¿Qué significado tienen los acontecimientos de la Plaza Taksim?
Un proceso revolucionario germina en Turquía
06/06/2013
En Estambul se inició un levantamiento. ¿Qué hay detrás de esta crisis política?
Desde hace días jóvenes, artistas, grupos políticos, hinchas de fútbol y residentes locales luchan en la Plaza Taksim de Estambul contra la policía para evitar el emplazamiento de un centro comercial en el Parque Gezi. Esto significaría que el pueblo de Estambul se quedaría sin el único parque en el centro de la ciudad. Los primeros árboles fueron talados talados cuando la gente salió a las calles a detener las máquinas topadoras. Finalmente pudieron detener temporalmente el avance.
Los manifestantes exigieron el inmediato cese de las actividades de construcción y la protección de las áreas verdes del parque. Los miembros del partido kurdo BDP SırrıSüreyyaÖnder evitaron por segunda vez la tala de los árboles, colocándose delante de las excavadoras. Pero el tercer intento no pudieron impedirlo, ya que la policía acompañó con un ataque importante. Sin embargo, este acontecimiento provocó una rebelión, en la que millones de personas de todo el país tomaron las calles.
Los manifestantes fueron acosados agresivamente por la policía y atacados con cientos de cartuchos de gas lacrimógeno. Desde los inicios de la resistencia hay cientos de heridos debido a la masiva violencia estatal. AbdullahCömert, un manifestante de 22 años miembro de la juventud kemalista del CHP, fue asesinado por la policía en Antakya con un disparo en la cabeza. Mehmet Ayvalıtaş, otro activista de 19 años, fue atropellado por un coche en un acto solidario en el distrito de Ìmraniye. Los manifestantes presentes informaron que el auto se dio a la fuga, a pesar de las advertencias de la multitud reunida. Después de su muerte, la organización de hackers de izquierda RedHack comunicó que Mehmet era un miembro del grupo.
Esto muestra que cuanto más se expande el movimiento, más violentos son los métodos de la policía; pero la fuerza ejercida por la policía en coordinación con la juventud del oficialista AKP contra los manifestantes, a partir de métodos represivos como gases lacrimógenos, cañones de agua y tortura en las carreteras, no son suficientes para detener el movimiento. Los colegios de abogados han expresado su solidaridad con los detenidos, quienes ya suman más de 2.000 personas. Los medios masivos de comunicación se han auto impuesto una censura política en asociación con el gobierno, con el fin de ocultar los crímenes cometidos por el poder estatal. Ellos han cerrado sus ojos desde el comienzo de la rebelión.
La lucha se inició por una causa ecologista, como intervención contra la destrucción del Parque Gezi. Pero desde que el gobierno desató una represión masiva, personas de muchas ciudades se sumaron a la resistencia y el movimiento se radicalizó muy rápidamente, debido a que desde hace tiempo domina un alto nivel de descontento con el gobierno del AKP. La plaza Taksim ha sido testigo en los últimos meses del empeoramiento de los enfrentamientos. La plaza es el centro de Estambul; Beyoglu es el distrito donde viven muchos artistas y estudiantes, y es lugar de encuentro y de actividades de organizaciones de izquierda y LGTB. IstiklalCaddesi, adyacente a la Plaza Taksim, es la calle más famosa de Estambul, ya que atrae gente con sus numerosos cafés y negocios. Desde hace algunas semanas rige una prohibición de venta de alcohol en los kioskos y locales entre las 22 y las 6hs. El cine arte Emek, situado en la calle IstiklalCaddesi, debió ser desmantelado hace un par de semanas, a pesar de las manifestaciones de artistas para que ello no suceda, ya que también está previsto emplazar otro centro comercial. Otro hecho es que desde los círculos más conservadores es cada vez más fuerte el llamado a construir una gran mezquita en la Plaza Taksim y por último, ante ello, Erdoğan ha confirmado que la construcción de esta mezquita reemplazará el proyecto previo de un centro comercial en la misma plaza.
