteros de las JJCC la Confech o son hoy su continuismo), o son divisionistas (como el MIR en la ACES y reproducen sus prácticas burocráticas), o dejan que la política la dirija el PC mientras ellos luchan “desde abajo” (como los grupos que hacen de la acción popular su medio y fin), o tienen la misma política de colaboración y alianza con la Concertación (como los dirigentes de Aysén). No son ninguna alternativa al reformismo, aunque se vistan de radicales.
Así se ha llevado la lucha a meras reformas cosméticas, como la Ley de Subcontratación de Lagos/Bachelet. A las Comisiones Presidenciales de Dialogo Social como los secundarios el 2006. Al Parlamento Binominal como los universitarios el 2011. A los salones inaccesibles de La Moneda como los dirigentes de Aysén. A cambio de nada o de migajas. Ninguna de estas organizaciones lucha para vencer.
El régimen de la Concertación y la derecha nada puede dar. Está agotado. Ni derecha, ni Concertación. Con ellos no hay futuro para la clase trabajadora y todos los explotados y oprimidos.
Aunque no están vencidos. Nos tenderán nuevas trampas. Junto a la represión y criminalización, surgirán engaños nuevos. Reformas cosméticas, cambias algo para que nada cambie. Nuevos partidos o alianzas con engañosos discursos para tentar nuestras voluntades. Es por ejemplo la reforma constitucional de RN y la DC. O la alianza del PC con la Concertación para un “gobierno de nuevo tipo”. Es decir, volver a aparecer como falsos amigos del pueblo.
Pongamos en pie un partido revolucionario internacionalista de combate, trotskista, y preparémonos para los combates por venir
Para vencer, hay que luchar con una política de clase independiente de toda variante patronal, llevar hasta el final lo mejor que la misma lucha de clases da, con organismos de lucha que unan a la clase trabajadora y todos los explotados y oprimidos basados en la auto-organización, la democracia directa de delegados revocables basados en sus asambleas. Es lo que más teme la patronal. Fue la queja del Gobierno en Aysén que los dirigentes sobrepasados por sus bases, no podía imponerles los acuerdos a los que llegaban en sus salones cerrados. Solo los trotskistas del PTR-CcC planteamos esta política para Aysén.
Necesitamos una política para conquistar nuestras demandas en cada una de estas luchas. Y así abrir el paso a una lucha para terminar con toda la herencia pinochetista. Luchando por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana basada en la movilización del pueblo trabajador que vaya construyendo sus organismos de auto-organización para la lucha como una Asamblea Obrera y Popular.
Un partido revolucionario de trabajadores. Un partido con obreros, estudiantes, jóvenes precarios, intelectuales militantes, pobladores y mujeres luchadoras, que luche por destruir el régimen neo-pinochetista y el Estado de los capitalistas y avance hacia la revolución obrera y socialista basada en los organismos de auto-determinación de las masas explotadas y oprimidas, y abra el camino a la revolución internacional. Un partido de combate con enraizado en los lugares de trabajo, en las universidades y liceos, en las poblaciones, en los campesinos, que luche por la independencia política de la clase trabajadora y por la emancipación de todos los explotados y oprimidos.
Para los marxistas revolucionarios, trotskistas, que luchamos por una revolución obrera y socialista, son los trabajadores los verdaderos creadores y productores de la riqueza humana que es apropiada privadamente por una clase social minoritaria que vive del sudor de los trabajadores. Son los obreros de la minería, del puerto, de la industria forestales, del salmón, los obreros del comercio, de las telecomunicaciones, de la construcción, y todos los trabajadores quienes mueven a la sociedad. En ellos radica la fuerza que puede detener el sistema capitalista y reorganizar una nueva sociedad. Forjando una alianza unidad con sus aliados: los pobladores, los estudiantes, el resistente pueblo mapuche, la juventud oprimida y sin miedo, las mujeres pobres, los campesinos. Son la gran mayoría de la población que vive en condiciones de miseria mientras los verdugos capitalistas amansan millonarias ganancias con su trabajo.
Es para luchar por esto que hace falta construir partidos revolucionarios y un partido mundial de la revolución socialista, la IV Internacional. Esta es la tarea y el desafío que nos proponemos. Hacemos un llamado a todos los trabajadores y la juventud a pelear por esta perspectiva. ¡Queremos ir por todo! Queremos que masas trabajadoras y pobres del mundo entero alcen su voz contra la explotación y opresión y puedan tomar el cielo por asalto. Luchamos por la emancipación social y política de las mujeres oprimidas. Luchamos por construir el socialismo internacional que acabe con esta sociedad de explotación y opresión y organice la sociedad sobre nuevas bases sociales.
La clase trabajadora, la juventud, los estudiantes, y todos los explotados y oprimidos, están retomando el camino de lucha para conquistar sus derechos e intereses. El régimen de la Concertación y la derecha no ha sido derrotado. Pero la lucha de clases reinició su camino ascendente. Para esto debemos prepararnos desde ahora. Esta es la tarea que nos planteamos avanzar con los sectores de vanguardia de estas luchas en el II Congreso del PTR/CcC. Comenzar ahora la construcción de este partido revolucionario de combate. Prepararnos para el porvenir. ¡Súmate a esta lucha, únete al PTR!
27-03-2012