Palestina e Israel
Tensiones en un momento crítico
29/07/2005 La Verdad Obrera N° 168
El mes de julio puso en evidencia las dificultades que tiene EEUU para enfrentar la gran inestabilidad en Medio Oriente luego de su ofensiva sobre Irak. Atentados en Gran Bretaña, Turquía y Egipto son una cruda muestra de esto y reflejan distorsionadamente los sentimientos antiamericanos y antibritánicos acentuados por la invasión de Irak.
A sabiendas de la gran simpatía que despierta en las masas árabes la causa palestina, una de las principales políticas de la administración Bush para lidiar con el polvorín de Medio Oriente ha sido patrocinar el “proceso de paz” ente Israel y Palestina conocido como “hoja de ruta”. Esta consiste en introducir reformas democráticas en la estructura de la Autoridad Palestina (AP) buscando un nuevo interlocutor que discipline a los sectores radicales y logre imponer el plan de Sharon de retirada unilateral de Gaza para apropiarse de gran parte de Cisjordania. Es una respuesta reaccionaria a las aspiraciones nacionales palestinas, que otorga un seudo-estado en la Franja de Gaza y en una mínima porción del territorio cisjordano, dividido en tres grandes ghetos e incomunicado de las tierras fértiles por un muro de separación. La hoja de ruta nunca terminó de ponerse en marcha por la reticencia de Sharon y Bush para negociar con Arafat y por la continuidad de la resistencia palestina.
La nueva dirección palestina le da tregua a Sharon
En enero, tras la muerte de Yasser Arafat, asumió como presidente de la AP Mahmoud Abbas, un moderado del gusto de EEUU e Israel para cumplir el rol de sepulturero de la resistencia. Abbas acordó en febrero una tregua con Israel en una cumbre en Sharm el-Sheikh (Egipto). Sin bien los ataques cruzados y las muertes en ambos bandos no cesaron, esta tregua redujo su nivel considerablemente. De esta forma, pretendieron acabar con más de cuatro años de intifada. La relativa calma obtenida por Abbas, demuestra su total disposición a retomar la “hoja de ruta” y otorgó cierto respiro al imperialismo.
Esta estabilidad relativa fue rota el 12 de julio por un atentado suicida en la ciudad israelí de Netanya, con un saldo de 5 muertos. Este atentado desató una escalada que pone en cuestionamiento la tregua. Israel retomó su política de asesinato selectivo de militantes palestinos. Hamas y otros grupos radicales lanzaron ataques con cohetes a las colonias sionistas y ciudades fronterizas de Israel. La AP ordenó a sus fuerzas de seguridad detener el lanzamiento de cohetes, produciéndose enfrentamientos entre Hamas y la policía palestina. Israel ordenó a sus Fuerzas de Defensa concentrarse en la frontera con Gaza, amenazando con una invasión a gran escala.
La escalada plantea la posibilidad de la ruptura de la tregua, a pesar que tanto Israel como la AP y Hamas declaran seguir ajustándose a ella. Los choques se han visto reducidos desde principios de la semana del 18 de julio, aunque las protestas y los ataques palestinos, así como las incursiones israelíes, persisten.
El plan de retirada unilateral de Sharon
La reciente escalada se da en un momento crítico: a menos de un mes de que Sharon inicie la retirada de Gaza. Este es el primer paso para retomar la “hoja de ruta” y un momento crucial en la política de Israel. Primero, porque la retirada enfrenta la fuerte oposición interna de la extrema derecha sionista y de los colonos, que organizaron una enorme marcha para desafiar el cierre de la Franja de Gaza a israelíes no residentes impuesta el 13 de julio. Esta oposición derechista también tiene peso en el parlamento, lo que ha llevado a Sharon a formar una alianza con el Partido Laborista para continuar con su plan.
En segundo lugar, una preocupación importante de Sharon es el peso político que está adquiriendo Hamas en la Franja. Las elecciones parlamentarias y municipales fueron pospuestas por el temor a su crecimiento. El Ministro de Asuntos Civiles de la AP, Mohammed Dahlan, admite que Hamas es hoy más fuerte en Gaza que la AP (Haaretz, 22/07/05). Israel teme que Hamas tome el control del territorio luego de la retirada. A esto deben sumarse los atentados en Sharm el-Sheikh del sábado 23, un golpe al gobierno pro-imperialista egipcio de Mubarak a 6 semanas de las elecciones presidenciales del país. El gobierno egipcio viene ubicándose como mediador e Israel pretende que juegue un papel importante en garantizar la seguridad en la Franja de Gaza luego de la retirada sionista.
El rol de Estados Unidos
La suerte del plan de EEUU para desactivar el conflicto en Palestina depende en gran medida del éxito que tenga el plan de retirada de Sharon. Por este motivo, la escalada actual llevó a Codolezza Rice a realizar una visita de emergencia. Esta visita no sólo muestra la importancia que tiene para el imperialismo la estabilidad en Palestina, sino también un giro hacia una política más proclive a la intervención diplomática directa en Medio Oriente.
EEUU apuesta a la figura de Abbas como interlocutor palestino, y por ello presiona a Sharon para que contribuya a fortalecerlo. En este sentido pidió a Israel que apruebe la transferencia de municiones a la AP y lo cuestionó por criticarla mientras sus fuerzas eran atacadas por Hamas. Para Rice, los choques entre las fuerzas de seguridad de la AP y Hamas son un punto de inflexión que muestran la disposición de Abbas para acabar con la resistencia palestina.
La relativa estabilidad conseguida en Palestina con la asunción de Abbas es actualmente un handicap importante para el imperialismo. La posibilidad de que la tregua se rompa le plantea a EEUU serias dificultades, con una mayor inestabilidad en la región en un momento en que su política para Irak se encuentra empantanada. EEUU apuesta a reencausar la “hoja de ruta” para desactivar el conflicto árabe-israelí liquidando de una vez por todas las aspiraciones nacionales del heroico pueblo palestino.