La Plaza Taksim tiene ante todo un gran significado para izquierda y la clase obrera turca. El 1ro de Mayo de 1977, organizaciones de trabajadores y de izquierda se convocaron a la Plaza para festejar el día de la clase obrera y también para levantar sus demandas. Ese día, la multitud fue atacada por los fascistas con armas de fuego. El resultado fue 34 muertos y 136 heridos. Luego de ello, fueron prohibidas las concentraciones en la Plaza Taksim durante 30 años, hasta que en los últimos años y luego de grandes luchas, se logró reconquistarla para los actos de la clase obrera en los 1ro de Mayo.
El gobierno del AKP: intereses capitalistas y cosmovisión conservadora.
El gobierno del AKP se basa en los más grandes proyectos de construcción que van de la mano con los procesos de gentrificación. El barrio Sulukule, habitado por gitanos, fue desalojado para construir allí nuevos complejos de viviendas. Los gitanos fueron enviados a hogares en los suburbios. Está siendo construido un nuevo puente, el tercero sobre el Bósforo con lo cual se destruyen muchas áreas verdes. Como si esto no fuese suficiente, se anunció que este puente llevará el nombre de YavuzSultanSelim, quien hizo su fama masacrando alevís durante el Imperio Otomano. Pronto un segundo canal de agua atravesará Estambul; el canal Estambul correrá en paralelo al Bósforo, desde el Mar Negro hasta el Mar Mármara. Este proyecto rediseña la ciudad, ya que las viejas casas serán demolidas. E
n este contexto, el gobierno le ofrece a los inversores de la construcción nuevas áreas de inversión, entretanto a la gente se la ignora y se determina desde arriba como y donde deben vivir. Desde Diciembre del 2012, hay cada vez más acciones de protesta de estudiantes y docentes con contratos precarios contra la política de gentrificación del gobierno.
El gobierno presume de los mega proyectos de construcción afianzado en la victoria electoral del AKP, hecho que a su vez le reafirma dar ciertos pasos en soledad.
La actual crisis del régimen, que se expresa en la resistencia del Parque Gezi, tiene su raíz en la incapacidad de asimilar los diversos intereses de la población y en la limitación del sistema democrático burgués electoral. Es decir, el gobierno lleva sus exclusivos proyectos a aprobar en su mayoría parlamentaria, sin siquiera atender a las observaciones de la oposición.
Un sector de las fuerzas liberales de Turquía está decepcionado por el rumbo conservador que tomó el AKP. La decepción radica en la esperanza que estas fuerzas tenían en que el gobierno del AKP implementase un modelo liberal como el de Suiza o EEUU. Pero esta expectativa no es más que una ilusión; ya que cierto nivel de vida y una democracia burguesa con extensión de derechos sólo son posibles en el caso que estos países obrasen como potencias imperialistas y sacasen beneficios de la dominación sobre otros países.
El orden burgués en Turquía es inestable, ya que como sucede en muchos países dependientes y semicoloniales, su ubicación en la división mundial del trabajo, en tensión con las potencias imperialistas, hace imposible la concesión en forma permanente de nuevos derechos democráticos.Incluso si un país como Turquía reconociese estos derechos civiles, los mismos no podrían alcanzar igual desarrollo que logran en un país imperialista, y más temprano que tarde se daría marcha atrás con su consecución. (Pero esto no nos debe engañar, el orden imperialista también es propenso a las crisis y a una duración no siempre estable del mismo. Dos guerras mundiales lo han motivado).
Ante la resistencia surgida en el Parque Gezi, ciertos ideólogos liberales ya están intentando generar consenso en que el gobierno del AKP debe iniciar un proceso de democratización en Turquía. Estos no están en condición de reconocer que esta resistencia tiene por sí misma un núcleo democratizador, como el que ningún país occidental e imperialista podría jamás ofrecer, ya que el movimiento tiene un carácter de masas. El movimiento detenta el poder de provocar la caída del gobierno y de desarrollar un proceso revolucionario. Sin embargo, para ello es necesario que la clase obrera entre en escena con sus métodos de lucha y un programa de clase. Los ideólogos liberales buscan oponerse preventivamente a un salto del movimiento y al posible desarrollo de un proceso revolucionario;pues si bien por momentos hay cierta frustración en el ambiente liberal, sus miembros pretenden conservar el gobierno del AKP.
El “Sultán” y el proceder del kemalismo
En las manifestaciones participan distintas fuerzas políticas; entre las cuales las kemalistas intentan usurpar el liderazgo. Para lo que han desarrollado un argumento para su política, que podríamos explicar resumidamente del siguiente modo: todos los conflictos en Turquía se reducen a la figura de RecepTayyipErdoğan.
Él es en los hechos el polemista más agresivo en las filas del AKP. Su figura tan detestada sirve a muchos grupos para movilizar a sus bases, pero sin duda, este odio no es el la única razón de los acontecimientos desarrollados.
El kemalismo sufrió una derrota política en las movilizaciones republicanas del 2007, cuando movilizó a sus bases con el fin de derrocar al gobierno, con la participación activa de generales y oficiales. Muchos de los cuales se encuentran en cárceles.
Debido a que la lucha de Gezi y otros sitios aún no tiene un liderazgo claro, algunas fuerzas buscan influir sobre el movimiento.
Entre ellas se encuentran fuerzas kemalistas como CHP y TGB, quienes traen su base a las calles para intentar tomar la dirección del movimiento.
Pero sus demandas no son aceptadas ya que el núcleo de las manifestaciones está compuesto por intelectuales críticos al kemalismo, así como artistas, estudiantes y trabajadores no organizados provenientes de distintos sectores. La lucha se extendió a muchas ciudades turcas, incluso a personas de origen turco en Europa. Desde el inicio de la rebelión se llevan a cabo acciones de solidaridad. En muchos sitios una gran multitud se reunió para mostrar su solidaridad con los combatientes, algunas dominadas por fuerzas kemalistas. El movimiento, incluyendo a los kemalistas, coincide en que Erdoğan debe ser removido del poder. Sin embargo los activistas no deben dejarse deslumbrar por el proyecto kemalista, ya que es la otra cara de la moneda de la política burguesa capitalista. En cambio, las masas movilizadas necesitan una alternativa independiente de la burguesía y una organización también independiente.
La juventud a la vanguardia de las protestas.
Los primeros sondeos muestran que el 70% de los manifestantes no milita activamente en un partido político, el 55% salió por primera vez en sus vidas a la lucha callejera y la mayoría son jóvenes. El principal motivo de sus acciones es que el gobierno del AKP quiere limitar fuertemente su modo de vida. Esto se inicia con las constantes declaraciones de Erdoğan, donde manifiesta que las parejas jóvenes deben traer al menos tres niños al mundo y culmina con la reiterativa denigración acusando de alcohólico a todo el que consume alcohol. La principal política juvenil que tiene el gobierno consiste en islamizar la juventud; así lo afirmó Erdoğan en una conferencia: „queremos preservar la juventud religiosa“. La política de islamización del gobierno ha generado una profunda molestia entre los jóvenes. Pero los motivos de la lucha continúan: un 20% de los menores de 25 años están desocupados y las condiciones de empleo son bastante precarias, lo que hace que el descontento aumente. Los estudiantes se identifican con esta lucha; casi todas las semanas desde diciembre de2012 se reiteran enfrentamientos entre estudiantes de distintas universidades y las autoridades o la policía. También se incrementó en los últimos meses la lucha de docentes universitarios contra las condiciones precarias de contratación. La insatisfacción de los jóvenes domina las calles de Turquía.
Los sindicatos entran en escena.
Turquía ofrece a los trabajadores condiciones laborales desastrosas.La cifra de muertes debido a accidentes laborales es extremadamente alta. La precarización es un tema central, debido a que la mayoría de los trabajadores no se encuentran ni asegurados ni sindicalizados. Lo que no hay son esfuerzos serios por parte de los privilegiados burócratas sindicales en imponer las demandas de los trabajadores. En cambio, frecuentemente realizan declaraciones populistas con el único fin de mantener sus privilegios. Es por ello que el movimiento generado en el Parque Gezi juega un importante rol tanto para que la clase trabajadora haga pública sus malas condiciones, como para poder realizar sus reivindicaciones. Los sindicatos de izquierda DISK (Confederación de Sindicatos Obreros Revolucionarios), KESK (Confederación de Trabajadores del Sector Público) y Eğitim-Sen (Sindicato de la Educación) han apoyado simbólicamente al movimiento con comunicados de prensa durante los primeros días. Al radicalizarse el movimiento y la exigencia por parte de los manifestantes a que los sindicatos convoquen a una huelga general, estos tuvieron que convocarla por dos días. AdemásHava-İş (Sindicato de Trabajadores de Tráfico Aéreo) se encontraba desde el 15 de Mayo en huelga contra Turkish Airlines. De este modo los trabajadores también se han unido a la resistencia.
Cuanto más se acentúa la lucha, más claro queda el papel traidor de la burocracia sindical. Así Türk-iş (Confederación Sindical de Turquía), aliada al gobierno y conocida por la traición a los trabajadores de Tekel en 2009-2010, junto con Memur-Sen han rechazado reiteradamente la convocatoria a una huelga general. Aún peor, han denostado la lucha y calificado a los manifestantes como provocadores. El programa de sindicatos como Türk-iş y Memur-Sen se basa en la continuidad de la explotación laboral, y cuando son denunciados hacen hincapié en las pequeñas reformas y las presentan como grandes logros de la clase obrera. Con el movimiento de resistencia se da la posibilidad de que los trabajadores salgan a luchar por sus reivindicaciones en forma independiente de los burócratas. La tarea del momento es presionar a la burocracia sindical para imponer una huelga general, ya que solo con la participación de la clase obrera el movimiento puede pegar el salto necesario. La burocracia ya ha dado pasos atrás y lo que era una huelga general de dos días se ha convertido en un paro de actividades por un día y participación en las protestas. LamiÖzgen, presidente de KESK, lo explicó del siguientemodo: “Actualmente no es posible una huelga general”. Esta declaración llegó luego que el viceprimer ministro, BülentArınç, apeló a que la KESK no ponga en peligro la paz.
No obstante esta declaración, sectores de la docencia, médicos, arquitectos se arrojaron a la lucha y constituyen una parte importante de la resistencia urbana. Esto hace tender a que las decisiones sean tomadas por la misma base y que no les sean dictadas desde arriba.
La primera fuente de tensión entre los sindicatos y sus bases es sobre el carácter que deben tener las acciones de los sindicatos. En tanto la segunda reside en cómo hacer para converger a diversos sectores de la clase obrera con la actual lucha. Por lo visto, KESK, DISK, TMMOB y TIB apuntan a que la lucha no se extienda mucho más tiempo. Los sindicatos y las asociaciones profesionales son, sin duda, objeto de presión desde abajo, ya que son muchos los trabajadores de todo el país que, con ánimo combativo, ven la posibilidad de imponer sus demandas. La lucha contra la burocracia está abierta.
La situación objetiva de la clase obrera
A causa de la crisis económica mundial, la economía de Turquía oscila en su crecimiento desde el 2008. Durante el primer año de la crisis la tasa de crecimiento cayó al 1,1%. Al año siguiente la economía turca se contrajo un -4,7%. Entre los años 2010 - 2011 hubo nuevamente crecimiento, con tasas del 9,2% y 8,5% respectivamente. Al otro año cayó nuevamente un 2,2% y para este año se espera una tasa baja de alrededor del 3%. Además, en Abril de 2013 el déficit comercial aumentó de 6.643 millones U$S a 10.304 millones U$S (55%).
En los últimos años, la clase obrera no dio los pasos necesarios para poder mejorar su condición en forma significativa; como lo hubiese sido con la reducción de la jornada de trabajo, el aumento de los salarios mínimos o la mejora de las condiciones de trabajo (en 2012 murieron 878 trabajadores en sus puestos laborales). El margen de maniobra de la burguesía turca se ajusta más que antes; algunos planes contra la clase obrera, como el de abolir la indemnización por despido, tuvieron que ser abandonados.
La burguesía no pudo hacer implementar sus ataques a gran escala contra la clase obrera. En el rechazo de estos planes dos batallas jugaron un gran papel: la lucha de Tekel, entre 2009 y 2010, cuando los trabajadores acamparon por 78 días en una plaza de la capital, cerca de los edificios de gobierno, a pesar de la represión estatal.
Esta lucha de unos miles de trabajadores provocó una huelga general y la unidad de los trabajadores de todo el país, a pesar de los ataques racistas del estado.
La Plaza Taksim, después del bloqueo por 30 años para celebrar el 1 de Mayo, pudo ser recuperada por la lucha militante de cientos de miles de trabajadores y finalmente esta fecha pudo ser reconocida oficialmente como día feriado de la clase obrera. Cuando el 1 de Mayo de este año el gobierno nuevamente prohibió la jornada, tuvo que paralizar todos los medios de transporte de la ciudad y sacar a servicio a diez mil agentes de la policía. Sólo con el estado de emergencia el gobierno pudo contener a la clase obrera.
En Turquía el salario mínimo es el equivalente a 375 Euros por mes. Existe un plan conocido, del que se desprende un acuerdo con el PKK y BDP que tiene por objetivo implementar salarios mínimos regionales, con lo que los trabajadores de las zonas kurdas pasarían a cobrar dos tercios del salario mínimo actual. Antes de que este plan se lleve a cabo, la burguesía turca ha iniciado ataques sectoriales para reducir los costes laborales: reducción de horas extras, impedir sindicatos y convenios colectivos.
Un ejemplo de esta política está ocurriendo actualmente en Turkish Airlines: 305 trabajadores han sido despedidos, ya que ejercieron su legítimo derecho a huelga. Aquí, como en el Parque Gezi, el gobierno se mantiene inflexible en su postura, porque detener los ataques significa a futuro no poder bajar los costos de mano de obra, ni en Turkish Airlines ni en ninguna otra firma.
La posición del movimiento kurdo
La resistencia del Parque Gezi es el movimiento más radicalizado que se desarrolla en territorio turco desde el golpe militar de 1980. Pero en Norkurdistán estas acciones no son ajenas; pues el pueblo kurdo desarrolló innumerable cantidad de revueltas desde el mismo establecimiento del estado turco. La coyuntura actual luce completamente distinta debido a las conversaciones de paz del PKK con el gobierno. Desde el 8 de Mayo las guerrillas se encuentran en retirada desde Norkurdistán hacia Sudkurdistan (en Irak) y el partido kurdo BDP anhela la democratización bajo el gobierno del AKP. El 3 de Junio la guerrilla fue atacada por soldados turcos desde helicópteros en la región fronteriza entre Turquía e Irak. Este ataque fue criticado por la guerrilla, pero continuaron con su repliegue. La negociación apunta hacia una alianza entre las burguesías turcas y kurdas, para lo cual necesitan establecer su paz. Turquía ha establecido diversos negocios en el Sudkurdistán, muchos ligados al sector de la construcción.
Los grupos armados sirios son financiados y cuentan con apoyo logístico de Turquía. El ministro de exterior turco, AhmetDavutoğlu, intenta permanentemente desembarcar el poder imperialista en Siria y provocar la caída del régimen de Assad. En una Siria post Assas, Turquía busca tener mucha influencia y para lograr este designio el pueblo kurdo es una pieza clave. AbdullahÖcalan, líder del PKK, lo explicó con sus propias palabras “es como si experimentásemos una actualizada, complicada y agravada versión de la guerra de liberación, conducida por turcos y kurdos en los jóvenes años del pacto nacional (1920). Turcos y kurdos coincidimos en Çanakkale, hemos conducido la Guerra de liberación en conjunto y en 1920 inauguramos el parlamento. Hago un llamado a kurdos, turcomanos, arameos y árabes, quienes como consecuencia del pacto han sido divididos y hoy exponen difíciles conflictos y problemas en Siria, a trabajar en conjunto en una conferencia nacional de paz y solidaridad, donde podamos discutir sobre su situación, crear conciencia y tomar decisiones”.
El uso de conceptos neo otomanos con vocabulario kemalista (Guerra de liberación y pacto nacional) pone de manifiesto que el PKK es capaz de apoyar los intereses capitalistas tucos en otros territorios kurdos de la región.
La conducción del BDP teme que un ascenso del movimiento de Gezi y Taksim pueda quitar del poder al AKP y con ello se suspenda el acuerdo de paz. El co-presidente del BDP, SelahattinDemirtaş, declaró en una entrevista: “un pequeño grupo intenta que millones acosen en las calles a los kurdos, intentan dar un componente anti kurdo a las movilizaciones. Hemos dicho que no vamos a estar junto a esa gente”.
Algunos medios han retorcido el asunto y afirmaron que “el BDP califica de fascistas a las personas de la Plaza Taksim”. Esta posición fue contradicha por los luchadores kurdos que salen a las calles: “Nosotros respetamos a los trabajadores, a los revolucionarios y progresistas, a quienes se manifiestan en las calles. Estamos del lado de todos ellos. Nosotros somos quienes desde el levantamiento hemos erosionado la fase de negociación. No vamos a ceder al fascismo ni del AKP ni de ningún otro. Asimismo el AKP debe entender que la resistencia en las calles choca abiertamente con el BDP y sus negociaciones con la burguesía turca”.
La perspectiva de la resistencia
El AKP retrocedió unos pasos, con los cuales busca lograr un acuerdo que le permita lavarse la cara y salvaguardar sus intereses capitalistas. El 5 de Junio una delegación reunida con el vice primer ministro, Bülent Arınç, y con el presidente estatal, Abdullah Gül, exigió el definitivo cese de la construcción y la preservación del parque; la renuncia del jefe de policía y de los gobernadores de Estambul, Ankara y Hatay; la liberación de los manifestantes detenidos; la prohibición del uso de gases lacrimógenos y similares; el pleno derecho de libertad de manifestación y opinión; frenar los proyectos de construcción que destruyen el medio ambiente; el fin de la política represiva, racista, misógina y sexista; la reincorporación de los trabajadores de Turkish Airlines y el pleno reconocimiento de los derechos laborales; el fin de la propaganda guerrerista turca y la paz. Obviamente, estas declaraciones están muy lejos de gustarle a las fuerzas kemalistas y a los ideólogos liberales que construyen la oposición al AKP.
Los combates de los últimos días marcan un verdadero punto de inflexión en Turquía. Pero queda formulada la pregunta crucial ¿cómo se pueden satisfacer estas demandas? Los manifestantes han logrado hasta ahora una victoria política triunfando sobre la policía; pero las reivindicaciones antes mencionadas sólo podrán lograrse mediante el derrocamiento revolucionario del capitalismo en Turquía. Para ello hace falta una clara dirección revolucionaria. Las masas que han desarrollado una valiente lucha contra el gobierno, tienen ahora la tarea de llevar la lucha a un nuevo plano. Para ello es importante hacer de la Plaza de Taksim un lugar desde donde se tomen las decisiones del movimiento; debe ser impulsada la auto organización democrática de manera que la oposición burguesa no imponga su pretensión de liderar el movimiento. Es necesaria una verdadera huelga general para darle la posibilidad a los manifestantes de consolidar el movimiento y llegar a nuevos sectores de la clase obrera.
Para poder hacer plenamente reales las exigencias democráticas, es necesario que estas formen parte de un programa de transición con el objetivo final de la revolución socialista en Turquía y mundialmente. Este programa debe partir de la lucha por la libertad de expresión y sindical, y contra la represión; pero también debe contener cuestiones de autogobierno en las universidades y en los barrios (para poner fin a la gentrificación y los intereses de las grandes corporaciones), que integren y conecten las cuestiones democráticas con las referidas a las relaciones de producción. La población kurda y otras minorías deben participar mediante el pleno reconocimiento de la autodeterminación de las naciones oprimidas. También la consigna de una asamblea constituyente revolucionaria podría fusionar las protestas contra el carácter autoritario del régimen turco en particular. Todas estas demandas sólo pueden hacerse realidad con una revolución bajo la dirección de la clase obrera; por lo tanto, la construcción de un partido obrero y revolucionario es una tarea urgente en Turquía e internacionalmente.